Mostrando entradas con la etiqueta Educación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Educación. Mostrar todas las entradas

sábado, 31 de octubre de 2020

¡OH, MI YO!


¡Oh, mi yo! ¡oh, vida!

de sus preguntas que vuelven,

del desfile interminable de los desleales,

de las ciudades llenas de necios.

De mí mismo, que me reprocho siempre

(pues, ¿quién es más necio que yo, ni más desleal?).

De los ojos que en vano ansían la luz,

de los objetos despreciables,

de la lucha siempre renovada,

de los malos resultados de todo,

de las multitudes afanosas y sórdidas que me rodean.

De los años vacíos e inútiles de los demás,

yo entrelazado con los demás.

La pregunta, ¡oh, mi yo!,

la pregunta triste que vuelve

- ¿qué de bueno hay en medio de estas cosas,

oh, mi yo, oh, vida? -

Respuesta:

Que estás aquí,

que existe la vida y la identidad,

que prosigue el poderoso drama,

y que tú puedes contribuir con un verso.

Oh mi yo, ¡oh, vida!

De las almas que vuelan,

De las miradas que brillan,

De las sonrisas ocultas,

Que, tras la oscuridad,

Esconden el germen de la niñez

 

Como no podía ser de otra manera, no podía dejar de lado el poema ¡Oh, mi yo! De Walt Whitman para cerrar con las entradas de esta asignatura (Procesos y Contextos Educativos). No, no os asustéis, no significa esto que vaya a abandonar el blog. Aún quiero subir mucho más contenido relacionado con el tema de la educación, contenido de divulgación científica, de química, de problemas sociales, visibilidad de realidades del colectivo LGTBIQ+, etc. Sin embargo, esta es la última entrada que enmarco dentro de esta asignatura, que ya terminó. Una asignatura que, si bien está repleta de contenido que habrá que tener en cuenta siempre y mantener en revisión constante, a modo de resumen, lo que más me ha transmitido son las ganas de lanzarme a la piscina con mi profesión. Sin embargo, este no será un salto a ciegas.

En apenas un mes, junto con las otras dos asignaturas, mi visión acerca de la educación, la labor docente, y las necesidades de nuestro sistema educativo han cambiado mucho. Si algo tengo muy claro es que este máster no es más que un punto de partida en mi formación, y que esta deberá mantenerse a lo largo de toda mi carrera profesional. Si bien no va a ser una tarea fácil, aunque pueda provocar cierto vértigo, no podía estar más ilusionada con el camino que he elegido en mi vida, y no podría reafirmarme de mejor manera en mi vocación.

Hasta ahora, en lo poco que he hecho como profe, creo que lo que más he aportado ha sido ilusión, hacer que mis alumnos se interesen por la materia en concreto, despertarles la curiosidad, motivarles.

A partir de ahora, debo continuar con esa ilusión, con esa filosofía de encontrar en los niños, adolescentes y jóvenes esa ilusión y esa curiosidad que llevan todos dentro, y que tan solo hay que hacer aflorar (que fácil se dice).

Aportaré en todos los aspectos necesarios para una educación (no instrucción) integral. Cabe resaltar que, para mí, los valores éticos son fundamentales, punto en el que haré hincapié. De nada sirve tener mucha cultura si no se es capa de respetar a los demás, de querer al mundo, de gozar con el amor (y no, no me refiero a amor romántico, sino al amor de los seres humanos con los demás, ese que muchas veces se nos olvida).

Por último, quería comentar mi contribución al poema con un verso, que coloqué resaltado y en cursiva. Había pensado explicarlo, pero… ¿no sería eso limitar vuestra percepción e imaginación? ¿no es mejor que os deje total libertad de interpretación? Si alguien quiere dar su propia visión del significado que tiene ya sabéis… ¡ponedla en los comentarios!

viernes, 23 de octubre de 2020

O Pelouro: ¿una educación inclusiva?



La escuela O Pelouro nace, en palabras de su Co-Fundador Juan Llauder, “con el fin de atender a la necesidad de ser, poder ser uno y ser uno con otros en un mundo de niños”. A toda vista, parece un proyecto innovador, motivador, bondadoso y con valores éticos muy importantes como la equidad.

En el vídeo1, los niños se muestran muy contentos, dicen que se sienten libres, que se relacionan con otros niños que tienen síndromes y aprenden de ellos. Sin embargo, uno de ellos, habla de una compañera como “una autista de la que puede aprender mucho”, lo que da reflejo de que el centro ha generado una etiqueta que se ve de alguna forma estigmatizada. Un centro que no hiciese diferenciación no tendría niños que destacasen que alguien sea autista desde un plano, en el cual, parece sorprender que alguien autista te pueda enseñar cosas. ¿Quizá haya demasiados estereotipos asumidos de inicio?

