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viernes, 30 de octubre de 2020

EL DESARROLLO DEL ADOLESCENTE

1.- VISIÓN GENERAL

En primer lugar, podemos hacer una visión general del desarrollo de los preadolescentes (12-15 años) y los adolescentes (16-17 años):

A los 12 años, el preadolescente es sociable, deseando la independencia de la familia uniéndose a sus iguales. 

A los 13, se produce una etapa de introversión, autocrítica e idealismo. Es una etapa de inestabilidad emocional.

A los 14 años, se produce un proceso nuevamente de extroversión y autoafirmación de la personalidad.

Los 15 años es una época delicada de maduración, donde el preadolescente desea la independencia frente a la familia o la escuela y es intransigente al control exterior. Es la etapa más propensa de depresiones y problemas de conducta. 

A los 16, se produce un equilibrio y adaptación social. El adolescente se abre, se junta con el grupo y se orienta hacia el trabajo, la pareja, y asuntos del futuro. 

El desarrollo del adolescente se puede inscribir en tres tipos: desarrollo social, desarrollo afectivo y desarrollo intelectual.


2.- EL DESARROLLO SOCIAL

De forma general, el preadolescente y adolescente da una importancia superlativa al grupo. No puede vivir sin los otros, está descubriendo a sus iguales. Sin embargo, al mismo tiempo, es un período de soledad intensa ya que está a su vez descubriéndose a sí mismo

Además, también desea participar en las emociones de los demás, y se adscribe a las ideas del grupo (los preadolescentes forman grupos donde son impersonales).  

En la etapa de la adolescencia, las pandillas, grupos cerrados de 4-5 alumnos se vuelven aún más reducidos para conformarse los grupos de 3-4 amigos íntimos, donde se exige exclusividad. Estos amigos íntimos tendrán una gran influencia en el desarrollo socioafectivo. 

El grupo es esencial en los preadolescentes y adolescentes ya que les confiere seguridad, valores y les ayuda a experimentar la independencia. 


2.1.- SOCIABILIDAD EN LA PREADOLESCENCIA (12-15 años)

Las relaciones entre pares son fundamentales. Los grupos son cerrados y selectivos y aceptan los valores del grupo. Quieren alejare del mundo de los adultos (hogar y escuela).

Necesitan sentirse aceptados para lograr un autoconcepto positivo y mejorar sus habilidades sociales, lo cual les genera bienestar psicológico.

En los grupos aparecen varias figuras. Sin embargo, cabe mencionar, en concreto, la del impopular, que se siente rechazado, y que intenta ser aceptado juntándose al grupo, imitando a los demás y llamando la atención. El rechazo puede generar en el preadolescente comportamientos agresivos y aislamiento. Por otro lado, el popular es prosocial, empático y asertivo.

La pertenencia a los grupos, en la que todos los miembros son semejantes entre sí (impersonales) es gratificante, Es una etapa de rivalidad, debido a la necesidad de reafirmarse y la no aceptación de la ruptura de esquemas. La diversión se produce junto con los demás.

Las pandillas son grupos de 4-5 personas muy cohesionados, pequeños, exclusivos, resistentes a la entrada de nuevos miembros (nuevamente, no se quieren romper los esquemas del grupo, con unos valores e ideas concretas). Está por encima de la familia, suelen ser personas del mismo género y que suelen ser efímeros.

 

2.2.- SOCIABILIDAD EN LA ADOLESCENCIA (16-17 años)

Los adolescentes tienen un deseo de autoafirmarse y ser independientes mayor que los preadolescentes. Quieren parecerse a los adultos, con lo que llevan a cabo conductas prohibidas de las que presumen.  La critica a la familia es más consciente, quieren ser tratados como mayores, no como niños. Rechazan las normas de la familia y se fijan mucho en las contradicciones de los adultos.

La adolescencia es una etapa de difícil adaptación social ya que se está repleta de inconformismo y variabilidad tanto del entorno como interior. Es una etapa de emociones intensas. Se aíslan para descubrirse a si mismos, pero necesitan expresar sus sentimientos a amigos íntimos a los que se les exige exclusividad.

El grupo les ofrece seguridad, aceptación, se sienten parte de algo, posibilidad de desarrollo de habilidades sociales y un lugar donde canalizar sus emociones intensas.

