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lunes, 19 de octubre de 2020

¿Un Proyecto Educativo motivador?

 


El Proyecto Educativo del IES Diego de Praves, en primer lugar, se centra en analizar cuáles son las características del entorno escolar. Así, describe la zona como un barrio de familias trabajadoras con un nivel económico similar al del resto de la ciudad (lo que me parece un poco atrevido, ya que no es comparable el nivel socioeconómico de las familias de barrios como Covaresa con el de Pajarillos Altos o Los Santos-Pilarica.

El instituto atiende a los alumnos que viven en el Valle del Esgueva dotándoles de la posibilidad de utilizar el transporte escolar. De este modo, hay muchas actividades del centro que están condicionadas por el hecho de ser el único instituto de adscripción para alumnos de ciertos pueblos. Además, concluye que en sus aulas no hay una población muy numerosa de personas inmigrantes y minorías étnicas (lo cual, tanto por mi experiencia allí como por la localización no me parece que sea cierto del todo).

Posteriormente describe como es la organización general del centro. Así, se muestran los órganos de gobierno y coordinación y se describe el número de profesores por cada departamento (lo cual me parece una información muy interesante). Acto seguido, expone cuales son las enseñanzas ofertadas desglosando los cursos por asignaturas.

Entre sus cursos de enseñanza de bachillerato cuentan con el bachillerato de investigación/excelencia que, además, de cumplir con las finalidades previstas en una enseñanza secundaria post obligatoria, quiere contribuir a favorecer el desarrollo de una mentalidad científica rigurosa, ordenada y crítica, para lo que cuentan con una colaboración con la universidad. Dentro de su programa, los alumnos de segundo curso de bachillerato deberán realizar un proyecto de investigación dirigido por un profesor de la universidad y por uno del centro. Para entrar a este bachillerato, se requiere una nota superior a 7 en ESO (a mi modo de ver, todo este tipo de criba de alumnado simplemente basado en criterios numéricos no es positivo, ya que no favorece la igualdad de oportunidades para personas que puedan haber tenido más o menos dificultades en etapas anteriores). Sin embargo, entiendo que las plazas son limitadas, y que debe atenderse a algún criterio de admisión (lo que suele ser las notas).

En cuanto a los ciclos formativos que imparten, destacan los grados medios de Cocina y Gastronomía, Servicios de restauración y Panadería, Repostería y Confitería. Con respecto a los ciclos de grado superior, son bien conocidos en la ciudad por su ganada fama los ciclos de Dirección de Cocina y Dirección de servicios de Restauración.

Con respecto a las enseñanzas de ESO, el centro cuenta con profesores tanto católicos como Evangélicos para impartir las signaturas de religión, con un programa de mejora del aprendizaje y del rendimiento (PMAR) para segundo y tercero de ESO, y un programa de refuerzo y orientación académica para los alumnos de primer ciclo de la ESO que presenten dificultades de aprendizaje. Este programa se desarrolla en horario NO lectivo, con el fin de no interrumpir el trascurso normal del curso de dichos alumnos.

Los alumnos con necesidades educativas específicas reciben clases de lengua y matemáticas en un grupo específico con una maestra de educación especial. 

Posteriormente, describen como son los espacios del instituto, el horario escolar y las sesiones de evaluación y el calendario escolar del curso en cuestión.

A continuación, se muestra la adecuación de los objetivos y las competencias generales de las etapas. Así, se describen las competencias básicas y los objetivos generales de la ESO y su adecuación al contexto específico del alumnado. Hacen mención a las orientaciones dadas por la Unión Europea en cuanto a la adquisición de competencias básicas (explicitándolas), y explican que el currículo de la ESO y Bachilleratos plasmado en las diferentes programaciones realizadas por los Departamentos tienen como objetivo principal la adquisición de estas competencias, donde además de las de tipo académico (lingüística y lógico matemática) destacan las competencias digitales, aprender a aprender (ser conscientes de como aprendemos, es decir, la metacognición, para un aprendizaje más eficiente), los valores éticos y el sentido emprendedor.



Nos aseguran también que las competencias clave estarán integradas en las materias curriculares, que se desarrollará en el ámbito formal, y que deben además ser desarrolladas en el ámbito no formal e informal a lo largo de la Educación Primaria, ESO y bachillerato. Como vemos, aúnan los objetivos promulgados por la UE con los objetivos de la Ley de Educación actual (LOMCE).