Cuentan que la educación de las escuelas clásicas ha quedado obsoleta, lo cual comparto completamente, ya que no se centran en el desarrollo de la personalidad, en la socialización, en la educación en valores, etc. Por el contrario, se preocupan de educar en contenidos (que realmente tenemos al alcance con el desarrollo de internet). Es decir, no está contextualizada en la realidad del mundo actual.

Además, explican que se sabe mucho de cómo son los niños, pero no se aplica en ellos las estrategias de aprendizaje óptimas. Sin embargo, si se observa el interés en que se obtengan resultados de ellos: “los niños se han mercantilizado”. No podría estar más de acuerdo con esta afirmación. Ya desde pequeños, les enseñamos que tienen que estudiar porque hay que aprobar para labrarse un futuro. Sin embargo, en ningún momento se les dice que tienen que aprender. No se les motiva, no se les hacen actividades orientadas a la introspección, a que se descubran a si mismos, a que se conozcan, a que encuentren sus gustos.

También critican que en los informes PISA se buscan resultados buenos, desde un resultado controlado, sin tener en cuenta el caos. Esto entra muy en relación con la idea de la teoría del etiquetado que tanto hemos escuchado en clase. Se genera la idea de niños muy capacitados y otros que no llegan, con el estigma asociado de ser menos válidos. No tienen en cuenta los distintos ritmos ni intereses, ya que son pruebas de masa que valoran una homogeneidad y no la diversidad. De esta forma, en estos chavales se depositan menos esperanzas, lo cual puede llevar consigo un claro efecto Pigmalion negativo a nivel individual, provocando que esos chicos se desmotiven y no den lo mejor de si (por lo tanto, no desarrollen todas sus capacidades). A mi modo de ver, la escuela actualmente es un sumidero terrible de recursos humanos.

Además, puedo observar en el vídeo que algunos de los alumnos que hablan están muy concienciados de la importancia de educar en las emociones, las relaciones interpersonales, el descubrirse a uno mismo y a los demás… y dan una importancia relativa a los contendidos. Sin duda, esto refleja que O Pelouro se centra en ese desarrollo de competencias básicas (que no son, ni mucho menos, los contenidos teóricos de las asignaturas) del que tanto hincapié se hace pero que, realmente, no se aplica en la enseñanza más tradicional y extendida.

Posteriormente explican que el método se basa en encender la pasión por conocer de los estudiantes, para que así tengan actitud investigadora, ganas de descubrir. Para mí, este es el punto fundamental de la educación. Tenemos que ser guías que, en primera instancia, mediante una presentación divulgativa de los contendidos, emocione, despierte curiosidad, para que los alumnos quieran descubrir por si mismos. Es en ese momento en el que los docentes debemos dotarles de herramientas para que sepan buscar y seleccionar la información relevante y fiable. En un mundo en el cual la información está por todos lados (es más, vivimos en la era de la sobreinformación), a veces se da la paradoja de que se produce un proceso de desinformación. De este modo, debemos conseguir desarrollar personas con ilusión, autónomas, cuyo aprendizaje valga para toda la vida. Aportar datos nuevos no tiene apenas valor, ya que el 80% de la información se encuentra digitalizada y en internet. Sin embargo, lo que si se valora, es conseguir el desarrollo de las competencias básicas fundamentadas en las inteligencias múltiples.  

En O Pelouro, el perfil profesional media, facilita, apoya y compaña al niño en el aprendizaje. Además, aprenden en el interés de cada niño. Este es otro aspecto fundamental: educar en las cosas que les interesan a nuestros estudiantes, para que puedan ir descubriendo a partir de ellas más, y no desde el interés de un sistema que es realmente homogeneizador y se centra en intereses sociales y culturales establecidos.

Si hay algo que no me convence de O Pelouro, es la idea de normalización de “estudiantes con necesidades especiales”. Estoy totalmente en contra de la idea de normalización, ya que resulta llamativo que se quiera fomentar la diversidad, pero se pretendan erradicar las diferencias inherentes a cada persona. La idea de diferencia de capacidades es realmente un problema, el capacitismo está muy presente en nuestra sociedad. Hablan de que las personas Autistas pueden tener “islas de normalidad”. Ahora yo me pregunto…: ¿qué es la normalidad?¿hay que “normalizar tantas cosas?¿o igual lo que hay que hacer es “cotidianizar”?

