lunes, 19 de octubre de 2020

¡Quiero mi identidad! Una guía para profesores inclusivos


Cuando miramos el DNI, nos encontramos con una clasificación de las personas en base a dos “sexos”: masculino (M) y femenino (F). Puede resultar curioso, pero no pone Hombre y Mujer. No. Pone sexo masculino y sexo femenino. Esto debería suscitarnos una primera duda… ¿es lo mismo masculino que hombre y femenino que mujer? ¿O masculino no, pero sexo masculino si es lo mismo que hombre y, por analogía, femenino no, pero sexo femenino si es lo mismo que mujer?

Por otro lado, cabe resaltar que esta clasificación se ha realizado atendiendo a criterios basados en la animalidad del ser humano. Sin embargo, no escucho hablar de perros masculinos y perros femeninos.

Por otro lado, en muchas leyes, se contemplan aspectos como la igualdad de género. La palabra género nos inunda, se escucha en todos los lados. Hablamos de géneros de las películas, de los libros. Hablamos del genero como una categoría taxonómica en la clasificación de los seres vivos. Incluso, probablemente hemos hablado o hayamos escuchado hablar del género humano. Pero… ¿qué es el género? Como suelo acostumbrar, acudiremos a la definición de la RAE para intentar encontrar una respuesta a esta cuestión:


1.- Conjunto de seres que tienen uno o varios caracteres comunes.

2.- Clase o tipo al que pertenecen personas o cosas.

3.- Grupo al que pertenecen los seres humanos de cada sexo, entendido este desde un punto de vista sociocultural en lugar de exclusivamente biológico.

4.- En el comercio, mercancía.

5.- Tela o tejido.

6.- En las artes, cada una de las categorías o clases en que se puede ordenar una obra según sus rasgos de forma y contenido.

7.- Taxón que agrupa a especies que comparten ciertos caracteres.

8.- Categoría gramatical de sustantivos y pronombres.

 

Obviamente, de poco sirven las definiciones 4-8 en este contexto. La primera acepción podría dar lugar a un interesante debate. Sin embargo, no pretendo alargarme en exceso en esta entrada. Con respecto a la segunda, parece hacer referencia al nombre de una clase al que pertenecen tanto las cosas como las personas. Por lo tanto, podría deducirse que viene a reflejar a un grupo de personas que comparten algunos aspectos comunes. Pero no esclarece nada.  La tercera acepción, sin embargo, ya hace una referencia explícita a que las características están ligadas con el “sexo biológico”. Sin embargo, es una visión mucho más orientada a aspectos socioculturales. Por lo tanto, aunque es una perspectiva de género binarista, ya pone sobre la mesa la idea de género como un aspecto sociocultural.

Y la RAE, como no, viene cargadita de transfobia. Reconoce la existencia de dos géneros: hombre y mujer, en base a unas características que denomina “sexo biológico”. Es decir, en otras palabras, para ser claros: si tienes unos genitales u otros. Porque, aunque si ha admitido como palabra intersexual e intersexualidad, la forma tan horrible en la que lo define da para hablar largo tiempo.

Retomando lo que estaba comentando, para la RAE, solo hay dos géneros, muy ligados a aspectos corpóreos, aunque reconozca la realidad sociocultural. Sin embargo, puede resultar bastante llamativo que está asociando directamente al hecho de tener un cierto cuerpo una realidad social determinada. Y eso es, sin lugar a ninguna duda además de atrevido, falaz. Aunque pueda dar para muchas más entradas, no puede negarse que la realidad de muchas mujeres cis a lo largo de la historia se haya podido ver marcada por su corporeidad. Resultaría completamente injusto negar que ciertos aspectos de misoginia vengan condicionados por cánones o asuntos corporales. Sin embargo, me gustaría resaltar que esto no es solamente un problema que haya afectado a personas cis. Es probable que a lo largo de la historia se haya dado mayoritariamente esa realidad. Pero eso es, sin lugar a ninguna duda, reflejo de la poca visibilización de las personas trans. Si, hablo de trans, no de transexuales ni transgénero (esto lo resaltaré muchas veces, a ver si va poco a poco calando en nuestro vocabulario). Por lo tanto, no se puede asociar ser víctima del machismo y de la misoginia solamente a aspectos corporales.