Posteriormente, explican los criterios de evaluación. Estos se basan en valorar lo que el alumnado sabe de forma tanto teórica como práctica con relación a las diferentes áreas, y están fundamentados en estándares que se puedan evaluar. Con estos estándares comentan que se pretende evaluar la adquisición de las competencias desarrolladas en cada área. Sin embargo, eso me parece realmente complicado, ya que si hay competencias que son sociales y cívicos, veo difícil que esto realmente pueda evaluarse desde unos estándares. Si bien es cierto que parece que desean centrarse no solo en evaluar los aspectos teóricos, sino también en el “saber hacer”, no creo firmemente que todas esas propuestas sean realmente tan efectivas. Además, la evaluación que atiende a estándares no es realmente eficiente, ya que no tiene en cuenta los diferentes ritmos de los alumnos atendiendo a sus contextos y realidades específicas. Por lo tanto, a pesar de que está muy extendida la idea de evaluación de esta forma, no dota de las mismas oportunidades a todos, con lo que no atiende a la diversidad y, por lo tanto, NO ES INCLUSIVA.  

A continuación se muestra un apartado donde explican los objetivos de la educación secundaria obligatoria basándose en la LOMCE. Así, destacan que deben desarrollar que los alumnos asuman responsabilidades y conozcan sus derechos, que sean solidarios, cooperativos, abiertos al diálogo, disciplinados, que desarrollen su personalidad, respeten la diferencia entre “sexos” (géneros debería poner, probablemente) y respeten la igualdad de ellos (a mi modo de ver, falta un promover más que respetar, ya que no se trata de que respetes que los demás traten por igual a los distintos géneros, sino que tú también lo hagas). También quieren fortalecer las capacidades afectivas, rechazar la violencia, conseguir que los alumnos adquieran destrezas en la utilización de fuentes de información, dar una formación básica en las TIC, promover un conocimiento científico, espíritu emprendedor, el desarrollo de un lenguaje adecuado, que aprendan otras lenguas y valoren los aspectos culturales. Por último, me parece llamativa la propuesta de hacer que los alumnos conozcan el funcionamiento de su propio cuerpo con el fin de que respeten las diferencias existentes entre ellos y que lo cuiden con buenos hábitos. Así, se promulga la realización de deporte.

Como puede observarse, en esta etapa coincidente con la adolescencia de los alumnos, se pretenden impulsar una serie de valores, competencias y habilidades de carácter muy diverso. Además, se les quiere dotar de herramientas para la búsqueda de información y enseñarles a manejarlas de forma óptima.

En cuanto a los objetivos de Bachillerato, también se desea seguir impulsando valores éticos fundamentales como la igualdad de género, el rechazo a cualquier tipo de discriminación, la no violencia y la resolución de conflictos de forma pacífica. Además, se pretende aumentar el grado de madurez de los estudiantes, su espíritu crítico, mejorar sus capacidades lingüísticas dominando la lengua, el uso solvente y responsable de las TIC, lograr que comprendan la investigación científica, que valoren las artes y utilicen la educación física y el deporte para favorecer el desarrollo personal y social.

En esta etapa, de personas con mayor madurez psicóloga, se siguen promulgando valores éticos fundamentales, que deben estar presentes a lo largo de toda la vida, y además aparecen otros que son refuerzo de los anteriores o más específicos, ya que requieren un grado de madurez que en la ESO es difícil de conseguir.

Con respecto a los alumnos de ciclos formativos, quieren que estos reconozcan o interpreten la documentación. A mayores, pretenden que identifiquen las materias primas, propiedades, etc., saber usar la maquinaria, el aprendizaje de las técnicas, las estrategias, y otras tareas específicas de sus ciclos formaticos de cocina. Entre ellas, a destacar el valor que le dan a la seguridad alimentaria.

Como es lógico, a parte de algunos objetivos generales como el desarrollo de la asertividad de las personas, se centran más en el desarrollo de competencias específicas.

A mi modo de ver, los objetivos, aunque algo utópicos en algunos de los casos, están muy bien planteados, diferenciando siempre por un lado una línea general de competencias básicas y valores éticos y, por otro, una serie de objetivos más específicos adaptados a cada etapa en función de la madurez psicológica y de las exigencias de la realidad a la que van dirigidos los cursos.

