lunes, 19 de octubre de 2020

¿Un Proyecto Educativo motivador?

 


El Proyecto Educativo del IES Diego de Praves, en primer lugar, se centra en analizar cuáles son las características del entorno escolar. Así, describe la zona como un barrio de familias trabajadoras con un nivel económico similar al del resto de la ciudad (lo que me parece un poco atrevido, ya que no es comparable el nivel socioeconómico de las familias de barrios como Covaresa con el de Pajarillos Altos o Los Santos-Pilarica.

El instituto atiende a los alumnos que viven en el Valle del Esgueva dotándoles de la posibilidad de utilizar el transporte escolar. De este modo, hay muchas actividades del centro que están condicionadas por el hecho de ser el único instituto de adscripción para alumnos de ciertos pueblos. Además, concluye que en sus aulas no hay una población muy numerosa de personas inmigrantes y minorías étnicas (lo cual, tanto por mi experiencia allí como por la localización no me parece que sea cierto del todo).

Posteriormente describe como es la organización general del centro. Así, se muestran los órganos de gobierno y coordinación y se describe el número de profesores por cada departamento (lo cual me parece una información muy interesante). Acto seguido, expone cuales son las enseñanzas ofertadas desglosando los cursos por asignaturas.

Entre sus cursos de enseñanza de bachillerato cuentan con el bachillerato de investigación/excelencia que, además, de cumplir con las finalidades previstas en una enseñanza secundaria post obligatoria, quiere contribuir a favorecer el desarrollo de una mentalidad científica rigurosa, ordenada y crítica, para lo que cuentan con una colaboración con la universidad. Dentro de su programa, los alumnos de segundo curso de bachillerato deberán realizar un proyecto de investigación dirigido por un profesor de la universidad y por uno del centro. Para entrar a este bachillerato, se requiere una nota superior a 7 en ESO (a mi modo de ver, todo este tipo de criba de alumnado simplemente basado en criterios numéricos no es positivo, ya que no favorece la igualdad de oportunidades para personas que puedan haber tenido más o menos dificultades en etapas anteriores). Sin embargo, entiendo que las plazas son limitadas, y que debe atenderse a algún criterio de admisión (lo que suele ser las notas).

En cuanto a los ciclos formativos que imparten, destacan los grados medios de Cocina y Gastronomía, Servicios de restauración y Panadería, Repostería y Confitería. Con respecto a los ciclos de grado superior, son bien conocidos en la ciudad por su ganada fama los ciclos de Dirección de Cocina y Dirección de servicios de Restauración.

Con respecto a las enseñanzas de ESO, el centro cuenta con profesores tanto católicos como Evangélicos para impartir las signaturas de religión, con un programa de mejora del aprendizaje y del rendimiento (PMAR) para segundo y tercero de ESO, y un programa de refuerzo y orientación académica para los alumnos de primer ciclo de la ESO que presenten dificultades de aprendizaje. Este programa se desarrolla en horario NO lectivo, con el fin de no interrumpir el trascurso normal del curso de dichos alumnos.

Los alumnos con necesidades educativas específicas reciben clases de lengua y matemáticas en un grupo específico con una maestra de educación especial. 

Posteriormente, describen como son los espacios del instituto, el horario escolar y las sesiones de evaluación y el calendario escolar del curso en cuestión.

A continuación, se muestra la adecuación de los objetivos y las competencias generales de las etapas. Así, se describen las competencias básicas y los objetivos generales de la ESO y su adecuación al contexto específico del alumnado. Hacen mención a las orientaciones dadas por la Unión Europea en cuanto a la adquisición de competencias básicas (explicitándolas), y explican que el currículo de la ESO y Bachilleratos plasmado en las diferentes programaciones realizadas por los Departamentos tienen como objetivo principal la adquisición de estas competencias, donde además de las de tipo académico (lingüística y lógico matemática) destacan las competencias digitales, aprender a aprender (ser conscientes de como aprendemos, es decir, la metacognición, para un aprendizaje más eficiente), los valores éticos y el sentido emprendedor.



