Cuando miramos el DNI, nos encontramos con una
clasificación de las personas en base a dos “sexos”: masculino (M) y femenino
(F). Puede resultar curioso, pero no pone Hombre y Mujer. No. Pone sexo
masculino y sexo femenino. Esto debería suscitarnos una primera duda… ¿es lo
mismo masculino que hombre y femenino que mujer? ¿O masculino no, pero sexo
masculino si es lo mismo que hombre y, por analogía, femenino no, pero sexo
femenino si es lo mismo que mujer?
Por otro lado, cabe resaltar que esta clasificación
se ha realizado atendiendo a criterios basados en la animalidad del ser humano.
Sin embargo, no escucho hablar de perros masculinos y perros femeninos.
Por otro lado, en muchas leyes, se contemplan
aspectos como la igualdad de género. La palabra género nos inunda, se escucha
en todos los lados. Hablamos de géneros de las películas, de los libros.
Hablamos del genero como una categoría taxonómica en la clasificación de los
seres vivos. Incluso, probablemente hemos hablado o hayamos escuchado hablar
del género humano. Pero… ¿qué es el género? Como suelo acostumbrar, acudiremos
a la definición de la RAE para intentar encontrar una respuesta a esta
cuestión:
1.- Conjunto de seres que tienen uno o varios
caracteres comunes.
2.- Clase o tipo al que pertenecen personas o cosas.
3.- Grupo al que pertenecen los seres humanos de
cada sexo, entendido este desde un punto de vista sociocultural en lugar de
exclusivamente biológico.
4.- En el comercio, mercancía.
5.- Tela o tejido.
6.- En las artes, cada una de las categorías o
clases en que se puede ordenar una obra según sus rasgos de forma y contenido.
7.- Taxón que agrupa a especies que comparten
ciertos caracteres.
8.- Categoría gramatical de sustantivos y
pronombres.
Obviamente, de poco sirven las definiciones 4-8 en
este contexto. La primera acepción podría dar lugar a un interesante debate.
Sin embargo, no pretendo alargarme en exceso en esta entrada. Con respecto a la
segunda, parece hacer referencia al nombre de una clase al que pertenecen tanto
las cosas como las personas. Por lo tanto, podría deducirse que viene a
reflejar a un grupo de personas que comparten algunos aspectos comunes. Pero no
esclarece nada. La tercera acepción, sin
embargo, ya hace una referencia explícita a que las características están
ligadas con el “sexo biológico”. Sin embargo, es una visión mucho más orientada
a aspectos socioculturales. Por lo tanto, aunque es una perspectiva de género binarista,
ya pone sobre la mesa la idea de género como un aspecto sociocultural.
Y la RAE, como no, viene cargadita de transfobia.
Reconoce la existencia de dos géneros: hombre y mujer, en base a unas
características que denomina “sexo biológico”. Es decir, en otras palabras,
para ser claros: si tienes unos genitales u otros. Porque, aunque si ha admitido
como palabra intersexual e intersexualidad, la forma tan horrible en la que lo
define da para hablar largo tiempo.
Retomando lo que estaba comentando, para la RAE,
solo hay dos géneros, muy ligados a aspectos corpóreos, aunque reconozca la
realidad sociocultural. Sin embargo, puede resultar bastante llamativo que está
asociando directamente al hecho de tener un cierto cuerpo una realidad social
determinada. Y eso es, sin lugar a ninguna duda además de atrevido, falaz.
Aunque pueda dar para muchas más entradas, no puede negarse que la realidad de
muchas mujeres cis a lo largo de la historia se haya podido ver marcada por su
corporeidad. Resultaría completamente injusto negar que ciertos aspectos de
misoginia vengan condicionados por cánones o asuntos corporales. Sin embargo,
me gustaría resaltar que esto no es solamente un problema que haya afectado a
personas cis. Es probable que a lo largo de la historia se haya dado mayoritariamente
esa realidad. Pero eso es, sin lugar a ninguna duda, reflejo de la poca visibilización
de las personas trans. Si, hablo de trans, no de transexuales ni transgénero
(esto lo resaltaré muchas veces, a ver si va poco a poco calando en nuestro
vocabulario). Por lo tanto, no se puede asociar ser víctima del machismo y de
la misoginia solamente a aspectos corporales.
