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lunes, 19 de octubre de 2020

¡Quiero mi identidad! Una guía para profesores inclusivos


Cuando miramos el DNI, nos encontramos con una clasificación de las personas en base a dos “sexos”: masculino (M) y femenino (F). Puede resultar curioso, pero no pone Hombre y Mujer. No. Pone sexo masculino y sexo femenino. Esto debería suscitarnos una primera duda… ¿es lo mismo masculino que hombre y femenino que mujer? ¿O masculino no, pero sexo masculino si es lo mismo que hombre y, por analogía, femenino no, pero sexo femenino si es lo mismo que mujer?

Por otro lado, cabe resaltar que esta clasificación se ha realizado atendiendo a criterios basados en la animalidad del ser humano. Sin embargo, no escucho hablar de perros masculinos y perros femeninos.

Por otro lado, en muchas leyes, se contemplan aspectos como la igualdad de género. La palabra género nos inunda, se escucha en todos los lados. Hablamos de géneros de las películas, de los libros. Hablamos del genero como una categoría taxonómica en la clasificación de los seres vivos. Incluso, probablemente hemos hablado o hayamos escuchado hablar del género humano. Pero… ¿qué es el género? Como suelo acostumbrar, acudiremos a la definición de la RAE para intentar encontrar una respuesta a esta cuestión:


1.- Conjunto de seres que tienen uno o varios caracteres comunes.

2.- Clase o tipo al que pertenecen personas o cosas.

3.- Grupo al que pertenecen los seres humanos de cada sexo, entendido este desde un punto de vista sociocultural en lugar de exclusivamente biológico.

4.- En el comercio, mercancía.

5.- Tela o tejido.

6.- En las artes, cada una de las categorías o clases en que se puede ordenar una obra según sus rasgos de forma y contenido.

7.- Taxón que agrupa a especies que comparten ciertos caracteres.

8.- Categoría gramatical de sustantivos y pronombres.

 

Obviamente, de poco sirven las definiciones 4-8 en este contexto. La primera acepción podría dar lugar a un interesante debate. Sin embargo, no pretendo alargarme en exceso en esta entrada. Con respecto a la segunda, parece hacer referencia al nombre de una clase al que pertenecen tanto las cosas como las personas. Por lo tanto, podría deducirse que viene a reflejar a un grupo de personas que comparten algunos aspectos comunes. Pero no esclarece nada.  La tercera acepción, sin embargo, ya hace una referencia explícita a que las características están ligadas con el “sexo biológico”. Sin embargo, es una visión mucho más orientada a aspectos socioculturales. Por lo tanto, aunque es una perspectiva de género binarista, ya pone sobre la mesa la idea de género como un aspecto sociocultural.

Y la RAE, como no, viene cargadita de transfobia. Reconoce la existencia de dos géneros: hombre y mujer, en base a unas características que denomina “sexo biológico”. Es decir, en otras palabras, para ser claros: si tienes unos genitales u otros. Porque, aunque si ha admitido como palabra intersexual e intersexualidad, la forma tan horrible en la que lo define da para hablar largo tiempo.

Retomando lo que estaba comentando, para la RAE, solo hay dos géneros, muy ligados a aspectos corpóreos, aunque reconozca la realidad sociocultural. Sin embargo, puede resultar bastante llamativo que está asociando directamente al hecho de tener un cierto cuerpo una realidad social determinada. Y eso es, sin lugar a ninguna duda además de atrevido, falaz. Aunque pueda dar para muchas más entradas, no puede negarse que la realidad de muchas mujeres cis a lo largo de la historia se haya podido ver marcada por su corporeidad. Resultaría completamente injusto negar que ciertos aspectos de misoginia vengan condicionados por cánones o asuntos corporales. Sin embargo, me gustaría resaltar que esto no es solamente un problema que haya afectado a personas cis. Es probable que a lo largo de la historia se haya dado mayoritariamente esa realidad. Pero eso es, sin lugar a ninguna duda, reflejo de la poca visibilización de las personas trans. Si, hablo de trans, no de transexuales ni transgénero (esto lo resaltaré muchas veces, a ver si va poco a poco calando en nuestro vocabulario). Por lo tanto, no se puede asociar ser víctima del machismo y de la misoginia solamente a aspectos corporales.

 

Los problemas políticos y sociales no son problemas con una sola variable. Hay que tener en cuenta muchos más factores. Las mujeres trans también sufrimos misoginia por aspectos corporales.