 

Los problemas políticos y sociales no son problemas con una sola variable. Hay que tener en cuenta muchos más factores. Las mujeres trans también sufrimos misoginia por aspectos corporales.


Bandera Trans

Además, los comportamientos machistas vienen dados por la idea de superioridad del hombre sobre la mujer, perpetuada por la acción de un sistema patriarcal. Y es un asunto que trasciende mucho más allá de lo corpóreo.

Hablando desde la propia experiencia, si, yo también he sido víctima de comportamientos machistas y misóginos. Mi cuerpo, que he decidido no modificar (no tenía por qué contarlo, pero la verdad es que no me importa en absoluto) no ha sido una ventaja a la hora de vivir en condiciones de igualdad. Os sorprendería el rechazo que puedo recibir constantemente por tener un cuerpo que me gusta. Parece que me tengo que sentir mal y rechazarlo por narices. Y es que el problema no es tanto el cuerpo concreto, sino que se adapte o no a unos cánones.

 

Cualquier cuerpo de una mujer (cis o trans, con o sin operaciones estéticas) será rechazado sistemáticamente por hombres si no encaja dentro de sus cánones, de sus deseos. Esas son las consecuencias del patriarcado.

 

Este es solo un ejemplo de machismo entre muchos. Sin embargo, he querido resaltarlo, ya que sé que es uno de esos aspectos en los cuales la gente no suele reparar, y de lo que tanto nos acusan a las mujeres trans algunas personas trans-excluyentes que se hacen llamar feministas (las mal llamadas TERF). Un caso claro de transfobia que pasa desapercibido si no la totalidad de las veces, si en un porcentaje muy elevado.

Hay muchos casos de transfobia añadidos: la idea de que si no tienes disforia no eres una persona trans, si no sigues unos roles de género entonces estás engañando al mundo al reivindicar tu género, si eres mujer trans las lesbianas y los heteros te rechazan porque “la atracción es hacia los genitales y es cuestión de gustos”, la idea de que nos creemos de un género, no que somos, la invisibilización constante en todos los medios, la impunidad ante maltratos y asesinatos tránsfobos, etc. Sin embargo, esta entrada no tiene como objetivo explicar todo esto en profundidad, sino dar a conocer esta realidad de forma resumida, para llevar a cabo una reivindicación final y una propuesta muy interesante a todo el personal docente.

 

Por otro lado, es importante comentar la importancia que tiene el lenguaje utilizado. La visibilización de las diferentes realidades, darlas a conocer, es clave para poder erradicar cualquier atisbo discriminatorio.

 

Las cosas que no tienen un nombre parecen no existir. Y las cosas que nunca se dicen no existen. Por lo tanto, el tema de abogar por un lenguaje que no deje de lado a nadie, que no eclipse ninguna realidad, y que permita situar a todas las personas en un mismo nivel de derechos es fundamental. Con respecto a este asunto, podría también hablar largo y tendido. Sin embargo, no pretendo aburrir demasiado.

En este tema quería resaltar algunos aspectos: debe dejarse de utilizar el término transexual y transgénero. Aunque ambos son erróneos, urge mucho más dejar de usar la etiqueta transexual, patologizante. La OMS ya sacó del DSM la “situación de transexualismo”, dejándola de considerar una enfermedad mental. Sin embargo, a día de hoy, figura como un trastorno: “la disforia de género”.1  Además, deben eliminarse las viejas etiquetas MTF (male to female) y FTM (female to male), que dan a entender que ha habido un paso de ser de un genero a ser del otro, cuando en bastantes casos no es así (excepto en personas de género fluido). A mayores, etiquetas como travesti, que no tienen que ver con la realidad trans (aunque se que en otros países las usan, y aquí en España se usaban antiguamente) son erróneas. Entiendo el trasfondo cultural y contextual de esta palabra, pero es errónea. Cabe añadir que también debe dejarse de creer que el tema de la identidad de género es una ideología, porque nada tiene que ver con eso. No es una creencia, no es una opinión, no es un gusto ni un fetiche, no es una decisión. Es una REALIDAD.