La exclusividad de las amistades intimas preocupa a los adultos, ya que se percibe como tóxica. Sin embargo, la intervención de los adultos puede ser negativa.


3.- EL DESARROLLO AFECTIVO

De forma general, adolescentes y preadolescentes canalizan sus emociones con el grupo. Son narcisistas, analizan su conducta, pero acusan a la familia de que se sienten solos. Desean amar y ser amados, pero de forma egoísta. Los romances son efímeros. Para confiar en sí mismos, requieren de un refuerzo por parte del grupo. En casa se sienten inseguros, desprotegidos. No pueden canalizar sus emociones con la familia, sino que lo hacen con sus iguales.

 

3.1.- AFECTIVIDAD EN LA PREADOLESCENCIA (12-15 años)

La preadolescencia es una etapa de emociones intensas, donde se producen arrebatos e impaciencia. La tensión nerviosa aumenta, lo que provoca que se muerdan las uñas, se tiren del pelo, etc.

Los preadolescentes experimentan estados emocionales (afectivos) extremos, pasando de un polo a otro con frecuencia (alegría/tristeza, satisfacción/disgusto, etc). Esta variabilidad en sus estados afectivos provoca que tengan una alta predisposición a la ansiedad intensa.

Tienen una alta autoconfianza en si mismos, descubren sus valores, y se creen especiales, queriendo destacar por encima de los demás. Intentan llamar la atención de los demás, son destructivos en sus críticas, anteponen sus ideas y emociones a las de los pares. Sin embargo, también experimentan sentimiento de inferioridad, ya que perciben que no tienen un control absoluto de ellos mismos.

De este modo, tienen afán de independencia, son rebeldes, quieren ser tratados como mayores, rechazan las normas impuestas por los adultos y se alejan de la familia y, de forma semejante, de los docentes.


3.2.- AFECTIVIDAD EN LA ADOLESCENCIA (16-17 años)

La adolescencia es una etapa de autodescubrimiento. Por eso, les gusta la soledad, y solo revelan sus secretos a quien ellos quieren (amigos íntimos). Contrastan su autoimagen con los demás.

Los adolescentes son egotistas, engrandecen su individualidad, y se oponen a todo lo que les haga perder su originalidad. Llegan a considerarse superiores a los demás, deseando poder.

Además, los adolescentes son idealistas, inconformistas, no se conforman con medias tintas. Sus deseos son de todo o nada. Sus valores se personalizan inicialmente en sus familias, posteriormente en ídolos y finalmente, con el desarrollo psicológico, abstraen esos valores dejando de lado a los ídolos.

 

4.- EL DESARROLLO INTELECTUAL

De forma general, el desarrollo intelectual implica el desarrollo de procesos mentales complejos, con formas de pensamiento similares a las de los adultos, no sujetos a estímulos sensoriales. Desarrollan el pensamiento abstracto.

 

4.1.- DESARROLLO INTELECTUAL EN LA PREADOLESCENCIA (12-15 años)

Los preadolescentes van mejorando la percepción visual y auditiva además de mejorar los procesos intelectuales y desarrollar paulatinamente el pensamiento abstracto, menos ligado a conceptos concretos. Es un pensamiento más lógico, que es capaz de ligar conceptos. Por lo tanto, es organizado. En otras palabras, los preadolescentes son capaces de desarrollar un aprendizaje más organizado, capaces de relacionar conceptos. Además, su memoria también aumenta. Todo ello hace que su capacidad resolutiva se incremente.

Los preadolescentes desarrollan el pensamiento lógico-formal y la resolución de problemas, plantea hipótesis y las comprueban sin necesidad de ensayar y equivocarse. Les basta la imaginación. Además, son capaces de generalizar el conocimiento, lo que les permite resolver problemas similares de un mismo contexto y de transferir el conocimiento, lo que aumenta su capacidad resolutiva en problemas de contextos diferentes, aunque con ciertas similitudes. Además, también son capaces de reflexionar sobre su propio pensamiento, siendo autocríticos.

Se desarrolla el lenguaje verbal debido a la aparición del pensamiento formal. Son capaces de usar conceptos abstractos y realizar construcciones sintácticas más complejas.