Nos aseguran también que las competencias clave estarán integradas en las materias curriculares, que se desarrollará en el ámbito formal, y que deben además ser desarrolladas en el ámbito no formal e informal a lo largo de la Educación Primaria, ESO y bachillerato. Como vemos, aúnan los objetivos promulgados por la UE con los objetivos de la Ley de Educación actual (LOMCE).

Posteriormente, explican los criterios de evaluación. Estos se basan en valorar lo que el alumnado sabe de forma tanto teórica como práctica con relación a las diferentes áreas, y están fundamentados en estándares que se puedan evaluar. Con estos estándares comentan que se pretende evaluar la adquisición de las competencias desarrolladas en cada área. Sin embargo, eso me parece realmente complicado, ya que si hay competencias que son sociales y cívicos, veo difícil que esto realmente pueda evaluarse desde unos estándares. Si bien es cierto que parece que desean centrarse no solo en evaluar los aspectos teóricos, sino también en el “saber hacer”, no creo firmemente que todas esas propuestas sean realmente tan efectivas. Además, la evaluación que atiende a estándares no es realmente eficiente, ya que no tiene en cuenta los diferentes ritmos de los alumnos atendiendo a sus contextos y realidades específicas. Por lo tanto, a pesar de que está muy extendida la idea de evaluación de esta forma, no dota de las mismas oportunidades a todos, con lo que no atiende a la diversidad y, por lo tanto, NO ES INCLUSIVA.  

A continuación se muestra un apartado donde explican los objetivos de la educación secundaria obligatoria basándose en la LOMCE. Así, destacan que deben desarrollar que los alumnos asuman responsabilidades y conozcan sus derechos, que sean solidarios, cooperativos, abiertos al diálogo, disciplinados, que desarrollen su personalidad, respeten la diferencia entre “sexos” (géneros debería poner, probablemente) y respeten la igualdad de ellos (a mi modo de ver, falta un promover más que respetar, ya que no se trata de que respetes que los demás traten por igual a los distintos géneros, sino que tú también lo hagas). También quieren fortalecer las capacidades afectivas, rechazar la violencia, conseguir que los alumnos adquieran destrezas en la utilización de fuentes de información, dar una formación básica en las TIC, promover un conocimiento científico, espíritu emprendedor, el desarrollo de un lenguaje adecuado, que aprendan otras lenguas y valoren los aspectos culturales. Por último, me parece llamativa la propuesta de hacer que los alumnos conozcan el funcionamiento de su propio cuerpo con el fin de que respeten las diferencias existentes entre ellos y que lo cuiden con buenos hábitos. Así, se promulga la realización de deporte.

Como puede observarse, en esta etapa coincidente con la adolescencia de los alumnos, se pretenden impulsar una serie de valores, competencias y habilidades de carácter muy diverso. Además, se les quiere dotar de herramientas para la búsqueda de información y enseñarles a manejarlas de forma óptima.

En cuanto a los objetivos de Bachillerato, también se desea seguir impulsando valores éticos fundamentales como la igualdad de género, el rechazo a cualquier tipo de discriminación, la no violencia y la resolución de conflictos de forma pacífica. Además, se pretende aumentar el grado de madurez de los estudiantes, su espíritu crítico, mejorar sus capacidades lingüísticas dominando la lengua, el uso solvente y responsable de las TIC, lograr que comprendan la investigación científica, que valoren las artes y utilicen la educación física y el deporte para favorecer el desarrollo personal y social.

En esta etapa, de personas con mayor madurez psicóloga, se siguen promulgando valores éticos fundamentales, que deben estar presentes a lo largo de toda la vida, y además aparecen otros que son refuerzo de los anteriores o más específicos, ya que requieren un grado de madurez que en la ESO es difícil de conseguir.

Con respecto a los alumnos de ciclos formativos, quieren que estos reconozcan o interpreten la documentación. A mayores, pretenden que identifiquen las materias primas, propiedades, etc., saber usar la maquinaria, el aprendizaje de las técnicas, las estrategias, y otras tareas específicas de sus ciclos formaticos de cocina. Entre ellas, a destacar el valor que le dan a la seguridad alimentaria.