Bandera Trans

Además, los comportamientos machistas vienen dados por la idea de superioridad del hombre sobre la mujer, perpetuada por la acción de un sistema patriarcal. Y es un asunto que trasciende mucho más allá de lo corpóreo.

Hablando desde la propia experiencia, si, yo también he sido víctima de comportamientos machistas y misóginos. Mi cuerpo, que he decidido no modificar (no tenía por qué contarlo, pero la verdad es que no me importa en absoluto) no ha sido una ventaja a la hora de vivir en condiciones de igualdad. Os sorprendería el rechazo que puedo recibir constantemente por tener un cuerpo que me gusta. Parece que me tengo que sentir mal y rechazarlo por narices. Y es que el problema no es tanto el cuerpo concreto, sino que se adapte o no a unos cánones.

 

Cualquier cuerpo de una mujer (cis o trans, con o sin operaciones estéticas) será rechazado sistemáticamente por hombres si no encaja dentro de sus cánones, de sus deseos. Esas son las consecuencias del patriarcado.

 

Este es solo un ejemplo de machismo entre muchos. Sin embargo, he querido resaltarlo, ya que sé que es uno de esos aspectos en los cuales la gente no suele reparar, y de lo que tanto nos acusan a las mujeres trans algunas personas trans-excluyentes que se hacen llamar feministas (las mal llamadas TERF). Un caso claro de transfobia que pasa desapercibido si no la totalidad de las veces, si en un porcentaje muy elevado.

Hay muchos casos de transfobia añadidos: la idea de que si no tienes disforia no eres una persona trans, si no sigues unos roles de género entonces estás engañando al mundo al reivindicar tu género, si eres mujer trans las lesbianas y los heteros te rechazan porque “la atracción es hacia los genitales y es cuestión de gustos”, la idea de que nos creemos de un género, no que somos, la invisibilización constante en todos los medios, la impunidad ante maltratos y asesinatos tránsfobos, etc. Sin embargo, esta entrada no tiene como objetivo explicar todo esto en profundidad, sino dar a conocer esta realidad de forma resumida, para llevar a cabo una reivindicación final y una propuesta muy interesante a todo el personal docente.

 

Por otro lado, es importante comentar la importancia que tiene el lenguaje utilizado. La visibilización de las diferentes realidades, darlas a conocer, es clave para poder erradicar cualquier atisbo discriminatorio.

 

Las cosas que no tienen un nombre parecen no existir. Y las cosas que nunca se dicen no existen. Por lo tanto, el tema de abogar por un lenguaje que no deje de lado a nadie, que no eclipse ninguna realidad, y que permita situar a todas las personas en un mismo nivel de derechos es fundamental. Con respecto a este asunto, podría también hablar largo y tendido. Sin embargo, no pretendo aburrir demasiado.

En este tema quería resaltar algunos aspectos: debe dejarse de utilizar el término transexual y transgénero. Aunque ambos son erróneos, urge mucho más dejar de usar la etiqueta transexual, patologizante. La OMS ya sacó del DSM la “situación de transexualismo”, dejándola de considerar una enfermedad mental. Sin embargo, a día de hoy, figura como un trastorno: “la disforia de género”.1  Además, deben eliminarse las viejas etiquetas MTF (male to female) y FTM (female to male), que dan a entender que ha habido un paso de ser de un genero a ser del otro, cuando en bastantes casos no es así (excepto en personas de género fluido). A mayores, etiquetas como travesti, que no tienen que ver con la realidad trans (aunque se que en otros países las usan, y aquí en España se usaban antiguamente) son erróneas. Entiendo el trasfondo cultural y contextual de esta palabra, pero es errónea. Cabe añadir que también debe dejarse de creer que el tema de la identidad de género es una ideología, porque nada tiene que ver con eso. No es una creencia, no es una opinión, no es un gusto ni un fetiche, no es una decisión. Es una REALIDAD.

 

Por otro lado, es de suma importancia empezar a visibilizar que el género NO ES BINARIO.

 

Hay personas que no están inscritas dentro del binomio hombre/mujer, y que son, obviamente, IGUAL DE VÁLIDAS. Empezar a visibilizar a las personas no binarias (asunto totalmente pendiente para el Estado, que no reconoce A NINGUN GÉNERO FUERA DEL BINARISMO), es una responsabilidad, y digo más, una OBLIGACIÓN MORAL de todos. NO podemos permitir que no se reconozca ningún género más allá hombre/mujer civilmente, y NO podemos permitir que socialmente se invisibilice, a veces de forma totalmente intencionada, o que incluso se ejerza una violencia sistemática contra todas las personas que se encuentran fuera del sistema binario.