Los problemas políticos y sociales no son problemas con una sola variable. Hay que tener en cuenta muchos más factores. Las mujeres trans también sufrimos misoginia por aspectos corporales.
Además, los comportamientos machistas vienen dados
por la idea de superioridad del hombre sobre la mujer, perpetuada por la acción
de un sistema patriarcal. Y es un asunto que trasciende mucho más allá de lo
corpóreo.
Hablando desde la propia experiencia, si, yo también
he sido víctima de comportamientos machistas y misóginos. Mi cuerpo, que he
decidido no modificar (no tenía por qué contarlo, pero la verdad es que no me
importa en absoluto) no ha sido una ventaja a la hora de vivir en condiciones
de igualdad. Os sorprendería el rechazo que puedo recibir constantemente por
tener un cuerpo que me gusta. Parece que me tengo que sentir mal y rechazarlo
por narices. Y es que el problema no es tanto el cuerpo concreto, sino que se
adapte o no a unos cánones.
Cualquier cuerpo de una mujer (cis o trans, con o
sin operaciones estéticas) será rechazado sistemáticamente por hombres si no
encaja dentro de sus cánones, de sus deseos. Esas son las consecuencias del patriarcado.
Este es solo un ejemplo de machismo entre muchos.
Sin embargo, he querido resaltarlo, ya que sé que es uno de esos aspectos en
los cuales la gente no suele reparar, y de lo que tanto nos acusan a las
mujeres trans algunas personas trans-excluyentes que se hacen llamar feministas
(las mal llamadas TERF). Un caso claro de transfobia que pasa desapercibido si
no la totalidad de las veces, si en un porcentaje muy elevado.
Hay muchos casos de transfobia añadidos: la idea de
que si no tienes disforia no eres una persona trans, si no sigues unos roles de
género entonces estás engañando al mundo al reivindicar tu género, si eres
mujer trans las lesbianas y los heteros te rechazan porque “la atracción es
hacia los genitales y es cuestión de gustos”, la idea de que nos creemos de un
género, no que somos, la invisibilización constante en todos los medios, la
impunidad ante maltratos y asesinatos tránsfobos, etc. Sin embargo, esta
entrada no tiene como objetivo explicar todo esto en profundidad, sino dar a
conocer esta realidad de forma resumida, para llevar a cabo una reivindicación
final y una propuesta muy interesante a todo el personal docente.
Por otro lado, es importante comentar la importancia
que tiene el lenguaje utilizado. La visibilización de las diferentes
realidades, darlas a conocer, es clave para poder erradicar cualquier atisbo
discriminatorio.
Las cosas que no tienen un nombre parecen no
existir. Y las cosas que nunca se dicen no existen. Por lo tanto, el tema de abogar
por un lenguaje que no deje de lado a nadie, que no eclipse ninguna realidad, y
que permita situar a todas las personas en un mismo nivel de derechos es
fundamental. Con respecto a este asunto, podría también hablar largo y tendido.
Sin embargo, no pretendo aburrir demasiado.
En este tema quería resaltar algunos aspectos: debe
dejarse de utilizar el término transexual y transgénero. Aunque ambos son
erróneos, urge mucho más dejar de usar la etiqueta transexual, patologizante. La
OMS ya sacó del DSM la “situación de transexualismo”, dejándola de considerar
una enfermedad mental. Sin embargo, a día de hoy, figura como un trastorno: “la
disforia de género”.1 Además,
deben eliminarse las viejas etiquetas MTF (male to female) y FTM (female to
male), que dan a entender que ha habido un paso de ser de un genero a ser del
otro, cuando en bastantes casos no es así (excepto en personas de género fluido).
A mayores, etiquetas como travesti, que no tienen que ver con la realidad trans
(aunque se que en otros países las usan, y aquí en España se usaban
antiguamente) son erróneas. Entiendo el trasfondo cultural y contextual de esta
palabra, pero es errónea. Cabe añadir que también debe dejarse de creer que el
tema de la identidad de género es una ideología, porque nada tiene que ver con
eso. No es una creencia, no es una opinión, no es un gusto ni un fetiche, no es
una decisión. Es una REALIDAD.