Y lo que es más importante…¿y si dejamos de hablar de las personas autistas como si los alistas supiéramos más que ellos?¿Y si dejamos de lado esa concepción de las discapacidades como algo relacionado intrínsecamente con capacidades?

Yo, desde una perspectiva alista, no puedo hablar de la realidad de las personas autistas, pero si puedo reivindicar que les escuchemos, que no podemos saber más que ellos de ellos mismos, y que dejemos de asumir cosas.




Lanzando esta reflexión, cierro esta entrada (por cierto, esta es una forma también de educar, incentivar que los alumnos reflexionen, no darles todas las respuestas, haceres que piensen por ellos mismos).

 

 

 


miércoles, 14 de octubre de 2020

IES HEDY LAMARR



En la actividad realizada el día 13/10/2020 hemos organizado un centro escolar. Para ello, la clase se ha dividido en tres grupos, cada uno de los cuales ha “fundado” un instituto diferente.

A la par que nuestros compañeros del grupo 1, con su centro de enseñanza pública de ESO y Bachillerato Rosa Chacel, en un barrio de la ciudad de Valladolid, y el grupo 3, con el IES Teresa Oñate, centro público de ESO y Bachillerato situado en el barrio de Arturo Eyries, el grupo 2 hemos organizado un nuevo centro escolar, en este caso en el centro urbano de Palencia. El instituto es público e imparte también para ESO y Bachillerato. Siguiendo la tendencia, nuestro centro también lleva el nombre de una mujer (realmente alias, ya que su nombre real es Hedwig Eva María Kiesler): Hedy Lamarr. Esta elección se realiza, en primer lugar, con el fin de visibilizar a esta mujer, que fue una actriz de cine e inventora Austriaca. Sus inventos en tecnología fueron muy destacados: entre ellos, la primera versión del espectro ensanchado que permitía las comunicaciones inalámbricas de larga distancia. Por otro lado, en honor a alguno de los valores que este instituto quiere transmitir: la importancia de las nuevas tecnologías en la sociedad actual, las aplicaciones diversas que presentan las TIC (como medio de transmisión del conocimiento) y el uso responsable e inteligente de las mismas.

Una vez elegido el nombre del centro y su logística, hemos querido dar una definición de educación. Para nosotros, es el proceso de transmitir valores a la sociedad de los jóvenes y facilitar el desarrollo de las capacidades intelectuales y morales de aprender.

Para hacer un análisis de los valores de los jóvenes, hemos contado con cuatro alumnos, cinco profesores, cuatro padres, un representante del personal de administración y servicios (PAS), un jefe de estudios, un representante del ayuntamiento, una secretaria y, por supuesto, con la directora del centro.

Por un lado, los jóvenes junto con otros representantes han debatido y llegado a un consenso sobre los valores que tienen y las razones por las cuales discuten con los padres. Por otro lado, la directora, el representante PAS, los padres y profesores también hemos llevado a debate, en esta ocasión, que comportamientos nos parecen más aceptables moralmente.

Yo, como miembro de la plantilla de profesores, he debatido junto a mis compañeros y los padres sobre los comportamientos que consideramos más aceptables. Aunque no fue un debate sencillo, ya que las ideas de cada uno tienen mucho peso y es difícil ceder en algunos casos, los resultados se muestran a continuación. Así, podemos ver una lista, donde el 1 significa totalmente aceptado, incluso a favor de ello, y esta aceptación va haciéndose algo menor, hasta llegar a los últimos puestos, donde se consideran comportamientos inaceptables:


1.- Adopción de hijos por parejas homosexuales (gais/lesbianas).

2.- Una mujer decide tener un hijo sin relación estable.

3.- Adopción de un hijo por adultos sin relación estable.

4.- Aborto.

5.- Relaciones sexuales (obviamente consentidas) entre menores de edad.

6.- Divorcio.

7.- Eutanasia.

8.- Suicidio.

9.- Evitar pagar el billete en el transporte público.

10.- Emborracharse a propósito.

11.- Mentir en tu propio interés personal.

12.- Hacer ruido los fines de semana.

13.- Clonación de personas.

14.- Causar destrozos en la calle.

15.- Engañar en el pago de impuestos.

16.- Tener una aventura fuera del matrimonio.

17.- Pena de muerte.

18.- Tomar marihuana o hachís.

19.- Violencia de género en la pareja/matrimonio.