Bandera No Binaria


Por último, como no quiero tampoco que aquí nadie se vuelva experto en teorías sobre el género, ni en conocer todas las identidades (QUE NO IDEOLOGÍAS), no me extenderé más en esto. Eso sí, no quiero cerrar esta pequeña introducción sin antes reivindicar el uso de los nombres reales, no de los deadname (o nombres no reconocidos como propios de los géneros adecuados en las palabras, y de los pronombres adecuados. De este modo, aunque la RAE no se muestra muy receptiva (en parte por falta de información de calidad y, por otro lado, por pura transfobia) los pronombres que deben utilizarse son el, ella y elle. Del mismo modo, las palabras con carga de género pueden acabar en -o, en -a o en -e (aunque nuevamente, sigan sin reconocerlo). Y es que la RAE no sabe realmente nada de lo que es una lengua (ya lo comentaré en otras entradas, y siento mucho si te sientes ofendido por esto que he dicho, pero tengo argumentos de mucho peso para afirmarlo y reafirmarlo las veces que sean). Quiero poner de relieve que, aunque en primera instancia pueda pensarse que el pronombre “él” va referido a los chicos, el pronombre “ella” a las chicas, y el pronombre “elle” a les chiques (y, por lo tanto, no binaries), esto no es totalmente cierto. Si bien, al menos desde mi conocimiento, en muchos casos hay una correspondencia directa entre pronombre-género, otras veces esto no ocurre. También quiero resaltar que existen personas que utilizan dos o incluso los tres pronombres sin distinción alguna. Aunque este tema sea complicado, -y yo misma deba reconocer que no entiendo realmente esos casos donde no existe esa correspondencia género-pronombre-, no voy a caer en lo que yo tanto crítico, que es invalidar una realidad por desconocimiento.

Aunque ya hablaré más sobre géneros no binarios, quiero destacar una aclaración muy importante: cuando hablamos de personas no binarias o de géneros no binarios, no estamos haciendo referencia a un único género posible.

 

Dentro del espectro no binario existe una amplia variedad de géneros con nombre propio.

 

Por lo tanto, si queremos ser realmente inclusivos (y esto implica, por definición, con todo el mundo), debemos preguntar a las personas cuál/es es/son su/s género/s y cual o cuales son sus pronombres, y no asumirlos en base a factores puramente físicos o estéticos. Ser inclusivos es una labor de todos, y no debería ser una elección, sino un deber. Básicamente, porque entra dentro de los derechos fundamentales el ser reconocido como un igual.

Además, cabe señalar que debemos dejar de confundir, por un lado, el lenguaje inclusivo (el que incluye de forma explícita o implícita a todos los pronombres) y el neutro (elle) y, por otro, dejar de utilizar el binarismo el/ella en cada palabra (ejemplos: los chicos/as, los chicos y las chicas, los niños y las niñas, los hombres y las mujeres, etc.). Este tema ya le trataré un poco más a fondo en otra entrada (el falso lenguaje inclusivo).

En cuanto al ámbito académico y escolar (uno de los cuales me suscita un especial interés por mi vocación docente), los profesores tenemos la obligación moral de tratar a todos sus alumnos por igual, sin distinción. Los docentes debemos crear un clima de aula que sea seguro e inclusivo para todos. Por esa misma razón, antes de asumir las listas como verdades irrefutables (dándonos cuenta que hay personas que pueden tener dificultades en sus cambios de nombre registrales y en cuanto al género con el que se registran en la lista), los profesores debemos aprender a preguntar uno a uno a nuestros alumnos cuál/es es/son su/s genero/s,  su/s pronombre/s y su nombre real (repito, nombre real, que no el deadname).

Una ficha posible de presentación puede ser la siguiente que, además, debería ser en primera instancia anónima, por si alguna persona en cuestión no quiere decírselo a todo el grupo de la clase, etc. no exponerla públicamente:

 

FICHA DE PRESENTACIÓN ANÓNIMA

En esta ficha simplemente pretendo que te des a conocer siempre que desees para poder tratarte conforme a tu nombre, género y pronombres reales. ES TOTALMENTE ANÓNIMA. Si no quieres contestar, no es necesario, pero tendré que dirigirme a ti como pone en lista, ya que no me quedará más remedio. En cualquier caso, si así fuera, no te sientas mal por ello ni excluido/a/e, y ten en cuenta que puedes acudir a mi en cualquier momento del curso para pedirme que modifique tu nombre y/o género/s y/o pronombre/s. Si deseas contestar, pero no quieres que use ese/esos pronombre/s públicamente, por favor, házmelo saber, diciéndome cuál es el/los pronombre/s y el nombre con los que deseas que me dirija a ti.