 

Por otro lado, es de suma importancia empezar a visibilizar que el género NO ES BINARIO.

 

Hay personas que no están inscritas dentro del binomio hombre/mujer, y que son, obviamente, IGUAL DE VÁLIDAS. Empezar a visibilizar a las personas no binarias (asunto totalmente pendiente para el Estado, que no reconoce A NINGUN GÉNERO FUERA DEL BINARISMO), es una responsabilidad, y digo más, una OBLIGACIÓN MORAL de todos. NO podemos permitir que no se reconozca ningún género más allá hombre/mujer civilmente, y NO podemos permitir que socialmente se invisibilice, a veces de forma totalmente intencionada, o que incluso se ejerza una violencia sistemática contra todas las personas que se encuentran fuera del sistema binario.


Bandera No Binaria


Por último, como no quiero tampoco que aquí nadie se vuelva experto en teorías sobre el género, ni en conocer todas las identidades (QUE NO IDEOLOGÍAS), no me extenderé más en esto. Eso sí, no quiero cerrar esta pequeña introducción sin antes reivindicar el uso de los nombres reales, no de los deadname (o nombres no reconocidos como propios de los géneros adecuados en las palabras, y de los pronombres adecuados. De este modo, aunque la RAE no se muestra muy receptiva (en parte por falta de información de calidad y, por otro lado, por pura transfobia) los pronombres que deben utilizarse son el, ella y elle. Del mismo modo, las palabras con carga de género pueden acabar en -o, en -a o en -e (aunque nuevamente, sigan sin reconocerlo). Y es que la RAE no sabe realmente nada de lo que es una lengua (ya lo comentaré en otras entradas, y siento mucho si te sientes ofendido por esto que he dicho, pero tengo argumentos de mucho peso para afirmarlo y reafirmarlo las veces que sean). Quiero poner de relieve que, aunque en primera instancia pueda pensarse que el pronombre “él” va referido a los chicos, el pronombre “ella” a las chicas, y el pronombre “elle” a les chiques (y, por lo tanto, no binaries), esto no es totalmente cierto. Si bien, al menos desde mi conocimiento, en muchos casos hay una correspondencia directa entre pronombre-género, otras veces esto no ocurre. También quiero resaltar que existen personas que utilizan dos o incluso los tres pronombres sin distinción alguna. Aunque este tema sea complicado, -y yo misma deba reconocer que no entiendo realmente esos casos donde no existe esa correspondencia género-pronombre-, no voy a caer en lo que yo tanto crítico, que es invalidar una realidad por desconocimiento.

Aunque ya hablaré más sobre géneros no binarios, quiero destacar una aclaración muy importante: cuando hablamos de personas no binarias o de géneros no binarios, no estamos haciendo referencia a un único género posible.

 

Dentro del espectro no binario existe una amplia variedad de géneros con nombre propio.

 

Por lo tanto, si queremos ser realmente inclusivos (y esto implica, por definición, con todo el mundo), debemos preguntar a las personas cuál/es es/son su/s género/s y cual o cuales son sus pronombres, y no asumirlos en base a factores puramente físicos o estéticos. Ser inclusivos es una labor de todos, y no debería ser una elección, sino un deber. Básicamente, porque entra dentro de los derechos fundamentales el ser reconocido como un igual.

Además, cabe señalar que debemos dejar de confundir, por un lado, el lenguaje inclusivo (el que incluye de forma explícita o implícita a todos los pronombres) y el neutro (elle) y, por otro, dejar de utilizar el binarismo el/ella en cada palabra (ejemplos: los chicos/as, los chicos y las chicas, los niños y las niñas, los hombres y las mujeres, etc.). Este tema ya le trataré un poco más a fondo en otra entrada (el falso lenguaje inclusivo).

En cuanto al ámbito académico y escolar (uno de los cuales me suscita un especial interés por mi vocación docente), los profesores tenemos la obligación moral de tratar a todos sus alumnos por igual, sin distinción. Los docentes debemos crear un clima de aula que sea seguro e inclusivo para todos. Por esa misma razón, antes de asumir las listas como verdades irrefutables (dándonos cuenta que hay personas que pueden tener dificultades en sus cambios de nombre registrales y en cuanto al género con el que se registran en la lista), los profesores debemos aprender a preguntar uno a uno a nuestros alumnos cuál/es es/son su/s genero/s,  su/s pronombre/s y su nombre real (repito, nombre real, que no el deadname).