Por otro lado, es de suma importancia empezar a
visibilizar que el género NO ES BINARIO.
Hay personas que no están inscritas dentro del binomio hombre/mujer, y que son, obviamente, IGUAL DE VÁLIDAS. Empezar a visibilizar
a las personas no binarias (asunto totalmente pendiente para el Estado, que no
reconoce A NINGUN GÉNERO FUERA DEL BINARISMO), es una responsabilidad, y digo
más, una OBLIGACIÓN MORAL de todos. NO podemos permitir que no se reconozca
ningún género más allá hombre/mujer civilmente, y NO podemos permitir que
socialmente se invisibilice, a veces de forma totalmente intencionada, o que
incluso se ejerza una violencia sistemática contra todas las personas que se
encuentran fuera del sistema binario.
Por último, como no quiero tampoco que aquí nadie se
vuelva experto en teorías sobre el género, ni en conocer todas las identidades
(QUE NO IDEOLOGÍAS), no me extenderé más en esto. Eso sí, no quiero cerrar esta
pequeña introducción sin antes reivindicar el uso de los nombres reales, no de
los deadname (o nombres no reconocidos como propios de los géneros
adecuados en las palabras, y de los pronombres adecuados. De este modo, aunque
la RAE no se muestra muy receptiva (en parte por falta de información de
calidad y, por otro lado, por pura transfobia) los pronombres que deben
utilizarse son el, ella y elle. Del mismo modo, las palabras con carga de
género pueden acabar en -o, en -a o en -e (aunque nuevamente, sigan sin
reconocerlo). Y es que la RAE no sabe realmente nada de lo que es una lengua
(ya lo comentaré en otras entradas, y siento mucho si te sientes ofendido por
esto que he dicho, pero tengo argumentos de mucho peso para afirmarlo y
reafirmarlo las veces que sean). Quiero poner de relieve que, aunque en primera
instancia pueda pensarse que el pronombre “él” va referido a los chicos, el
pronombre “ella” a las chicas, y el pronombre “elle” a les chiques (y, por lo
tanto, no binaries), esto no es totalmente cierto. Si bien, al menos desde mi
conocimiento, en muchos casos hay una correspondencia directa entre
pronombre-género, otras veces esto no ocurre. También quiero resaltar que
existen personas que utilizan dos o incluso los tres pronombres sin distinción
alguna. Aunque este tema sea complicado, -y yo misma deba reconocer que no
entiendo realmente esos casos donde no existe esa correspondencia
género-pronombre-, no voy a caer en lo que yo tanto crítico, que es invalidar
una realidad por desconocimiento.
Aunque ya hablaré más sobre géneros no binarios, quiero
destacar una aclaración muy importante: cuando hablamos de personas no binarias
o de géneros no binarios, no estamos haciendo referencia a un único género
posible.
Dentro del espectro no binario existe una amplia
variedad de géneros con nombre propio.
Por lo tanto, si queremos ser realmente inclusivos (y
esto implica, por definición, con todo el mundo), debemos preguntar a las
personas cuál/es es/son su/s género/s y cual o cuales son sus pronombres, y no
asumirlos en base a factores puramente físicos o estéticos. Ser inclusivos es
una labor de todos, y no debería ser una elección, sino un deber. Básicamente,
porque entra dentro de los derechos fundamentales el ser reconocido como un
igual.
Además, cabe señalar que debemos dejar de confundir, por un lado, el lenguaje inclusivo (el
que incluye de forma explícita o implícita a todos los pronombres) y el neutro
(elle) y, por otro, dejar de utilizar el binarismo el/ella en cada palabra
(ejemplos: los chicos/as, los chicos y las chicas, los niños y las niñas, los
hombres y las mujeres, etc.). Este tema ya le trataré un poco más a fondo en
otra entrada (el falso lenguaje inclusivo).
En cuanto al ámbito académico y escolar (uno de los
cuales me suscita un especial interés por mi vocación docente), los profesores tenemos
la obligación moral de tratar a todos sus alumnos por igual, sin distinción.