20.- Terrorismo.

 

Cabe resaltar que del número 9 en adelante consideramos que los comportamientos son entre malos y atroces.

A este consenso se ha llegado de forma pacífica, no sin tener que ceder en ocasiones. Sin embargo, consideramos que todos, más o menos por igual, nos vemos reflejados en esta clasificación, ya que hemos tenido en cuenta todas las opiniones por igual.

Los jóvenes del instituto han debatido, por otro lado, los valores que consideran más y menos importantes y han expuesto las razones por las cuales suelen discutir con sus padres. Estos han sido los resultados:


Valores de los jóvenes (de 1 muy importante a 12 poco o nada importante):

1.- Salud.

2.- Amigos y conocidos.

3.- Ganar dinero.

4.- Familia.

5.- Ocio y tiempo libre.

6.- Vida sexual satisfactoria.

7.- Vida moral digna.

8.- Trabajo.

9.- Estudios, formación, competencia profesional.

10.- Pareja.

11.- Política.

12.- Religión.

 

Razones por las que los jóvenes discuten con los padres (de 1 poco frecuente a 11 muy frecuente):

1.- La religión.

2.- Ideas/actividades políticas.

3.- El dinero.

4.- Levantarse tarde.

5.- Las amistades.

6.- Pasar la noche fuera.

7.- Algunas costumbres.

8.- Hora de llegada por la noche.

9.- La colaboración en el trabajo doméstico.

10.- Pasarse con el alcohol.

11.- Los estudios.

Por último, quiero comentar cuales son los valores del centro, a los que hemos llegado tras un largo pero fructífero debate:

- Libertad.

- Respeto.

- Solidaridad.

- Igualdad.

- Espíritu crítico.

- Trabajo en equipo.

- Inclusión.

- Diversidad cultural.

- Tecnología.

- Creatividad.


lunes, 12 de octubre de 2020

¿Instruir para aprobar o educar para vivir?


La RAE define educación como la acción o el efecto de educar. Además, entiende educación como la instrucción por medio de la acción docente. Las demás acepciones no tienen relación con este ámbito, ya que se refieren a la crianza y a la cortesía.

La primera acepción nos puede dejar bastante desorientados: ¿recordáis cuando nos decían en el cole que lo definido no debe entrar nunca en la definición? Pues la RAE, entre otras cosas, es una experta en esto.

Para poder entenderla mejor, debemos acudir, por lo tanto, a la definición de educar. Así, nos encontramos con varias entradas:

1. Dirigir, encaminar, doctrinar.

2. Desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc.

3. Perfeccionar o afinar los sentidos.

Y otras dos, nada relacionadas con el tema en cuestión.

De este modo, podríamos decir que se entiende como definición aceptada de educación al acto de educar, es decir, de dirigir, encaminar, desarrollar y/o perfeccionar las facultades intelectuales y morales.

Sin embargo, en esta definición, en ningún momento se hace alusión por parte de quien se lleva a cabo esta actividad educativa. La segunda acepción si hace referencia al sujeto que realiza la acción: el docente. Sin embargo, destaca que la actividad del profesor es instruir.

De este modo, si queremos entender bien que es lo que la real academia pretende decirnos que debe hacer el docente, tenemos que acudir nuevamente al diccionario y buscar la definición de instruir.

Se entiende por instruir como enseñar, comunicar sistemáticamente ideas, conocimientos o doctrinas.

Por lo tanto, si hacemos caso estricto a lo que dice la RAE que es la actividad docente, nos ceñiremos al acto de instruir y, por lo tanto, de comunicar ideas y conocimientos (es decir, de enseñar, de indicar, mostrar, exponer).

En mi opinión, muchos profesores siguen muy bien las instrucciones de la RAE, ya que es una actividad que se hace a la perfección. Sin embargo, lo que no se hace tan a la perfección es transmitir valores, conocimientos y experiencias útiles para la vida en sociedad.

La definición de educación como la acción de educar no es errónea per sé, ya que, aunque pueda parecer una perogrullada (que lo es), no es falso. El problema radica en que señala que la educación que realiza el docente es instruir. Sin embargo, en mi opinión, la educación en las escuelas debe ser algo mucho más profundo, transversal, que ocupe todos los ámbitos posibles, ya que los alumnos en el mundo se van a tener que enfrentar con realidades y situaciones muy diferentes y, además, debe se eminentemente práctica. La vida es una constante práctica, un constante hacer y resolver de forma material y no solo intelectual.