Como es lógico, a parte de algunos objetivos generales como el desarrollo de la asertividad de las personas, se centran más en el desarrollo de competencias específicas.

A mi modo de ver, los objetivos, aunque algo utópicos en algunos de los casos, están muy bien planteados, diferenciando siempre por un lado una línea general de competencias básicas y valores éticos y, por otro, una serie de objetivos más específicos adaptados a cada etapa en función de la madurez psicológica y de las exigencias de la realidad a la que van dirigidos los cursos.

Posteriormente, aparecen los criterios para la elaboración de las programaciones didácticas, las actuaciones para fomentar la cultura emprendedora, la programación general anual, concretando el currículo, los criterios de promoción y titulación (diferenciados por etapas basándose en el marco legal pertinente), las medidas de atención a la diversidad y el Reglamento de Régimen Interno (ya en los anexos)

Con respecto al Reglamento de Régimen Interno, en primer lugar, se muestra un apartado preliminar, donde se habla de los objetivos fundamentales básicos, los valores éticos, y tiene un carácter inspirador y positivo.

También explica que se pretende alcanzar como objetivo una correcta socialización de los alumnos, un crecimiento en valores, y un crecimiento personal ayudando a que desarrollen capacidades. Además, que consigan tener un autoconcepto y una autoestima ajustada.

Posteriormente se establecen las normas de participación, donde se habla de los diferentes sectores de la comunidad escolar, y fomentando valores éticos. Muy ligado con esto, a continuación, se hace referencia a los derechos de asociación y reunión, tanto del alumnado como de los padres, que también forman una pieza clave en el centro. Todas las asociaciones deben promover la actuación de todos, ser colaborativas y servir para dar opiniones, ejercer el ejercicio de la democracia y mejorar la actividad del centro.

A continuación, aparecen las reglas de la evaluación, a nivel informativo, sin ningún carácter punitivo ni amenazador.  

A mayores se muestran las normas de uso y conservación de materiales e instalaciones del centro donde, en primer lugar, se informa y luego se establecen las sanciones (o debería decirse mejor las consecuencias) en caso de un uso irresponsable. Sin embargo, no considero que este documento esté escrito con un carácter amenazante, que muestre intención de castigar, fuera de los valores que promueve el centro.

Con respecto a la convivencia, ocurre similar. Se establece la distribución de competencias en este ámbito para presentar un apartado sucesivo relacionado con la disciplina. De este modo, se muestra un gradiente de clasificación de conductas negativas en leves, graves y muy graves. Relacionado con ellas, viene la consecuencia correspondiente. Aunque en este apartado se hace hincapié a los castigos, considero que es oportuno, ya que estas consecuencias a los actos incívicos sirven para llamar la atención de alguna forma, marcando límites. Sin embargo, si considero que se da una idea errónea del castigo como elemento modificador de las mañas conductas, cuando no es así realmente. Además, se establece una regulación de los castigos, lo cual considero muy oportunos, para que no queden al libre albedrio o al criterio propio. De este modo, serán más justos, acordes con las situaciones generadas. Es interesante resaltar que ninguno de ellos puede atentar contra el derecho fundamental de la escolarización de los estudiantes. En mi opinión, consideró que debería ser más contundente en la afirmación: “ningún castigo puede atentar contra el derecho fundamental de recibir UNA EDUCACIÓN DE CALIDAD”, como establece el artículo 1 de la LOMCE en sus inicios. Me parece interesante, además, el aspecto de la mediación (explicado también en este apartado) como una alternativa pacífica y muy constructiva de resolver conflictos.

El apartado sucesivo se refiere a las faltas de asistencia y retrasos. Así, establece que la acumulación del 20% de faltas de asistencia sobre el total de cada asignatura o modulo tanto justificada como no puede dar lugar a la pérdida del derecho de la evaluación continua. Además, hace referencia a que todas las faltas de los alumnos deben venir provistas de justificante, porque si no, pueden constituir objeto de sanción. A mi modo de ver, esto es un error, ya que a veces las ausencias pueden llevar implícitas razones de salud que, a veces, son difíciles de justificar, y que no todos pueden tener acceso a pruebas o diagnósticos que permitan obtener la justificación pertinente. Por ese motivo, no se pueden castigar las faltas de asistencia reiteradas sin justificar, salvo que se vea claro que no hay ninguna intención de dar explicación o se exprese claramente por parte del alumno con cierto descaro que la razón no es de salud. También me parece interesante poner de relieve que, pese a no estar escrito con carácter punitivo, abusa del uso de las palabras sanción y castigo, en vez de usar “consecuencia” que es, a mi modo de ver, mucho más acertada y ajustada.

