El
Proyecto Educativo del IES Diego de Praves, en primer lugar, se centra en
analizar cuáles son las características del entorno escolar. Así, describe la
zona como un barrio de familias trabajadoras con un nivel económico similar al
del resto de la ciudad (lo que me parece un poco atrevido, ya que no es
comparable el nivel socioeconómico de las familias de barrios como Covaresa con
el de Pajarillos Altos o Los Santos-Pilarica.
El
instituto atiende a los alumnos que viven en el Valle del Esgueva dotándoles de
la posibilidad de utilizar el transporte escolar. De este modo, hay muchas
actividades del centro que están condicionadas por el hecho de ser el único
instituto de adscripción para alumnos de ciertos pueblos. Además, concluye que
en sus aulas no hay una población muy numerosa de personas inmigrantes y
minorías étnicas (lo cual, tanto por mi experiencia allí como por la localización
no me parece que sea cierto del todo).
Posteriormente
describe como es la organización general del centro. Así, se muestran los
órganos de gobierno y coordinación y se describe el número de profesores por
cada departamento (lo cual me parece una información muy interesante). Acto
seguido, expone cuales son las enseñanzas ofertadas desglosando los cursos por
asignaturas.
Entre
sus cursos de enseñanza de bachillerato cuentan con el bachillerato de
investigación/excelencia que, además, de cumplir con las finalidades previstas
en una enseñanza secundaria post obligatoria, quiere contribuir a favorecer el
desarrollo de una mentalidad científica rigurosa, ordenada y crítica, para lo
que cuentan con una colaboración con la universidad. Dentro de su programa, los
alumnos de segundo curso de bachillerato deberán realizar un proyecto de
investigación dirigido por un profesor de la universidad y por uno del centro.
Para entrar a este bachillerato, se requiere una nota superior a 7 en ESO (a mi
modo de ver, todo este tipo de criba de alumnado simplemente basado en
criterios numéricos no es positivo, ya que no favorece la igualdad de
oportunidades para personas que puedan haber tenido más o menos dificultades en
etapas anteriores). Sin embargo, entiendo que las plazas son limitadas, y que
debe atenderse a algún criterio de admisión (lo que suele ser las notas).
En
cuanto a los ciclos formativos que imparten, destacan los grados medios de
Cocina y Gastronomía, Servicios de restauración y Panadería, Repostería y
Confitería. Con respecto a los ciclos de grado superior, son bien conocidos en
la ciudad por su ganada fama los ciclos de Dirección de Cocina y Dirección de
servicios de Restauración.
Con
respecto a las enseñanzas de ESO, el centro cuenta con profesores tanto católicos
como Evangélicos para impartir las signaturas de religión, con un programa de
mejora del aprendizaje y del rendimiento (PMAR) para segundo y tercero de ESO,
y un programa de refuerzo y orientación académica para los alumnos de primer
ciclo de la ESO que presenten dificultades de aprendizaje. Este programa se
desarrolla en horario NO lectivo, con el fin de no interrumpir el trascurso
normal del curso de dichos alumnos.
Los
alumnos con necesidades educativas específicas reciben clases de lengua y
matemáticas en un grupo específico con una maestra de educación especial.
Posteriormente,
describen como son los espacios del instituto, el horario escolar y las
sesiones de evaluación y el calendario escolar del curso en cuestión.
A
continuación, se muestra la adecuación de los objetivos y las competencias
generales de las etapas. Así, se describen las competencias básicas y los
objetivos generales de la ESO y su adecuación al contexto específico del
alumnado. Hacen mención a las orientaciones dadas por la Unión Europea en
cuanto a la adquisición de competencias básicas (explicitándolas), y explican
que el currículo de la ESO y Bachilleratos plasmado en las diferentes
programaciones realizadas por los Departamentos tienen como objetivo principal
la adquisición de estas competencias, donde además de las de tipo académico
(lingüística y lógico matemática) destacan las competencias digitales, aprender
a aprender (ser conscientes de como aprendemos, es decir, la metacognición,
para un aprendizaje más eficiente), los valores éticos y el sentido
emprendedor.