Por lo tanto, si educar es algo mucho más amplio, y la educación es la acción de educar, por lo tanto, se debe entender la educación como el acto de transmitir conocimientos útiles para la vida, que abarquen el mayor número de ámbitos posibles, desde una perspectiva teórica, pero con una gran carga práctica, que sea coherente con la actividad vital propiamente dicha, la realización de actividades. Además, no debe olvidarse que la vida misma lleva implícita socialización. Por lo tanto, la educación no debe centrarse solamente en desarrollar habilidades y conocimientos para realizar con éxito las diferentes actividades y enfrentar de manera más eficiente los problemas, sino que tiene que interesarse por la interacción con los demás desde una perspectiva de respeto. De este modo, es condición necesaria la educación en valores. Es cierto que la RAE hace alusión a educación como el acto de perfeccionar las facultades morales, pero en ningún momento señala que sea actividad del docente.

Se que podríais acusarme de intentar sacar punta a la cuestión: “Si no especifica quien debe realizar la acción, no excluye a los profesores de ello”. Y es cierto, no os lo voy a negar, pero tampoco podéis decirme que no os llama la atención que se destaque la educación como la acción de instruir por parte del docente, pero que no se haga mención a una actividad docente educativa desde una visión más amplia.

Desde mi punto de vista, el problema radica en que socialmente está muy asumida la idea de que los niños van a la escuela a aprender contenidos curriculares, y no a formarse en valores morales, a crecer como personas.

Si no sois amigos de los grandes textos, aquí os dejo un resumen de lo que es para mí la educación: “La educación es el acto de educar, entendiendo esto como la transmisión de conocimientos tanto teóricos como prácticos en materias curriculares y extracurriculares, todas ellas orientadas a los diferentes ámbitos de la vida. Asimismo, educar debe ser una actividad transversal e integral, teniendo como objetivo necesario la transmisión de valores, con el objetivo de hacer crecer a los alumnos como personas respetuosas, libres y sin prejuicios”.

Con respecto a estos valores, podríamos estarnos horas y horas hablando de ellos. Sin embargo, esto no quita de que no podamos reflexionar un poco sobre ellos. En primer lugar, deseo llevar a cabo un comentario resumido de cuales son aquellos que los sondeos muestran que los jóvenes destacan para, posteriormente, dejar constancia de cuál es mi opinión acerca del tema.  

En el informe Jóvenes españoles 20101 de la Fundación SM, caben destacar como principales conclusiones que los aspectos a los que más importancia dan los jóvenes son:

1. La familia, la salud y los amigos y conocidos.

2. Un 46,3% de los jóvenes no confían en un futuro prometedor para ellos.

3. El 42% consideran que la naturaleza resiste el impacto de los países desarrollados.

4. Más del 50% de los jóvenes o no confían en la gente porque piensan que no les importa mucho lo que les ocurra a los demás.

5. Más del 80% no pertenece a ningún tipo de asociación u organización.

6. El 56,5% no muestra interés en la política porque consideran que no le afecta en nada directamente.

7. Los jóvenes desean emanciparse, pero de forma tardía. Antes quieren irse a vivir con su pareja.

8. Dan mucha importancia a las infidelidades.

9. Los jóvenes desean tener hijos con sus parejas, pero como un objetivo a largo plazo.

10. La religión no ocupa un lugar importante en sus intereses, aunque más de un 50% se consideran católicos.

11. Salir a discotecas, bares, cafeterías o ir al cine son actividades que los jóvenes consideran muy importantes.

12. Las mujeres son más aficionadas a ir de tiendas y leer, mientras que los hombres juegan más a videojuegos (desde una perspectiva muy binaria, como acostumbran todos los sondeos, problema que empieza a ser hora de solucionar…).

13. El número de jóvenes que valoran como importante o muy importante salir a beber alcohol es de casi el 27% (en 2010), más de cuatro puntos por debajo de los resultados de los sondeos de 2004.

14. El uso del móvil ha pasado de mayoritario a prácticamente absoluto, se ha duplicado el porcentaje de jóvenes que usa el ordenador a diario y la principal utilidad de las redes sociales es pasar el raro y hacer amigos.

15. El 77% de los jóvenes extranjeros consideran que los inmigrantes deben adaptarse a la cultura de los españoles, aunque consideran que debemos respetar todas sus costumbres siempre y cuando no sean anticonstitucionales. La mayoría de los jóvenes inmigrantes aceptan que los inmigrantes quitan el trabajo a los españoles.