 

- Nombre (escribe tu nombre real, no te preocupes por tu nombre registral si no le has conseguido cambiar aún): _____________________.

 

- Género/s (no te preocupes por tu DNI si no lo has conseguido modificar aún):

__________________.

 

- Pronombre/s: __________________.

 

OBSERVACIONES (escribe aquí todo aquello que consideres oportuno que deba saber):

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Observación: Utiliza esta misma ficha si lo consideras necesario.




1 Mas Grau, J. 2017. "Del transexualismo a la disforia de género en el DSM. Cambios terminológicos, misma esencia patologizante". Revista Internacional de Sociología 75(2):e059. doi: http://dx.doi.org/10.3989/ris.2017.75.2.15.63

 


viernes, 9 de octubre de 2020

¡La escuela ha muerto!

El sistema educativo siempre se ha debatido por establecer un sistema centralizado o si bien, por el contrario, una descentralización podría ser más efectiva. 

La LOMCE tiene como objetivo una educación de calidad y equitativa, dos principios totalmente inseparables. Para que la educación sea de calidad, tiene que ser equitativa. Esto implica que disponga a todos los alumnos de las mismas oportunidades. Pero no solo de forma teórica, sino en la práctica. Para que se dé la posibilidad de que todos los alumnos tengan las mismas oportunidades, deben explotarse los talentos de cada uno de ellos. Y todos somos diferentes. Por lo tanto, parece lógico pensar que un sistema educativo solamente será equitativo si es personalizado. Esto invita a pensar en la idea de descentralización.

Además, tiene que ser de calidad. Para ello, debe centrarse en proveer de unas competencias básicas. Aunque esto puede parecer sencillo de entender, conviene recordar que por básico entendemos dotar de conocimientos y habilidades útiles para todos los ámbitos de la vida (no solamente los estrictamente académicos). Además, debe cumplirse el principio de equidad, como se ha comentado anteriormente. Por último, debe ser capaz de proporcionar una formación continua, a lo largo de toda la vida. Para que este objetivo sea posible, el sistema educativo requiere de flexibilidad.

Este es un tema realmente complejo, al que dedicaré otra entrada en este blog. Sin embargo, en este caso quiero hablar sobre un tema actual en varios países que, últimamente, también ha aparecido en España: la educación en casa como modo de sustituir la escuela. 



Un ejemplo lo podemos encontrar en el vídeo que enlazo al final del texto1. A priori, los argumentos que la madre, defensora de la educación en casa, pueden parecer bastante potentes. Sin embargo, sin afán de ofender a nadie, considero que se pueden desmontar fácilmente. Aunque comenta varias cosas, voy a destacar algunas que me llaman especialmente la atención:

 

- "Estoy de acuerdo con la educación obligatoria, pero no con la escolarización obligatoria, porque no es lo mismo".

 

Entiendo que se refiere a que no es necesario ir al colegio para poder aprender contenidos académicos. Si tienes los medios suficientes, desde casa puedes aprender. A través del ordenador, con una conexión a internet, se puede hacer mucho. No pongo eso en duda. Sin embargo, considero que confunde lo que es aprender con instruirse. Dotarse de muchos conocimientos en competencias matemáticas o lecto-escritoras y en idiomas no es necesariamente aprender. Es instruirse. El proceso de aprendizaje implica mucho más: instruirse en contenidos seleccionados de tal forma que sean útiles para la vida, adquirir habilidades prácticas, formarse en valores, aprender de la diversidad humana, desarrollar la inteligencia emocional, etc. Y todo esto es completamente imposible sin la interacción con los otros niños. Se que en ningún momento dice que no salgan de casa. Sin embargo, ir al colegio es una forma de socialización crucial, sobre todo a edades más tempranas. Conocer la diversidad te provee de más amplitud de miras ante la vida, y te hace ver todas las posibilidades del mundo. De este modo, se alimenta también el espíritu crítico para que, sin dejarnos solamente llevar por una idea común de nuestros padres, podamos ver en que ideas encajamos mejor. Por lo tanto, nos dota de libertad. Y esta es precisamente uno de los objetivos de la Ley educativa: garantizar el ejercicio de la democracia. Y la democracia, si se basa en ideas adquiridas de generación en generación dentro de las familias, no está garantizada. Parece ser que se olvidan de la labor social de los centros educativos. En pocas palabras, acudir a las escuelas es primordial para el desarrollo de la personalidad.