En relación a las actividades extraescolares y complementarias, se establece una regulación en cuanto al número que se puede realizar dependiendo del período educativo. Por un lado, comprendo la necesidad de regularlas, ya que el exceso de estas sería una lacra en cuanto a la organización temporal de materias curriculares. Sin embargo, la limitación tan estricta y concreta me parece un error, ya que este tipo de actividades constituyen una forma de aprendizaje muy eficiente, divertida, práctica, de contacto con la realidad y ligada a competencias transversales. Facilita la socialización de los alumnos, y el proceso de adquisición de valores éticos, entre otros aspectos. Por lo tanto, siendo realmente tan beneficiosas, no se deben limitar de forma tan estricta como si se tratasen de “recreos”.

Seguidamente se habla de la prohibición de consumir tabaco y alcohol, como es lógico, pero también hace mención de que no se podrá comer, masticar chicle, golosinas, etc. Con respecto al tema del chicle, considero que es una idea bastante ridícula y extendida el que no se pueda comer chicle en clase. En ciertos casos, creo podría ayudar a los alumnos a concentrarse, o igual a reducir niveles de estrés, ansiedad, etc. No considero que sea realmente una falta de respeto, es más bien un constructo social irracional basado en el afán de limitación/prohibición. En mi opinión, deberían normalizarse (o igual debería decir “cotidianizarse”) ciertos comportamientos en el aula como estirarse, bostezar, comer cicle, salir al baño sin pedir permiso, etc., que permitirían un clima de aula más relajado y, por lo tanto, adaptado al proceso de aprendizaje. Los alumnos pasan muchas horas en el aula, y no tiene sentido que tengan que limitarse en cosas naturales.




Llegando al final hace referencia a las normas de higiene y seguridad para alumnado de FP básica, donde no se ve realmente un carácter basado en castigos.

Aparecen también en los anexos del Proyecto Educativo el plan de convivencia, el de fomento a la lectura (lo que pone de manifiesto la importancia que le dan a las competencias lingüísticas, a mi modo de ver muy acertada, ya que resultan esenciales para el desarrollo de muchas otras competencias).

No quedan exentos de aparecer otros epígrafes referentes al plan de igualdad de género, al que se dedica un apartado específico en los anexos, o el plan de absentismo escolar, para prevenirlo.

Por último, se explican los medios para la colaboración de la comunidad educativa, los compromisos del centro con las familias, y donde se coordinan las relaciones con las familias de los alumnos (aspecto fundamental para garantizar el éxito de los alumnos). Así, exponen que el contacto con estas es continuo y fluido en la mayoría de los casos, que se realizan reuniones con las familias a principios de curso, y la posibilidad de organizar reuniones extraordinarias de todo el equipo pedagógico. Además, el centro no tiene AMPA (que debería llamarse AFA, para ser más inclusivos con los diferentes tipos de familia), con lo que se plantean como objetivo fomentar la participación de los padres en la labor educativa a través de la potenciación de la AFA y de la colaboración y participación de los padres y madres en ella.

Como puede observarse, el Proyecto Educativo es muy extenso, y a pesar de parecer un poco utópico, considero que es muy motivador. Recoge muchos aspectos importantes con el fin de mejorar las condiciones en la adquisición de competencias básicas, y se centra en dotar al alumnado de las competencias y aptitudes que la UE y la LOMCE promulgan. En resumen, es un Proyecto Educativo muy amplio, completo, que toca todos los aspectos relacionados con lo que es la enseñanza, más allá de la adquisición de conocimientos teóricos y que tiene un carácter motivador.




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