 

4.2.- DESARROLLO INTELECTUAL EN LA ADOLESCENCIA (16-17 años)

Se consolida el desarrollo y aumenta la abstracción. Aumenta el uso creciente de operaciones lógico-formales, siendo capaces de plantear hipótesis. Son capaces de resolver problemas con múltiples causas.

Además, cabe resaltar el uso creciente de la metacognición, es decir, cada vez toman más consciencia de como conocen (metacognición, conocer el proceso de conocimiento, es decir, ser conscientes de la forma en la que conocemos).

miércoles, 7 de octubre de 2020

¿Cómo ser un buen profesor?

Se entiende como profesor (según la RAE) a toda persona que enseña un arte, una ciencia, una técnica, etc. A simple vista, la idea puede parecer muy clara: un profesor es aquel que transmite unos conocimientos. Y para ello, como es obvio, debe estar primero en posesión de ellos. 




De este modo, un buen profesor será aquel que sepa mucho de su especialidad y que se lo cuente a los alumnos y uno malo, el que no domine su campo. Sin embargo, no somos pocas las personas que sabemos que esto no es suficiente. Todos aspiramos a algo más, queremos no solo que sea un experto en su área, sino que sepa comunicarlo, transmitirlo, hacérselo entender a sus alumnos. Así, podemos en primera instancia darnos cuenta de que para ser un buen profesor no basta con saber mucho de lo tuyo, sino que debes saber cómo transmitir tus conocimientos a tu clase. Por lo tanto, debes conocer estrategias para ello. Sin embargo, no descubro Roma si digo que para lograr transmitir los conocimientos a tus estudiantes no basta con tener muchas nociones de psicología y sociología. Cada persona es muy diferente, y si bien saber sobre la mente humana y las relaciones de los estudiantes puede ser de gran ayuda, necesitamos prestar atención individual a cada alumno, tratar de comprender cada situación (si, haciendo uso de esas herramientas psicológicas) pero también ser resolutivos. Debemos estar motivados, prestar atención a los alumnos, ser observadores, capaces de detectar los problemas (con la máxima antelación posible), ser pacientes, atentos, motivadores, innovadores, etc. 

Todo esto puede resultar una maraña de asuntos con los que chocamos sin esperarlo... "Ay, yo creía que bastaba con meterme en una clase y contarles todo lo que se sobre Química". No. Rotundamente NO. 

Podríamos sistematizar cuales son las funciones que debe tener un docente en su profesión simplemente haciendo uso de la lógica (si, sé que lo que es lógico para unos puede no serlo para otros, y que cada persona puede ver las cosas de manera distinta). Pero estaríamos siendo muy liberales (en su connotación negativa) si defendemos que todas las visiones son igual de válidas y de lógicas (con unos pilares basados en principios básicos y HUMANOS). 

Sin embargo, aunque este pudiera ser un ejercicio realmente interesante e instructivo, requeriría de bastante tiempo. Por lo tanto, voy a optar por exponer cuales son las 12 funciones que el artículo 91 de la LOE (y también en la LOMCE) expone:

1. Programación y enseñanza de las áreas.

2. Evaluación del proceso de enseñanza y de aprendizaje. 

3. Tutoría, dirección, orientación y apoyo a los alumnos.

4. Orientación a nivel educativo, académico y profesional. 

5. Atención integral del alumnado.

6. Programación, organización y participación en actividades complementarias.

7. Contribución al clima de respeto y tolerancia. 

8. Informar a las familias sobre los procesos de enseñanza, educación y aprendizaje. 

9. Coordinación de las actividades docentes, de gestión y de dirección. 

10. Participación en la actividad general de centro.

11. Participación en planes de evaluación establecidos. 

12. Investigación, experimentación y mejora de la enseñanza. 

Además, también se ha incluido una decimotercera función: Los profesores realizarán estas funciones bajo el principio de colaboración y de trabajo en equipo. 