16. Los principales problemas de los jóvenes inmigrantes son el paro (el 86%), el racismo y la xenofobia (76%), la violencia juvenil (72%), la falta de futuro y la calidad del empleo (70%).

17. El porcentaje de jóvenes inmigrantes creyentes es mayor que el de los españoles (81% frente al 53,5%).

En mi análisis de los resultados obtenidos de este sondeo, me llama la atención que los jóvenes, a pesar de estar en etapas complicadas como la adolescencia, valoran a su familia tanto como a sus amigos. Además, me resulta curioso la importancia que le dan a la salud. Sin embargo, esta importancia que se le da a la salud no se si es un espejismo, era palabrería, o es que, en la actualidad, diez años más tarde, esto ha cambiado drásticamente. Sin embargo, no considero a los jóvenes menos concienciados con la salud que a los adultos. Es más, en muchas ocasiones, creo que los jóvenes son más racionales con el tema de los cuidados y la prevención de riesgos.

Resulta llamativo que casi la mitad de los jóvenes no confíen en tener un futuro prometedor. Esto me parece realmente preocupante, ya que puede desembocar en falta de motivación y, por lo tanto, en peores resultados académicos. Además, me parece que es un indicador de fracaso general como sociedad.

Cada vez son menos participativos en actividades sociales y no confían en los demás. Este aspecto me parece muy triste, y considero que es nuevamente un gran fracaso social. Puede esta ser una de las razones por las cuales, cada vez más, se aboga por la individualidad por delante de lo colectivo.

Con respecto a los proyectos de pareja de los jóvenes, muy probablemente en la actualidad hayan cambiado significativamente, ya que han aparecido nuevas formas de relacionarse (por ejemplo, el poliamor) y se está optando cada vez más por el no compromiso.

El tema de la infidelidad, probablemente, siga siendo una preocupación importante en los jóvenes, y uno de los asuntos que más puedan dañar psicológicamente a estos. Los sentimientos de rechazo parecen ser cada vez más fuertes y generar mayores impactos psicológicos.

Con respecto a la forma de socialización, probablemente ahora los jóvenes hacen más uso aún de las redes sociales. Sin embargo, en las actividades que se realizan fuera del domicilio, siguen siendo muy importantes las salidas a discotecas, cines, cafeterías y bares como formas de diversión.

Por último, y no por ello menos importante en absoluto, quiero destacar el problema de los jóvenes inmigrantes en nuestro país. Los porcentajes en cuanto a oportunidades son realmente vergonzosos. Con respecto a la extendida creencia rancia de que los inmigrantes nos quitan el trabajo, resulta llamativo que haya llegado hasta el punto de que ellos mismos lo creen. Esto, no cabe duda, de que es un nuevo fracaso como sociedad, y un claro ejemplo de la supremacía que ejercemos sobre las personas inmigrantes (en muchos casos, sobre personas racializadas), aunque haya quienes se crean que el racismo es un problema ya solventado…

Una vez expuestos estos resultados, y tras haber realizado un análisis de ellos, quiero exponer cuales son, desde mi punto de vista, los valores que yo considero más relevantes. No pretendo clasificarlos en una jerarquía muy concreta, ya que me parece injusto y complicado, sino en grandes bloques.

En primer lugar, educar en valores por la igualdad, la equidad, la diversidad y la inclusividad. Educar en la diversidad sexual, racial, cultural, de género, identidades, etc. Deshacer de falsos prejuicios, con una máxima clara: respetar los derechos humanos. Además, concienciar de la importancia de la salud, las formas de vida saludables, y asesorar sobre formas de ocio y de diversión saludables. Esto es un tema muy amplio del cual estaré encantada de hablar en otras entradas posteriores.

Por otro lado, creo relevante educar en formas de resolver conflictos evitando la violencia, y sobre técnicas para saber sobrellevar ciertos ataques psicológicos. Debemos resaltar la importancia de la salud mental y educar en que los problemas de salud mental deben tenerse realmente muy en cuenta, y no creernos que son formas de llamar la atención o que se solucionen dando un paseo.



Además, es importante educar en valores familiares, remarcar la importancia del trabajo, promover una cultura del esfuerzo, pero no por ello caer en tópicos productivistas que pretenden resaltar que la validez de las personas está íntimamente relacionada con su capacidad de hacer.

Por último, a pesar de que soy consciente de que faltan muchas cosas por hablar, y que podría llenar páginas y páginas hablando de esto, simplemente comentar un aspecto: la importancia de desarrollar la inteligencia emocional y afectiva. Educar a los jóvenes para que sepan gestionar sus emociones, y para que sepan relacionarse de una manera sana, no tóxica con los demás, tanto en ámbitos de amistad como de amor. Es importante que los jóvenes sepan valorar sus relaciones y cuidarlas.