 

- "Es poco eficiente el programa escolar, y no hace frente a las necesidades educativas de los niños".

 

No voy a contradecir que el sistema educativo sea ineficiente. A pesar de que la LOMCE pretende que sea de calidad y equitativo, fundamentado en una enseñanza básica e inclusiva, en la práctica, en muchos casos, se queda en papel mojado. El problema radica en la existencia de un sistema "de talla única", que encaja con unos pocos, pero deja fuera a muchos. Por eso, debe plantearse la educación desde un punto de vista más individualizado, haciendo que sea personalizada. Pero esto no está reñido con la idea de grupo, la educación también como colectivo. Si bien es cierto que puede parecer tentador pensar que una de las formas más eficaces de dotar de una enseñanza personalizada sea desde casa, es poco realista. Además de todos los problemas que podría acarrear en cuanto al desarrollo como persona de los estudiantes, como se ha comentado anteriormente, es poco realista. No son muchas las familias que puedan dotar a sus hijos de todos los medios necesarios, ya que pueden no tener ordenador, internet, etc. Pero no solamente se trata de un problema de recursos materiales, sino de recursos humanos. Para que esto fuese posible, los padres o parientes cercanos deberían tener una formación adecuada mínima. Y esto, como se ha visto, no es real. Muchos padres, además, pasan mucho tiempo fuera de casa trabajando, con lo que no podrían dedicar mucho tiempo a la educación de sus hijos. Un ejemplo claro lo vemos con el tema de los deberes: muchos padres no son capaces de ayudar a sus hijos con ellos porque o bien no tienen los conocimientos necesarios o no disponen de tiempo. 

 

- "Los veo más maduros, más independientes".

 

En este vídeo antes comentado, la madre afirma que ve a sus hijos más maduros e independientes. A pesar de no conocer a estos chicos realmente, dudo mucho que eso sea así. Es posible que en las tareas del hogar se desempeñen con más habilidad, o que hayan "salido muy formales". Sin embargo, para lograr independencia, debemos socializar. Los seres humanos somos seres sociales por naturaleza. Probablemente, el día de mañana, estos chicos puedan presentar carencias importantes en cuanto a habilidades sociales. Conviene recordar que no existe una inteligencia única y que, un número no despreciable de ellas se adquieren en sociedad, por interacción con los iguales. Es lo que se conoce como la relación con los pares, fundamental en el desarrollo de los adolescentes.

Además, muy ligado a lo comentado anteriormente, estos chicos que no se han enfrentado a la diversidad del mundo, difícilmente podrán ser realmente maduros. 

 

- "En casa les puedes dejar experimentar".

 

Con respecto a esta afirmación, he decidido comentarla porque me parece llamativa. Sin embargo, poco hay que decir. Para que puedan experimentar en casa, debes tener medios suficientes. Desde luego, no es accesible para todo el mundo. Además, ¿por qué dan por hecho que fuera de casa no se puede experimentar?

 

- "No estamos encerrados en casa, hacemos excursiones y vamos a otros países".

 

Aunque me parece interesante la aclaración, cabe resaltar que también es un problema de recursos. No es realista, ya que no todas las familias tienen la posibilidad de viajar con tanta facilidad. Además, las que, si pueden hacerlo, lo harán igualmente (para eso están las vacaciones y los fines de semana y demás fiestas). Es totalmente compatible realizar excursiones y viajes con la familia e ir a la escuela y las escuelas también realizan excursiones. No voy a negar la mayor, ya que reconozco que muchos profesores prefieren mirar para otro lado e ignorar la posibilidad de hacer este tipo de actividades fuera del aula por las responsabilidades que conllevan. Por lo tanto, es una tarea pendiente por mejorar. 

 

- "Me parece más importante que sepan donde buscar la información". 