Posteriormente, aparecen los criterios para la elaboración de las programaciones didácticas, las actuaciones para fomentar la cultura emprendedora, la programación general anual, concretando el currículo, los criterios de promoción y titulación (diferenciados por etapas basándose en el marco legal pertinente), las medidas de atención a la diversidad y el Reglamento de Régimen Interno (ya en los anexos)

Con respecto al Reglamento de Régimen Interno, en primer lugar, se muestra un apartado preliminar, donde se habla de los objetivos fundamentales básicos, los valores éticos, y tiene un carácter inspirador y positivo.

También explica que se pretende alcanzar como objetivo una correcta socialización de los alumnos, un crecimiento en valores, y un crecimiento personal ayudando a que desarrollen capacidades. Además, que consigan tener un autoconcepto y una autoestima ajustada.

Posteriormente se establecen las normas de participación, donde se habla de los diferentes sectores de la comunidad escolar, y fomentando valores éticos. Muy ligado con esto, a continuación, se hace referencia a los derechos de asociación y reunión, tanto del alumnado como de los padres, que también forman una pieza clave en el centro. Todas las asociaciones deben promover la actuación de todos, ser colaborativas y servir para dar opiniones, ejercer el ejercicio de la democracia y mejorar la actividad del centro.

A continuación, aparecen las reglas de la evaluación, a nivel informativo, sin ningún carácter punitivo ni amenazador.  

A mayores se muestran las normas de uso y conservación de materiales e instalaciones del centro donde, en primer lugar, se informa y luego se establecen las sanciones (o debería decirse mejor las consecuencias) en caso de un uso irresponsable. Sin embargo, no considero que este documento esté escrito con un carácter amenazante, que muestre intención de castigar, fuera de los valores que promueve el centro.

Con respecto a la convivencia, ocurre similar. Se establece la distribución de competencias en este ámbito para presentar un apartado sucesivo relacionado con la disciplina. De este modo, se muestra un gradiente de clasificación de conductas negativas en leves, graves y muy graves. Relacionado con ellas, viene la consecuencia correspondiente. Aunque en este apartado se hace hincapié a los castigos, considero que es oportuno, ya que estas consecuencias a los actos incívicos sirven para llamar la atención de alguna forma, marcando límites. Sin embargo, si considero que se da una idea errónea del castigo como elemento modificador de las mañas conductas, cuando no es así realmente. Además, se establece una regulación de los castigos, lo cual considero muy oportunos, para que no queden al libre albedrio o al criterio propio. De este modo, serán más justos, acordes con las situaciones generadas. Es interesante resaltar que ninguno de ellos puede atentar contra el derecho fundamental de la escolarización de los estudiantes. En mi opinión, consideró que debería ser más contundente en la afirmación: “ningún castigo puede atentar contra el derecho fundamental de recibir UNA EDUCACIÓN DE CALIDAD”, como establece el artículo 1 de la LOMCE en sus inicios. Me parece interesante, además, el aspecto de la mediación (explicado también en este apartado) como una alternativa pacífica y muy constructiva de resolver conflictos.

El apartado sucesivo se refiere a las faltas de asistencia y retrasos. Así, establece que la acumulación del 20% de faltas de asistencia sobre el total de cada asignatura o modulo tanto justificada como no puede dar lugar a la pérdida del derecho de la evaluación continua. Además, hace referencia a que todas las faltas de los alumnos deben venir provistas de justificante, porque si no, pueden constituir objeto de sanción. A mi modo de ver, esto es un error, ya que a veces las ausencias pueden llevar implícitas razones de salud que, a veces, son difíciles de justificar, y que no todos pueden tener acceso a pruebas o diagnósticos que permitan obtener la justificación pertinente. Por ese motivo, no se pueden castigar las faltas de asistencia reiteradas sin justificar, salvo que se vea claro que no hay ninguna intención de dar explicación o se exprese claramente por parte del alumno con cierto descaro que la razón no es de salud. También me parece interesante poner de relieve que, pese a no estar escrito con carácter punitivo, abusa del uso de las palabras sanción y castigo, en vez de usar “consecuencia” que es, a mi modo de ver, mucho más acertada y ajustada.