 

 

1 “Jóvenes españoles 2010”. Dosier de prensa. Juan María González-Anleo Sánchez, José Antonio López Ruiz, Maite Valls Iparraguirre, Luis Ayuso Sánchez y Gonzalo González Sanz. Dirección y coordinación: Juan González-Anleo y Pedro González Blasco. Editorial: Fundación SM. ISBN:  978-84-675-4474-9.


martes, 6 de octubre de 2020

¿Esclavos de las redes sociales?


Internet ha producido cambios en las relaciones interpersonales y en la forma de creación del conocimiento, entre otros aspectos.

Algunos cambios que han generado las redes son muy llamativos. Un claro ejemplo es la desaparición de la frontera clara entre productores y consumidores, ya que estos últimos pueden convertirse en productores en mayor o menor medida (prosumidores).

Debido a todos los efectos que las redes provocan en la socialización, han aparecido visiones utópicas y distópicas muy contrarias. Los tecnófilos afirman que las TIC proporcionan mayor libertad y nuevas formas de expresión mientras que los detractores ven en estas tecnologías un medio de vigilancia y control, además de un modo de propagación de las consecuencias negativas de la globalización (la estandarización y la homogeneización de las culturas).

Las redes han modificado la manera en las que establecemos relaciones afectivas, románticas, sexuales y laborales. La obligación de accesibilidad constante ha desembocado en una forma tanto de control en las relaciones de pareja como paternofiliales y laborales. Además, han sido acusadas de haber crispado el debate y de la transmisión de bulos. Cabe destacar el hecho de que las redes filtren información en base a algoritmos, ya que alimentan tus propios ideales hasta el punto de radicalizarte.

En el ámbito familiar, las redes y la aparición de los teléfonos móviles hacen más difícil la tarea a los padres a la hora de marcar normas de uso de las TIC y han generado nuevas responsabilidades.

En lo laboral, provocan un aumento en cuanto a las preocupaciones por el trabajo debido al contacto continuo con compañeros y empleadores que dificulta la desconexión. Además, han aparecido técnicas como la gamificación (aplicación de técnicas de videojuegos) que pretenden mejorar la experiencia y rendimiento de los trabajadores, pero que también han sido vistas como una forma de invisibilizar la explotación laboral.

Los juegos educativos y los serious games pretenden educar mediante recursos lúdicos y convierten a los estudiantes en co-creadores, aumentando así su creatividad. Sin embargo, como ha sido comprobado, la sobreexposición a las TIC no resulta eficiente, y puede tener consecuencias muy negativas.1

En mi opinión, las redes sociales, a pesar de ser adictivas, y estar diseñadas de forma que puedan generar la liberación de dopamina, no son el problema. Las personas, como sujetos racionales, debemos tener autocontrol, espíritu crítico y, por lo tanto, ser capaces de decidir en que momento estamos haciendo un buen uso de las redes soiales o, por el contrario, estamos excediéndonos. Personalmente me preocupa el estrés que puede llegar a generar la necesidad autoimpuesta (y probablemente aprendida) de contestar mensajes al instante. ¿A cuántos de vosotros no os ha pasado que estáis pendientes de una persona en alguna situación concreta y pasáis minutos y minutos mirando compulsivamente el móvil hasta que llega su mensaje?¿Cuántos habéis estado cara a cara con amigos y habéis antepuesto contestar un mensaje de texto antes de escuchar a la persona que teníais al lado? Las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea pueden aumentar los niveles de ansiedad y adicción de la población hasta el punto de no saber vivir sin el celular. Y el poblema no solamente radica en eso (que no es poco). Hemos llegado a un punto donde en ocasiones perdemos cualquier atisbo de educación, ignorandonos unos a otros, con el simple pretexto de "esque tenía que contestar un mensaje urgente". Sin embargo, este pretexto no es una simple escusa para evitar que la otra persona se enfade con nosotros. Es realmente un problema más profundo, ya que nos lo  tomamos como una obligación (tengo que contestar ya porque tengo el móvil a mano y, por lo tanto, no hay escusa para que la otra persona tenga que esperar). Nosotros mismos nos hemos autoimpuesto  estar controlados, lo permitimos y lo nomalizamos a niveles preocupantes. En las relaciones románticas y afectivas hemos cambiado los valores, las preocupaciones, las expectativas. Ahora medimos la calidad de nuestras relaciones en cuanto tardan en contestarnos y en si publican o no fotos con nosotros. Probablemente, esta cultura digital está volviendo borrosos los límites entre lo sano y lo tóxico. Sin embargo, como he comentado con anterioridad, el problema no está en las redes, sino en el uso irresponsable. 