Se que como tarea de clase se me ha mandado comentar una de ellas en específico. Sin embargo (no se si es un defecto o no, pero estoy muy a gusto con ello) nunca me gustó ceñirme a cumplir a rajatabla aquello que se nos manda. Y menos en una asignatura tan abierta a expresar nuestros puntos de vista, a difundir, a divulgar nuestra visión de la enseñanza. No pretendo decir que no haya unas premisas inamovibles, universales. Lo que quiero expresar es que todo el mundo, desde nuestra experiencia, nuestro contexto, nuestras alegrías y nuestro sufrimiento, podemos aportar cosas muy interesantes, diferentes y complementarias. 

Por eso, procederé a comentar todos aquellos aspectos a los que considero puedo aportar ideas más interesantes. Con respecto a las funciones 1 y 2, poco que decir, es la noción que todo el mundo tiene de profesor. Nadie puede ser profesor si no enseña su área, si no las programa y no evalúa al menos a los alumnos. Sin embargo, si cabe resaltar el detalle de realizar no solo una evaluación de los conocimientos que los alumnos hayan adquirido, sino de como tú, como docente, eres capaz de transmitir esos conocimientos, qué estrategias usas, cómo están de motivados los estudiantes. 

Con respecto a la tutoría, dirección, orientación y apoyo a los alumnos, me parece una actividad realmente esencial. Un profesor, además de alguien que transmite conocimientos, debe ser tutor. Y eso implica una atención personalizada a cada estudiante, de saberles dirigir en sus inquietudes académicas y fuera de lo académico (no estoy diciendo que invadamos el espacio de la familia). Un alumno que se ve apoyado por su tutor probablemente tenga menos preocupaciones que le distraigan y, por lo tanto, aumentar su rendimiento académico.

La orientación educativa, académica y profesional es esencial. Los alumnos deben conocer cuáles son las posibilidades a las que acceder después de abandonar la ESO, Bachillerato, Formación Profesional, Educación Universitaria, etc. De este modo, y con más influencia en las etapas más tempranas, el futuro de muchos de nuestros estudiantes puede ser muy diferente. Un alumno mal informado puede no decidir estudiar cierta materia o no realizar ciertos estudios posteriores pensando que eso no le va a dar posibilidad de sustentarse en el futuro, o creyendo que no le va a servir para nada, o que las salidas posibles puedan no gustarle. De este modo, un estudiante bien orientado podrá tomar decisiones con más libertad. 

Con respecto a la atención integral del alumnado, sobra decir (o debería, aunque realmente hay que estar diciéndolo y recordándolo, por desgracia), que los alumnos deben ser todos tratados en igualdad, independientemente del contexto de cada uno, de sus realidades, de sus capacidades. La escuela no está diseñada para crear genios (aunque aún está el debate abierto), sino para que los estudiantes adquieran competencias básicas. No nos olvidemos de que muchas discapacidades no se pueden ver a simple vista, y no caigamos en términos médicos, patologizantes, discriminatorios, excluyentes, capacitistas. Mal profesor aquel que pretende explotar todo el potencial de algunos estudiantes, y que margina a otros. Mal profesor el que se basa en evaluar el proceso de aprendizaje tan solo en notas de exámenes, en aprobados o suspensos, en simples NÚMEROS. La educación es un derecho PARA TODOS, TODAS y TODES. Si, uso el neutro. Y también sé que la RAE no lo ha admitido. Pero, paradójicamente, aunque he empezado esta entrada con una definición del diccionario, poco me importa la excelentísima real academia cuando pisa realidades, aplasta, pasa por encima de identidades (pero este tema ya le hablaré en otra entrada). Eso es precisamente lo que NO podemos hacer como docentes. Conviene recordar que puede parecer más sencillo que los estudiantes se adapten a cada profesor, a cada forma de enseñar, ya que por clase hay un profesor (o dos a lo sumo) y mínimo no se... ¿diez estudiantes? (salvo clases particulares o de cursos más específicos). Sin embargo, conviene recordar que los protagonistas de la clase son realmente ellos, no nosotros. Por lo tanto, los profesores tendremos que adaptarnos a las capacidades de cada estudiante, y proveerles de una educación personalizada tanto en el aula como en posibles grupos de apoyo fuera. Creo esencial poner de relieve que muchos estudiantes pueden no tener ciertas capacidades por culpa de un sistema deficiente, porque necesiten aprender de una manera diferente y mejorada. Recordemos que la educación es un derecho fundamental para todos. 