Una ficha posible de presentación puede ser la siguiente que, además, debería ser en primera instancia anónima, por si alguna persona en cuestión no quiere decírselo a todo el grupo de la clase, etc. no exponerla públicamente:

 

FICHA DE PRESENTACIÓN ANÓNIMA

En esta ficha simplemente pretendo que te des a conocer siempre que desees para poder tratarte conforme a tu nombre, género y pronombres reales. ES TOTALMENTE ANÓNIMA. Si no quieres contestar, no es necesario, pero tendré que dirigirme a ti como pone en lista, ya que no me quedará más remedio. En cualquier caso, si así fuera, no te sientas mal por ello ni excluido/a/e, y ten en cuenta que puedes acudir a mi en cualquier momento del curso para pedirme que modifique tu nombre y/o género/s y/o pronombre/s. Si deseas contestar, pero no quieres que use ese/esos pronombre/s públicamente, por favor, házmelo saber, diciéndome cuál es el/los pronombre/s y el nombre con los que deseas que me dirija a ti.

 

- Nombre (escribe tu nombre real, no te preocupes por tu nombre registral si no le has conseguido cambiar aún): _____________________.

 

- Género/s (no te preocupes por tu DNI si no lo has conseguido modificar aún):

__________________.

 

- Pronombre/s: __________________.

 

OBSERVACIONES (escribe aquí todo aquello que consideres oportuno que deba saber):

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Observación: Utiliza esta misma ficha si lo consideras necesario.




1 Mas Grau, J. 2017. "Del transexualismo a la disforia de género en el DSM. Cambios terminológicos, misma esencia patologizante". Revista Internacional de Sociología 75(2):e059. doi: http://dx.doi.org/10.3989/ris.2017.75.2.15.63

 


8 comentarios:

  1. ¡Hola Sara! Mil gracias por tu entrada. Es necesario que los profesores hagan sentir a sus alumnos a gusto y la inclusividad es esencial para ello. Aún nos queda mucho por aprender y es vital que nos vayamos actualizando para no quedarnos en términos que puedan dañar a otras personas.

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    1. Si, tenemos que estar en permanente contacto con la realidad social, y ser cuidadosos con los términos :)

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  2. ¡Hola Sara! Coincido con el comentario de María: el papel del profesor es fundamental a la hora de incluir a todos y respetar la diversidad. Te informo de que la distinción de géneros es cierto que es animal, eso va desde muuuuuuuuuy antiguo, PERO te tengo que decir que en lengua indoeuropea y posteriormente griega y latina, primero se hacía una distinción de ANIMADO/NO ANIMADO y el no animado era el género neutro que en castellano se recoge con -o, que coincide con el masculino, pero se usa para objetos; el animado es el masculino/femenino en relación con una distinción animal. Vivimos en un mundo de distinción binaria, como dices. Gracias por abrirnos la mente :)

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    1. No se si termino de entender lo del Animado/No animado en relación a esto jeje, pero me parece curioso :)

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  3. Sara, gracias por estas entradas. Hacen reflexionar y cuestionarse muchas cosas, y es necesario hacerlo cada día para mejorar el mundo. Y me guardo la ficha de presentación, me ha parecido muy interesante.

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  4. Valiente y necesaria entrada, sobre todo por los que vamos a ser futuros profesores, que debemos tener conocimiento de estas realidades para no meter la pata, y ayudar a les que lo necesiten.

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  5. ¡Hola Sara! Muchas gracias por esta entrada porque como futura docente quiero poder transmitir un clima de confianza a mis alumnos y por ejemplo la ficha que has puesto me parece una idea excepcional. Tengo que reconocer que no estoy muy informada en cuanto al lenguaje apropiado pero poco a poco, con tu blog y con otras influencias externas estoy aprendiendo mucho y espero poder convertirme en un apoyo para mis alumnos, donde puedan solucionar las dudas que les vayan surgiendo:)

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