En relación a las actividades extraescolares y complementarias, se establece una regulación en cuanto al número que se puede realizar dependiendo del período educativo. Por un lado, comprendo la necesidad de regularlas, ya que el exceso de estas sería una lacra en cuanto a la organización temporal de materias curriculares. Sin embargo, la limitación tan estricta y concreta me parece un error, ya que este tipo de actividades constituyen una forma de aprendizaje muy eficiente, divertida, práctica, de contacto con la realidad y ligada a competencias transversales. Facilita la socialización de los alumnos, y el proceso de adquisición de valores éticos, entre otros aspectos. Por lo tanto, siendo realmente tan beneficiosas, no se deben limitar de forma tan estricta como si se tratasen de “recreos”.

Seguidamente se habla de la prohibición de consumir tabaco y alcohol, como es lógico, pero también hace mención de que no se podrá comer, masticar chicle, golosinas, etc. Con respecto al tema del chicle, considero que es una idea bastante ridícula y extendida el que no se pueda comer chicle en clase. En ciertos casos, creo podría ayudar a los alumnos a concentrarse, o igual a reducir niveles de estrés, ansiedad, etc. No considero que sea realmente una falta de respeto, es más bien un constructo social irracional basado en el afán de limitación/prohibición. En mi opinión, deberían normalizarse (o igual debería decir “cotidianizarse”) ciertos comportamientos en el aula como estirarse, bostezar, comer cicle, salir al baño sin pedir permiso, etc., que permitirían un clima de aula más relajado y, por lo tanto, adaptado al proceso de aprendizaje. Los alumnos pasan muchas horas en el aula, y no tiene sentido que tengan que limitarse en cosas naturales.




Llegando al final hace referencia a las normas de higiene y seguridad para alumnado de FP básica, donde no se ve realmente un carácter basado en castigos.

Aparecen también en los anexos del Proyecto Educativo el plan de convivencia, el de fomento a la lectura (lo que pone de manifiesto la importancia que le dan a las competencias lingüísticas, a mi modo de ver muy acertada, ya que resultan esenciales para el desarrollo de muchas otras competencias).

No quedan exentos de aparecer otros epígrafes referentes al plan de igualdad de género, al que se dedica un apartado específico en los anexos, o el plan de absentismo escolar, para prevenirlo.

Por último, se explican los medios para la colaboración de la comunidad educativa, los compromisos del centro con las familias, y donde se coordinan las relaciones con las familias de los alumnos (aspecto fundamental para garantizar el éxito de los alumnos). Así, exponen que el contacto con estas es continuo y fluido en la mayoría de los casos, que se realizan reuniones con las familias a principios de curso, y la posibilidad de organizar reuniones extraordinarias de todo el equipo pedagógico. Además, el centro no tiene AMPA (que debería llamarse AFA, para ser más inclusivos con los diferentes tipos de familia), con lo que se plantean como objetivo fomentar la participación de los padres en la labor educativa a través de la potenciación de la AFA y de la colaboración y participación de los padres y madres en ella.

Como puede observarse, el Proyecto Educativo es muy extenso, y a pesar de parecer un poco utópico, considero que es muy motivador. Recoge muchos aspectos importantes con el fin de mejorar las condiciones en la adquisición de competencias básicas, y se centra en dotar al alumnado de las competencias y aptitudes que la UE y la LOMCE promulgan. En resumen, es un Proyecto Educativo muy amplio, completo, que toca todos los aspectos relacionados con lo que es la enseñanza, más allá de la adquisición de conocimientos teóricos y que tiene un carácter motivador.




miércoles, 14 de octubre de 2020

IES HEDY LAMARR



En la actividad realizada el día 13/10/2020 hemos organizado un centro escolar. Para ello, la clase se ha dividido en tres grupos, cada uno de los cuales ha “fundado” un instituto diferente.