La organización y participación en actividades complementarias es otro de los aspectos más olvidados por los profesores. Las excursiones son una forma muy didáctica de aprender cosas nuevas, de entrar en contacto con realidades y, además, muy eficiente. Sin embargo, muchos profesores, ante la responsabilidad que implica dirigir una excursión, y el lío organizativo, prefieren mirar para otro lado. 




El punto número siete lo dejo para el final, Quiero antes comentar la importancia de informar a las familias sobre la educación y el aprendizaje de sus hijos. La interacción padres-profesores (y por extensión familias-sistema educativo) es esencial, ya que parte del aprendizaje y de la educación se lleva a cabo en las casas. No solamente de los contenidos académicos, sino de valores humanos. Además, el seno familiar, junto con la forma de socialización de cada alumno puede ser uno de los factores clave en la aparición de conflictos, de dilemas que puedan bajar drásticamente la motivación, la ilusión, las ganas y el rendimiento académico. Es importante que las familias y los profesores estén en consonancia. De igual modo, los docentes deben estarlo unos con otros, siendo complementarios. No tiene sentido que los valores, la ilusión, la motivación que transmite un profesor sea arrebatada por la disonancia de otros docentes del centro. Ahí es donde toma relevancia la función decimotercera (o 12+1 para los supersticiosos). Además, muy relacionada está la participación en la actividad general del centro. 

Con respecto a la coordinación de las actividades docentes, de gestión y de dirección y a la participación en los planes de evaluación creo que poco hay que decir. 

La investigación, experimentación y mejora de la enseñanza es otro factor clave que ya se ha comentado anteriormente. El docente debe estar en constante revisión de sí mismo, de sus métodos educativos, autoevaluándose, y siendo formado de forma continua. Debe dejar los orgullos tóxicos a un lado, y ser exigente, aspirar a mejorar día a día y a saber adaptarse a cada circunstancia que pueda surgir. 

Para terminar, como había prometido anteriormente, quiero hablar sobre la función de contribución a un clima de respeto y tolerancia. Creo que este asunto es especialmente importante. Sin embargo, considero que la forma de sintetizar la idea con palabras como "tolerancia" no hace justicia a la bondad de la idea que quiere transmitirse. Tolerar es aceptar algo que no es concordante con tus ideas. Y no, no hay que educar solamente para eso. En muchos asuntos sociales el problema está en el fondo. Las ideas prejuiciosas inculcadas por las familias o la sociedad. No se debería aceptar que los niños (recordemos, nuestro futuro) crezcan con ideas discriminatorias. No se puede tolerar a las personas homosexuales, bisexuales, trans, etc., ya que eso implicaría que, aunque nos acepten, realmente las ideas de fondo de esos niños/preadolescentes/adolescentes NO SON SANAS. En su interior. a pesar de no exteriorizarlo (por una idea de respeto muy superficial), seguirían pensando que no somos personas igual de válidas. Del mismo modo, y esto parece más sencillo de entender, no se puede tolerar a las personas racializadas o a las mujeres, ya que significaría que, aunque no lo expreses, y des una imagen/apariencia de respeto, en el fondo no crees que sean iguales en derechos, en libertades.

Una vez realizada esta corrección (que, si bien puede ser debatida en términos, no debería serlo en los pilares que la sustentan), comentar que esta medida de contribución al respeto es esencial, EDUCAR EN LA DIVERSIDAD, dar a conocer. Los miedos surgen cuando no se conoce. Y por desgracia, muchos miedos desembocan en odio y violencia. Unos niños/adolescentes bien informados serán mucho menos propensos a repetir actitudes discriminatorias que sus predecesores, sin lugar a ninguna duda, han cometido con anterioridad. Por lo tanto, una vez establecidas estas funciones básicas para ser un buen profesor… ¿Creéis que es correcto hablar simplemente de profesor, o igual debería enmarcarse más en términos de educador? Por desgracia, para eso, aún nos faltaría (a los que aspiramos a ser profesores) mucha formación. 




¡OH, MI YO!

¡Oh, mi yo! ¡oh, vida! de sus preguntas que vuelven, del desfile interminable de los desleales, de las ciudades llenas de necios. De...