Nos
aseguran también que las competencias clave estarán integradas en las materias
curriculares, que se desarrollará en el ámbito formal, y que deben además ser
desarrolladas en el ámbito no formal e informal a lo largo de la Educación
Primaria, ESO y bachillerato. Como vemos, aúnan los objetivos promulgados por
la UE con los objetivos de la Ley de Educación actual (LOMCE).
Posteriormente,
explican los criterios de evaluación. Estos se basan en valorar lo que el
alumnado sabe de forma tanto teórica como práctica con relación a las
diferentes áreas, y están fundamentados en estándares que se puedan evaluar.
Con estos estándares comentan que se pretende evaluar la adquisición de las
competencias desarrolladas en cada área. Sin embargo, eso me parece realmente
complicado, ya que si hay competencias que son sociales y cívicos, veo difícil
que esto realmente pueda evaluarse desde unos estándares. Si bien es cierto que
parece que desean centrarse no solo en evaluar los aspectos teóricos, sino
también en el “saber hacer”, no creo firmemente que todas esas propuestas sean
realmente tan efectivas. Además, la evaluación que atiende a estándares no es
realmente eficiente, ya que no tiene en cuenta los diferentes ritmos de los
alumnos atendiendo a sus contextos y realidades específicas. Por lo tanto, a
pesar de que está muy extendida la idea de evaluación de esta forma, no dota de
las mismas oportunidades a todos, con lo que no atiende a la diversidad y, por
lo tanto, NO ES INCLUSIVA.
A continuación se muestra un apartado donde explican los objetivos de la educación secundaria
obligatoria basándose en la LOMCE. Así, destacan que deben desarrollar que los
alumnos asuman responsabilidades y conozcan sus derechos, que sean solidarios,
cooperativos, abiertos al diálogo, disciplinados, que desarrollen su
personalidad, respeten la diferencia entre “sexos” (géneros debería poner,
probablemente) y respeten la igualdad de ellos (a mi modo de ver, falta un
promover más que respetar, ya que no se trata de que respetes que los demás
traten por igual a los distintos géneros, sino que tú también lo hagas). También
quieren fortalecer las capacidades afectivas, rechazar la violencia, conseguir
que los alumnos adquieran destrezas en la utilización de fuentes de
información, dar una formación básica en las TIC, promover un conocimiento
científico, espíritu emprendedor, el desarrollo de un lenguaje adecuado, que
aprendan otras lenguas y valoren los aspectos culturales. Por último, me parece
llamativa la propuesta de hacer que los alumnos conozcan el funcionamiento de su
propio cuerpo con el fin de que respeten las diferencias existentes entre ellos
y que lo cuiden con buenos hábitos. Así, se promulga la realización de deporte.
Como
puede observarse, en esta etapa coincidente con la adolescencia de los alumnos,
se pretenden impulsar una serie de valores, competencias y habilidades de
carácter muy diverso. Además, se les quiere dotar de herramientas para la
búsqueda de información y enseñarles a manejarlas de forma óptima.
En
cuanto a los objetivos de Bachillerato, también se desea seguir impulsando
valores éticos fundamentales como la igualdad de género, el rechazo a cualquier
tipo de discriminación, la no violencia y la resolución de conflictos de forma
pacífica. Además, se pretende aumentar el grado de madurez de los estudiantes,
su espíritu crítico, mejorar sus capacidades lingüísticas dominando la lengua,
el uso solvente y responsable de las TIC, lograr que comprendan la
investigación científica, que valoren las artes y utilicen la educación física
y el deporte para favorecer el desarrollo personal y social.
En
esta etapa, de personas con mayor madurez psicóloga, se siguen promulgando
valores éticos fundamentales, que deben estar presentes a lo largo de toda la
vida, y además aparecen otros que son refuerzo de los anteriores o más
específicos, ya que requieren un grado de madurez que en la ESO es difícil de
conseguir.
Con
respecto a los alumnos de ciclos formativos, quieren que estos reconozcan o interpreten
la documentación. A mayores, pretenden que identifiquen las materias primas,
propiedades, etc., saber usar la maquinaria, el aprendizaje de las técnicas,
las estrategias, y otras tareas específicas de sus ciclos formaticos de cocina.
Entre ellas, a destacar el valor que le dan a la seguridad alimentaria.