A la par que nuestros compañeros del grupo 1, con su centro de enseñanza pública de ESO y Bachillerato Rosa Chacel, en un barrio de la ciudad de Valladolid, y el grupo 3, con el IES Teresa Oñate, centro público de ESO y Bachillerato situado en el barrio de Arturo Eyries, el grupo 2 hemos organizado un nuevo centro escolar, en este caso en el centro urbano de Palencia. El instituto es público e imparte también para ESO y Bachillerato. Siguiendo la tendencia, nuestro centro también lleva el nombre de una mujer (realmente alias, ya que su nombre real es Hedwig Eva María Kiesler): Hedy Lamarr. Esta elección se realiza, en primer lugar, con el fin de visibilizar a esta mujer, que fue una actriz de cine e inventora Austriaca. Sus inventos en tecnología fueron muy destacados: entre ellos, la primera versión del espectro ensanchado que permitía las comunicaciones inalámbricas de larga distancia. Por otro lado, en honor a alguno de los valores que este instituto quiere transmitir: la importancia de las nuevas tecnologías en la sociedad actual, las aplicaciones diversas que presentan las TIC (como medio de transmisión del conocimiento) y el uso responsable e inteligente de las mismas.

Una vez elegido el nombre del centro y su logística, hemos querido dar una definición de educación. Para nosotros, es el proceso de transmitir valores a la sociedad de los jóvenes y facilitar el desarrollo de las capacidades intelectuales y morales de aprender.

Para hacer un análisis de los valores de los jóvenes, hemos contado con cuatro alumnos, cinco profesores, cuatro padres, un representante del personal de administración y servicios (PAS), un jefe de estudios, un representante del ayuntamiento, una secretaria y, por supuesto, con la directora del centro.

Por un lado, los jóvenes junto con otros representantes han debatido y llegado a un consenso sobre los valores que tienen y las razones por las cuales discuten con los padres. Por otro lado, la directora, el representante PAS, los padres y profesores también hemos llevado a debate, en esta ocasión, que comportamientos nos parecen más aceptables moralmente.

Yo, como miembro de la plantilla de profesores, he debatido junto a mis compañeros y los padres sobre los comportamientos que consideramos más aceptables. Aunque no fue un debate sencillo, ya que las ideas de cada uno tienen mucho peso y es difícil ceder en algunos casos, los resultados se muestran a continuación. Así, podemos ver una lista, donde el 1 significa totalmente aceptado, incluso a favor de ello, y esta aceptación va haciéndose algo menor, hasta llegar a los últimos puestos, donde se consideran comportamientos inaceptables:


1.- Adopción de hijos por parejas homosexuales (gais/lesbianas).

2.- Una mujer decide tener un hijo sin relación estable.

3.- Adopción de un hijo por adultos sin relación estable.

4.- Aborto.

5.- Relaciones sexuales (obviamente consentidas) entre menores de edad.

6.- Divorcio.

7.- Eutanasia.

8.- Suicidio.

9.- Evitar pagar el billete en el transporte público.

10.- Emborracharse a propósito.

11.- Mentir en tu propio interés personal.

12.- Hacer ruido los fines de semana.

13.- Clonación de personas.

14.- Causar destrozos en la calle.

15.- Engañar en el pago de impuestos.

16.- Tener una aventura fuera del matrimonio.

17.- Pena de muerte.

18.- Tomar marihuana o hachís.

19.- Violencia de género en la pareja/matrimonio.

20.- Terrorismo.

 

Cabe resaltar que del número 9 en adelante consideramos que los comportamientos son entre malos y atroces.

A este consenso se ha llegado de forma pacífica, no sin tener que ceder en ocasiones. Sin embargo, consideramos que todos, más o menos por igual, nos vemos reflejados en esta clasificación, ya que hemos tenido en cuenta todas las opiniones por igual.

Los jóvenes del instituto han debatido, por otro lado, los valores que consideran más y menos importantes y han expuesto las razones por las cuales suelen discutir con sus padres. Estos han sido los resultados:


Valores de los jóvenes (de 1 muy importante a 12 poco o nada importante):

1.- Salud.

2.- Amigos y conocidos.

3.- Ganar dinero.

4.- Familia.

5.- Ocio y tiempo libre.

6.- Vida sexual satisfactoria.

7.- Vida moral digna.

8.- Trabajo.

9.- Estudios, formación, competencia profesional.

10.- Pareja.

11.- Política.

12.- Religión.

 

Razones por las que los jóvenes discuten con los padres (de 1 poco frecuente a 11 muy frecuente):

1.- La religión.

2.- Ideas/actividades políticas.

3.- El dinero.

4.- Levantarse tarde.

5.- Las amistades.

6.- Pasar la noche fuera.

7.- Algunas costumbres.

8.- Hora de llegada por la noche.

9.- La colaboración en el trabajo doméstico.