Con respecto al asunto de cómo las redes sociales utilizan nuestros datos, no opino que sea un problema intrínseco a ellas. Los creadores nos informan de su política de privacidad. Sin embargo, muchos usuarios, entre los que me incluyo en ocasiones, nos negamos a leerlas (porque nos da mucha pereza...). 

Es cierto que el algoritmo por el cual las redes seleccionan la información que nos muestran es un misterio, y que estén diseñadas con el objetivo de enganchar. 

Como conclusión, quiero resaltar que no se puede responsabilizar a un medio de un problema tan a la ligera sin antes hacer autocrítica. Debemos educar en un uso respoonsable y también debemos aplicarnos el cuento. Sócrates rechazaba la escritura por considerar que acabaría con la comunicación oral. Más de 2400 años después, las personas seguimos encontrando en ella uno de los medios más potentes para transmitir información. Sin embargo, no hemos renunciado a modos complementarios. Lo mismo fue la radio, la televisión, y lo mismo ocurre y ocurrirá con las TIC. 




1Tecnologías Sociales de la Comunicación. Materiales docentes de la UOC, Modulo Didáctico 3 (pp.1-45). Chapter: La cultura digital. Publisher: UOC. Editors: Daniel López Gómez. 

martes, 29 de septiembre de 2020

Presentación



¡Hola!
Soy Sara, tengo 23 años, y actualmente me encuentro estudiando el Máster de Educación Secundaria en la UVa. Graduada en Química, y con Máster en Química Sintética e Industrial, ahora me abro camino hacia el que es mi verdadero sueño: dedicarme a la docencia.
Desde que era bien pequeña, siempre quise ser profesora. Soñaba con verme en una clase, con mis alumnos, y no solamente trasmitirles conocimientos, sino motivarles, conseguir crear ilusiones. Mi etapa académica ha venido muy marcada por aquellos profesores que lejos de explicar simplemente los contenidos eran capaces de motivar. Y además, siempre he admirado a todos aquellos maestros que se implican en que entiendas las cosas, pero también en que crezcas como personas. Por lo tanto, yo quiero ser una más. Aún hay muchas cosas que cambiar en el mundo. 
A día de hoy, parece mentira que haya tanto fracaso y abandono escolar. A menudo, se echa la culpa a las capacidades de los jóvenes. Sin embargo, desde mi punto de vista, muchos de los problemas radican en el método: no enseñar para ilusionar y para poderlo aplicar en el futuro. Nos hemos olvidado del saber por el saber, y también de la importancia que tiene en nuestro futuro adquirir ciertos conocimientos, buscando simplemente aprobados, saber hacer examenes. 
Por otro lado, en un mundo tan diverso, parece mentira la exclusión que hay aún en la sociedad por racismo, aporofobia, razones de género, homofobia, bifobia, transfobia, y demás rechazos y odios, entre ellos, hacia diferentes sexualidades. Este es un tema en el que a mi, personalmente, jamás se me ha educado. En la ESO apenas escuché hablar de racismo y machismo. Algo es algo, pero no es suficiente. 
Si tuviera que poner algún ejemplo, hablaría sin duda de la transfobia. Yo soy una persona trans, por lo que se lo que es vivir el rechazo hacia nuestra realidad de primera mano. Parece increible el desconocimiento que hay en este tema, y lo absolutamente aceptados que están los comportamientos transfobos y transexcluyentes. Entre ellos, cabe destacar la falsa idea de inslusividad que da el supuesto "lenguaje inclusivo" que puede dejar fuera a muchas personas de géneros fuera del binarismo. Sin embargo, este no es el único ejemplo. Hay infinidad de ellos, que no cabe explicar aquí. 
Las cifras de paro entre las mujeres trans son otro fiel reflejo de un problema social grave. Una sociedad que excluye a un grupo de personas basándose en meros prejuicios NO es una sociedad humana. 
Por lo tanto, entre todos los objetivos planteados anteriormente, la educación en valores humanos es uno de mis mayores sueños. 

¡OH, MI YO!

¡Oh, mi yo! ¡oh, vida! de sus preguntas que vuelven, del desfile interminable de los desleales, de las ciudades llenas de necios. De...