Como
es lógico, a parte de algunos objetivos generales como el desarrollo de la
asertividad de las personas, se centran más en el desarrollo de competencias
específicas.
A
mi modo de ver, los objetivos, aunque algo utópicos en algunos de los casos,
están muy bien planteados, diferenciando siempre por un lado una línea general
de competencias básicas y valores éticos y, por otro, una serie de objetivos
más específicos adaptados a cada etapa en función de la madurez psicológica y
de las exigencias de la realidad a la que van dirigidos los cursos.
Posteriormente,
aparecen los criterios para la elaboración de las programaciones didácticas, las
actuaciones para fomentar la cultura emprendedora, la programación general anual,
concretando el currículo, los criterios de promoción y titulación
(diferenciados por etapas basándose en el marco legal pertinente), las medidas
de atención a la diversidad y el Reglamento de Régimen Interno (ya en los
anexos)
Con
respecto al Reglamento de Régimen Interno, en primer lugar, se muestra un
apartado preliminar, donde se habla de los objetivos fundamentales básicos, los
valores éticos, y tiene un carácter inspirador y positivo.
También
explica que se pretende alcanzar como objetivo una correcta socialización de
los alumnos, un crecimiento en valores, y un crecimiento personal ayudando a
que desarrollen capacidades. Además, que consigan tener un autoconcepto y una
autoestima ajustada.
Posteriormente
se establecen las normas de participación, donde se habla de los diferentes
sectores de la comunidad escolar, y fomentando valores éticos. Muy ligado con
esto, a continuación, se hace referencia a los derechos de asociación y
reunión, tanto del alumnado como de los padres, que también forman una pieza
clave en el centro. Todas las asociaciones deben promover la actuación de
todos, ser colaborativas y servir para dar opiniones, ejercer el ejercicio de
la democracia y mejorar la actividad del centro.
A
continuación, aparecen las reglas de la evaluación, a nivel informativo, sin
ningún carácter punitivo ni amenazador.
A
mayores se muestran las normas de uso y conservación de materiales e
instalaciones del centro donde, en primer lugar, se informa y luego se
establecen las sanciones (o debería decirse mejor las consecuencias) en caso de
un uso irresponsable. Sin embargo, no considero que este documento esté escrito
con un carácter amenazante, que muestre intención de castigar, fuera de los
valores que promueve el centro.
Con
respecto a la convivencia, ocurre similar. Se establece la distribución de
competencias en este ámbito para presentar un apartado sucesivo relacionado con
la disciplina. De este modo, se muestra un gradiente de clasificación de
conductas negativas en leves, graves y muy graves. Relacionado con ellas, viene
la consecuencia correspondiente. Aunque en este apartado se hace hincapié a los
castigos, considero que es oportuno, ya que estas consecuencias a los actos incívicos
sirven para llamar la atención de alguna forma, marcando límites. Sin embargo,
si considero que se da una idea errónea del castigo como elemento modificador
de las mañas conductas, cuando no es así realmente. Además, se establece una
regulación de los castigos, lo cual considero muy oportunos, para que no queden
al libre albedrio o al criterio propio. De este modo, serán más justos, acordes
con las situaciones generadas. Es interesante resaltar que ninguno de ellos
puede atentar contra el derecho fundamental de la escolarización de los
estudiantes. En mi opinión, consideró que debería ser más contundente en la
afirmación: “ningún castigo puede atentar contra el derecho fundamental de
recibir UNA EDUCACIÓN DE CALIDAD”, como establece el artículo 1 de la LOMCE en
sus inicios. Me parece interesante, además, el aspecto de la mediación
(explicado también en este apartado) como una alternativa pacífica y muy
constructiva de resolver conflictos.
El
apartado sucesivo se refiere a las faltas de asistencia y retrasos. Así,
establece que la acumulación del 20% de faltas de asistencia sobre el total de
cada asignatura o modulo tanto justificada como no puede dar lugar a la pérdida
del derecho de la evaluación continua. Además, hace referencia a que todas las
faltas de los alumnos deben venir provistas de justificante, porque si no,
pueden constituir objeto de sanción. A mi modo de ver, esto es un error, ya que
a veces las ausencias pueden llevar implícitas razones de salud que, a veces,
son difíciles de justificar, y que no todos pueden tener acceso a pruebas o
diagnósticos que permitan obtener la justificación pertinente. Por ese motivo,
no se pueden castigar las faltas de asistencia reiteradas sin justificar, salvo
que se vea claro que no hay ninguna intención de dar explicación o se exprese
claramente por parte del alumno con cierto descaro que la razón no es de salud.