10.- Pasarse con el alcohol.

11.- Los estudios.

Por último, quiero comentar cuales son los valores del centro, a los que hemos llegado tras un largo pero fructífero debate:

- Libertad.

- Respeto.

- Solidaridad.

- Igualdad.

- Espíritu crítico.

- Trabajo en equipo.

- Inclusión.

- Diversidad cultural.

- Tecnología.

- Creatividad.


lunes, 12 de octubre de 2020

¿Instruir para aprobar o educar para vivir?


La RAE define educación como la acción o el efecto de educar. Además, entiende educación como la instrucción por medio de la acción docente. Las demás acepciones no tienen relación con este ámbito, ya que se refieren a la crianza y a la cortesía.

La primera acepción nos puede dejar bastante desorientados: ¿recordáis cuando nos decían en el cole que lo definido no debe entrar nunca en la definición? Pues la RAE, entre otras cosas, es una experta en esto.

Para poder entenderla mejor, debemos acudir, por lo tanto, a la definición de educar. Así, nos encontramos con varias entradas:

1. Dirigir, encaminar, doctrinar.

2. Desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc.

3. Perfeccionar o afinar los sentidos.

Y otras dos, nada relacionadas con el tema en cuestión.

De este modo, podríamos decir que se entiende como definición aceptada de educación al acto de educar, es decir, de dirigir, encaminar, desarrollar y/o perfeccionar las facultades intelectuales y morales.

Sin embargo, en esta definición, en ningún momento se hace alusión por parte de quien se lleva a cabo esta actividad educativa. La segunda acepción si hace referencia al sujeto que realiza la acción: el docente. Sin embargo, destaca que la actividad del profesor es instruir.

De este modo, si queremos entender bien que es lo que la real academia pretende decirnos que debe hacer el docente, tenemos que acudir nuevamente al diccionario y buscar la definición de instruir.

Se entiende por instruir como enseñar, comunicar sistemáticamente ideas, conocimientos o doctrinas.

Por lo tanto, si hacemos caso estricto a lo que dice la RAE que es la actividad docente, nos ceñiremos al acto de instruir y, por lo tanto, de comunicar ideas y conocimientos (es decir, de enseñar, de indicar, mostrar, exponer).

En mi opinión, muchos profesores siguen muy bien las instrucciones de la RAE, ya que es una actividad que se hace a la perfección. Sin embargo, lo que no se hace tan a la perfección es transmitir valores, conocimientos y experiencias útiles para la vida en sociedad.

La definición de educación como la acción de educar no es errónea per sé, ya que, aunque pueda parecer una perogrullada (que lo es), no es falso. El problema radica en que señala que la educación que realiza el docente es instruir. Sin embargo, en mi opinión, la educación en las escuelas debe ser algo mucho más profundo, transversal, que ocupe todos los ámbitos posibles, ya que los alumnos en el mundo se van a tener que enfrentar con realidades y situaciones muy diferentes y, además, debe se eminentemente práctica. La vida es una constante práctica, un constante hacer y resolver de forma material y no solo intelectual.

Por lo tanto, si educar es algo mucho más amplio, y la educación es la acción de educar, por lo tanto, se debe entender la educación como el acto de transmitir conocimientos útiles para la vida, que abarquen el mayor número de ámbitos posibles, desde una perspectiva teórica, pero con una gran carga práctica, que sea coherente con la actividad vital propiamente dicha, la realización de actividades. Además, no debe olvidarse que la vida misma lleva implícita socialización. Por lo tanto, la educación no debe centrarse solamente en desarrollar habilidades y conocimientos para realizar con éxito las diferentes actividades y enfrentar de manera más eficiente los problemas, sino que tiene que interesarse por la interacción con los demás desde una perspectiva de respeto. De este modo, es condición necesaria la educación en valores. Es cierto que la RAE hace alusión a educación como el acto de perfeccionar las facultades morales, pero en ningún momento señala que sea actividad del docente.

Se que podríais acusarme de intentar sacar punta a la cuestión: “Si no especifica quien debe realizar la acción, no excluye a los profesores de ello”. Y es cierto, no os lo voy a negar, pero tampoco podéis decirme que no os llama la atención que se destaque la educación como la acción de instruir por parte del docente, pero que no se haga mención a una actividad docente educativa desde una visión más amplia.