Los docentes debemos crear un clima de aula que sea seguro e inclusivo para
todos. Por esa misma razón, antes de asumir las listas como verdades
irrefutables (dándonos cuenta que hay personas que pueden tener dificultades en
sus cambios de nombre registrales y en cuanto al género con el que se registran
en la lista), los profesores debemos aprender a preguntar uno a uno a nuestros
alumnos cuál/es es/son su/s genero/s, su/s pronombre/s y su nombre real (repito,
nombre real, que no el deadname).
Una ficha posible de presentación puede ser la
siguiente que, además, debería ser en primera instancia anónima, por si alguna
persona en cuestión no quiere decírselo a todo el grupo de la clase, etc. no
exponerla públicamente:
FICHA DE PRESENTACIÓN ANÓNIMA
En esta ficha simplemente pretendo que te des a
conocer siempre que desees para poder tratarte conforme a tu nombre, género y
pronombres reales. ES TOTALMENTE ANÓNIMA. Si no quieres contestar, no es
necesario, pero tendré que dirigirme a ti como pone en lista, ya que no me
quedará más remedio. En cualquier caso, si así fuera, no te sientas mal por
ello ni excluido/a/e, y ten en cuenta que puedes acudir a mi en cualquier momento
del curso para pedirme que modifique tu nombre y/o género/s y/o pronombre/s.
Si deseas contestar, pero no quieres que use ese/esos pronombre/s
públicamente, por favor, házmelo saber, diciéndome cuál es el/los
pronombre/s y el nombre con los que deseas que me dirija a ti.
- Nombre (escribe tu nombre real, no te preocupes por tu
nombre registral si no le has conseguido cambiar aún): _____________________.
- Género/s (no te preocupes por tu DNI si no lo has conseguido
modificar aún):
__________________.
- Pronombre/s: __________________.
OBSERVACIONES (escribe aquí todo aquello que
consideres oportuno que deba saber):
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………
Observación: Utiliza esta misma ficha si lo consideras necesario.
1 Mas Grau, J. 2017. "Del transexualismo a
la disforia de género en el DSM. Cambios terminológicos, misma esencia
patologizante". Revista Internacional de
Sociología 75(2):e059.
doi: http://dx.doi.org/10.3989/ris.2017.75.2.15.63
¡Hola Sara! Mil gracias por tu entrada. Es necesario que los profesores hagan sentir a sus alumnos a gusto y la inclusividad es esencial para ello. Aún nos queda mucho por aprender y es vital que nos vayamos actualizando para no quedarnos en términos que puedan dañar a otras personas.
ResponderEliminarSi, tenemos que estar en permanente contacto con la realidad social, y ser cuidadosos con los términos :)
Eliminar¡Hola Sara! Coincido con el comentario de María: el papel del profesor es fundamental a la hora de incluir a todos y respetar la diversidad. Te informo de que la distinción de géneros es cierto que es animal, eso va desde muuuuuuuuuy antiguo, PERO te tengo que decir que en lengua indoeuropea y posteriormente griega y latina, primero se hacía una distinción de ANIMADO/NO ANIMADO y el no animado era el género neutro que en castellano se recoge con -o, que coincide con el masculino, pero se usa para objetos; el animado es el masculino/femenino en relación con una distinción animal. Vivimos en un mundo de distinción binaria, como dices. Gracias por abrirnos la mente :)
ResponderEliminarNo se si termino de entender lo del Animado/No animado en relación a esto jeje, pero me parece curioso :)
EliminarSara, gracias por estas entradas. Hacen reflexionar y cuestionarse muchas cosas, y es necesario hacerlo cada día para mejorar el mundo. Y me guardo la ficha de presentación, me ha parecido muy interesante.
ResponderEliminarGracias cielo
EliminarValiente y necesaria entrada, sobre todo por los que vamos a ser futuros profesores, que debemos tener conocimiento de estas realidades para no meter la pata, y ayudar a les que lo necesiten.
ResponderEliminar¡Hola Sara! Muchas gracias por esta entrada porque como futura docente quiero poder transmitir un clima de confianza a mis alumnos y por ejemplo la ficha que has puesto me parece una idea excepcional. Tengo que reconocer que no estoy muy informada en cuanto al lenguaje apropiado pero poco a poco, con tu blog y con otras influencias externas estoy aprendiendo mucho y espero poder convertirme en un apoyo para mis alumnos, donde puedan solucionar las dudas que les vayan surgiendo:)
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