También me parece interesante poner de relieve que, pese a no estar escrito con
carácter punitivo, abusa del uso de las palabras sanción y castigo, en vez de
usar “consecuencia” que es, a mi modo de ver, mucho más acertada y ajustada.
En relación a las actividades extraescolares y complementarias, se establece una
regulación en cuanto al número que se puede realizar dependiendo del período
educativo. Por un lado, comprendo la necesidad de regularlas, ya que el exceso
de estas sería una lacra en cuanto a la organización temporal de materias
curriculares. Sin embargo, la limitación tan estricta y concreta me parece un
error, ya que este tipo de actividades constituyen una forma de aprendizaje muy
eficiente, divertida, práctica, de contacto con la realidad y ligada a
competencias transversales. Facilita la socialización de los alumnos, y el
proceso de adquisición de valores éticos, entre otros aspectos. Por lo tanto,
siendo realmente tan beneficiosas, no se deben limitar de forma tan estricta
como si se tratasen de “recreos”.
Seguidamente se habla de la prohibición de consumir tabaco y alcohol, como es lógico, pero también hace mención de que no se podrá comer, masticar chicle, golosinas, etc. Con respecto al tema del chicle, considero que es una idea bastante ridícula y extendida el que no se pueda comer chicle en clase. En ciertos casos, creo podría ayudar a los alumnos a concentrarse, o igual a reducir niveles de estrés, ansiedad, etc. No considero que sea realmente una falta de respeto, es más bien un constructo social irracional basado en el afán de limitación/prohibición. En mi opinión, deberían normalizarse (o igual debería decir “cotidianizarse”) ciertos comportamientos en el aula como estirarse, bostezar, comer cicle, salir al baño sin pedir permiso, etc., que permitirían un clima de aula más relajado y, por lo tanto, adaptado al proceso de aprendizaje. Los alumnos pasan muchas horas en el aula, y no tiene sentido que tengan que limitarse en cosas naturales.
Aparecen también en los anexos del Proyecto Educativo el plan de convivencia, el de fomento a la lectura (lo
que pone de manifiesto la importancia que le dan a las competencias
lingüísticas, a mi modo de ver muy acertada, ya que resultan esenciales para el
desarrollo de muchas otras competencias).
No
quedan exentos de aparecer otros epígrafes referentes al plan de igualdad de
género, al que se dedica un apartado específico en los anexos, o el plan de
absentismo escolar, para prevenirlo.
Por
último, se explican los medios para la colaboración de la comunidad educativa,
los compromisos del centro con las familias, y donde se coordinan las
relaciones con las familias de los alumnos (aspecto fundamental para garantizar
el éxito de los alumnos). Así, exponen que el contacto con estas es continuo y
fluido en la mayoría de los casos, que se realizan reuniones con las familias a
principios de curso, y la posibilidad de organizar reuniones extraordinarias de
todo el equipo pedagógico. Además, el centro no tiene AMPA (que debería
llamarse AFA, para ser más inclusivos con los diferentes tipos de familia), con
lo que se plantean como objetivo fomentar la participación de los padres en la
labor educativa a través de la potenciación de la AFA y de la colaboración y
participación de los padres y madres en ella.
Como
puede observarse, el Proyecto Educativo es muy extenso, y a pesar de parecer un
poco utópico, considero que es muy motivador. Recoge muchos aspectos
importantes con el fin de mejorar las condiciones en la adquisición de
competencias básicas, y se centra en dotar al alumnado de las competencias y
aptitudes que la UE y la LOMCE promulgan. En resumen, es un Proyecto Educativo
muy amplio, completo, que toca todos los aspectos relacionados con lo que es la
enseñanza, más allá de la adquisición de conocimientos teóricos y que tiene un carácter
motivador.
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