Desde mi punto de vista, el problema radica en que socialmente está muy asumida la idea de que los niños van a la escuela a aprender contenidos curriculares, y no a formarse en valores morales, a crecer como personas.

Si no sois amigos de los grandes textos, aquí os dejo un resumen de lo que es para mí la educación: “La educación es el acto de educar, entendiendo esto como la transmisión de conocimientos tanto teóricos como prácticos en materias curriculares y extracurriculares, todas ellas orientadas a los diferentes ámbitos de la vida. Asimismo, educar debe ser una actividad transversal e integral, teniendo como objetivo necesario la transmisión de valores, con el objetivo de hacer crecer a los alumnos como personas respetuosas, libres y sin prejuicios”.

Con respecto a estos valores, podríamos estarnos horas y horas hablando de ellos. Sin embargo, esto no quita de que no podamos reflexionar un poco sobre ellos. En primer lugar, deseo llevar a cabo un comentario resumido de cuales son aquellos que los sondeos muestran que los jóvenes destacan para, posteriormente, dejar constancia de cuál es mi opinión acerca del tema.  

En el informe Jóvenes españoles 20101 de la Fundación SM, caben destacar como principales conclusiones que los aspectos a los que más importancia dan los jóvenes son:

1. La familia, la salud y los amigos y conocidos.

2. Un 46,3% de los jóvenes no confían en un futuro prometedor para ellos.

3. El 42% consideran que la naturaleza resiste el impacto de los países desarrollados.

4. Más del 50% de los jóvenes o no confían en la gente porque piensan que no les importa mucho lo que les ocurra a los demás.

5. Más del 80% no pertenece a ningún tipo de asociación u organización.

6. El 56,5% no muestra interés en la política porque consideran que no le afecta en nada directamente.

7. Los jóvenes desean emanciparse, pero de forma tardía. Antes quieren irse a vivir con su pareja.

8. Dan mucha importancia a las infidelidades.

9. Los jóvenes desean tener hijos con sus parejas, pero como un objetivo a largo plazo.

10. La religión no ocupa un lugar importante en sus intereses, aunque más de un 50% se consideran católicos.

11. Salir a discotecas, bares, cafeterías o ir al cine son actividades que los jóvenes consideran muy importantes.

12. Las mujeres son más aficionadas a ir de tiendas y leer, mientras que los hombres juegan más a videojuegos (desde una perspectiva muy binaria, como acostumbran todos los sondeos, problema que empieza a ser hora de solucionar…).

13. El número de jóvenes que valoran como importante o muy importante salir a beber alcohol es de casi el 27% (en 2010), más de cuatro puntos por debajo de los resultados de los sondeos de 2004.

14. El uso del móvil ha pasado de mayoritario a prácticamente absoluto, se ha duplicado el porcentaje de jóvenes que usa el ordenador a diario y la principal utilidad de las redes sociales es pasar el raro y hacer amigos.

15. El 77% de los jóvenes extranjeros consideran que los inmigrantes deben adaptarse a la cultura de los españoles, aunque consideran que debemos respetar todas sus costumbres siempre y cuando no sean anticonstitucionales. La mayoría de los jóvenes inmigrantes aceptan que los inmigrantes quitan el trabajo a los españoles.

16. Los principales problemas de los jóvenes inmigrantes son el paro (el 86%), el racismo y la xenofobia (76%), la violencia juvenil (72%), la falta de futuro y la calidad del empleo (70%).

17. El porcentaje de jóvenes inmigrantes creyentes es mayor que el de los españoles (81% frente al 53,5%).

En mi análisis de los resultados obtenidos de este sondeo, me llama la atención que los jóvenes, a pesar de estar en etapas complicadas como la adolescencia, valoran a su familia tanto como a sus amigos. Además, me resulta curioso la importancia que le dan a la salud. Sin embargo, esta importancia que se le da a la salud no se si es un espejismo, era palabrería, o es que, en la actualidad, diez años más tarde, esto ha cambiado drásticamente. Sin embargo, no considero a los jóvenes menos concienciados con la salud que a los adultos. Es más, en muchas ocasiones, creo que los jóvenes son más racionales con el tema de los cuidados y la prevención de riesgos.

Resulta llamativo que casi la mitad de los jóvenes no confíen en tener un futuro prometedor. Esto me parece realmente preocupante, ya que puede desembocar en falta de motivación y, por lo tanto, en peores resultados académicos. Además, me parece que es un indicador de fracaso general como sociedad.

Cada vez son menos participativos en actividades sociales y no confían en los demás. Este aspecto me parece muy triste, y considero que es nuevamente un gran fracaso social. Puede esta ser una de las razones por las cuales, cada vez más, se aboga por la individualidad por delante de lo colectivo.

Con respecto a los proyectos de pareja de los jóvenes, muy probablemente en la actualidad hayan cambiado significativamente, ya que han aparecido nuevas formas de relacionarse (por ejemplo, el poliamor) y se está optando cada vez más por el no compromiso.

El tema de la infidelidad, probablemente, siga siendo una preocupación importante en los jóvenes, y uno de los asuntos que más puedan dañar psicológicamente a estos. Los sentimientos de rechazo parecen ser cada vez más fuertes y generar mayores impactos psicológicos.

Con respecto a la forma de socialización, probablemente ahora los jóvenes hacen más uso aún de las redes sociales. Sin embargo, en las actividades que se realizan fuera del domicilio, siguen siendo muy importantes las salidas a discotecas, cines, cafeterías y bares como formas de diversión.

Por último, y no por ello menos importante en absoluto, quiero destacar el problema de los jóvenes inmigrantes en nuestro país. Los porcentajes en cuanto a oportunidades son realmente vergonzosos. Con respecto a la extendida creencia rancia de que los inmigrantes nos quitan el trabajo, resulta llamativo que haya llegado hasta el punto de que ellos mismos lo creen. Esto, no cabe duda, de que es un nuevo fracaso como sociedad, y un claro ejemplo de la supremacía que ejercemos sobre las personas inmigrantes (en muchos casos, sobre personas racializadas), aunque haya quienes se crean que el racismo es un problema ya solventado…

Una vez expuestos estos resultados, y tras haber realizado un análisis de ellos, quiero exponer cuales son, desde mi punto de vista, los valores que yo considero más relevantes. No pretendo clasificarlos en una jerarquía muy concreta, ya que me parece injusto y complicado, sino en grandes bloques.

En primer lugar, educar en valores por la igualdad, la equidad, la diversidad y la inclusividad. Educar en la diversidad sexual, racial, cultural, de género, identidades, etc. Deshacer de falsos prejuicios, con una máxima clara: respetar los derechos humanos. Además, concienciar de la importancia de la salud, las formas de vida saludables, y asesorar sobre formas de ocio y de diversión saludables. Esto es un tema muy amplio del cual estaré encantada de hablar en otras entradas posteriores.

Por otro lado, creo relevante educar en formas de resolver conflictos evitando la violencia, y sobre técnicas para saber sobrellevar ciertos ataques psicológicos. Debemos resaltar la importancia de la salud mental y educar en que los problemas de salud mental deben tenerse realmente muy en cuenta, y no creernos que son formas de llamar la atención o que se solucionen dando un paseo.



Además, es importante educar en valores familiares, remarcar la importancia del trabajo, promover una cultura del esfuerzo, pero no por ello caer en tópicos productivistas que pretenden resaltar que la validez de las personas está íntimamente relacionada con su capacidad de hacer.

Por último, a pesar de que soy consciente de que faltan muchas cosas por hablar, y que podría llenar páginas y páginas hablando de esto, simplemente comentar un aspecto: la importancia de desarrollar la inteligencia emocional y afectiva. Educar a los jóvenes para que sepan gestionar sus emociones, y para que sepan relacionarse de una manera sana, no tóxica con los demás, tanto en ámbitos de amistad como de amor. Es importante que los jóvenes sepan valorar sus relaciones y cuidarlas.

 

 

1 “Jóvenes españoles 2010”. Dosier de prensa. Juan María González-Anleo Sánchez, José Antonio López Ruiz, Maite Valls Iparraguirre, Luis Ayuso Sánchez y Gonzalo González Sanz. Dirección y coordinación: Juan González-Anleo y Pedro González Blasco. Editorial: Fundación SM. ISBN:  978-84-675-4474-9.


¡OH, MI YO!

¡Oh, mi yo! ¡oh, vida! de sus preguntas que vuelven, del desfile interminable de los desleales, de las ciudades llenas de necios. De...