 

La idea, en este caso, me parece muy acertada. De hecho, ese es el objetivo de la educación: no instruir, sino enseñar a los alumnos competencias básicas y dotarles de curiosidad, espíritu crítico y herramientas para el aprendizaje autónomo. Esta es, sin duda, una "asignatura pendiente" de nuestro sistema educativo. Sin embargo, no llevarlos a la escuela no soluciona este problema. Además, nuevamente no es realista: no todas las familias pueden hacer eso. Solamente aquellas con más recursos. 

Quiero resaltar que soy consciente de que, en este video, la madre no pretende imponer esto para todo el mundo, sino que lo plantea como una posibilidad más. Sin embargo, crear estas distinciones entre ricos, con recursos, y los que no, que tienen que ir a la escuela, no es admisible si queremos ser justos. Además, aunque pueda parecer a priori que de este modo la gente con recursos en casa podría tener ventajas, la realidad es que no es así. Esos niños podrían presentar grandes carencias sociales como ya he comentado. También fomentaría la aparición de mayores diferencias entre ricos y pobres, polarizando la sociedad. En cuanto a la educación en valores, también se vería muy comprometida. Los hijos heredarían las ideas de sus padres, y difícilmente adquirirían sus valores propios de la experiencia vital en sociedad, de la interacción con los pares no solo en las calles, sino también en ambientes de estudio/trabajo (en las escuelas). 



- "Un sistema que tiene más de un 30% de fracaso se lo tiene que pensar mucho si realmente quiere obligar a las personas a utilizarlo. Esta es una opción digna del siglo XXI". 

 

Por último, dar la razón, como no podía ser de otra manera, a que el sistema debe replantearse cuales son los problemas de fondo que presenta para que exista tal tasa de fracaso. Sin embargo, disfrazar de moderna la idea de quedarse en casa aprendiendo es, realmente, una ilusión y un salto al pasado. 

 

Para terminar, quiero poner de relieve que la escuela no ha muerto, está viva y su salud en el futuro depende de nuestra labor como docentes en los años venideros. Por parte de los organismos superiores, proveer de más financiación, mas recursos. La ley, por otro lado, hacerse efectiva, no quedando solo en simples palabras (para ello, debe lograr tener mayor cohesión). Los institutos, ser más honestos, innovadores, dar una atención personalizada. Y los docentes, tener vocación, y la idea clara de que su labor es hacer que los alumnos aprendan, no instruir. Es una responsabilidad de todos mejorar los datos, disminuir las tasas de abandono escolar temprano y de fracaso escolar. La culpa no es de los alumnos, sino del sistema.

 

1Cuando la casa se convierte en escuela. www.lainformación.com Vídeo de Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=dLSDL6xI9eo

 

miércoles, 7 de octubre de 2020

¿Cómo ser un buen profesor?

Se entiende como profesor (según la RAE) a toda persona que enseña un arte, una ciencia, una técnica, etc. A simple vista, la idea puede parecer muy clara: un profesor es aquel que transmite unos conocimientos. Y para ello, como es obvio, debe estar primero en posesión de ellos. 




De este modo, un buen profesor será aquel que sepa mucho de su especialidad y que se lo cuente a los alumnos y uno malo, el que no domine su campo. Sin embargo, no somos pocas las personas que sabemos que esto no es suficiente. Todos aspiramos a algo más, queremos no solo que sea un experto en su área, sino que sepa comunicarlo, transmitirlo, hacérselo entender a sus alumnos. Así, podemos en primera instancia darnos cuenta de que para ser un buen profesor no basta con saber mucho de lo tuyo, sino que debes saber cómo transmitir tus conocimientos a tu clase. Por lo tanto, debes conocer estrategias para ello. Sin embargo, no descubro Roma si digo que para lograr transmitir los conocimientos a tus estudiantes no basta con tener muchas nociones de psicología y sociología. Cada persona es muy diferente, y si bien saber sobre la mente humana y las relaciones de los estudiantes puede ser de gran ayuda, necesitamos prestar atención individual a cada alumno, tratar de comprender cada situación (si, haciendo uso de esas herramientas psicológicas) pero también ser resolutivos. Debemos estar motivados, prestar atención a los alumnos, ser observadores, capaces de detectar los problemas (con la máxima antelación posible), ser pacientes, atentos, motivadores, innovadores, etc. 

Todo esto puede resultar una maraña de asuntos con los que chocamos sin esperarlo... "Ay, yo creía que bastaba con meterme en una clase y contarles todo lo que se sobre Química". No. Rotundamente NO. 

Podríamos sistematizar cuales son las funciones que debe tener un docente en su profesión simplemente haciendo uso de la lógica (si, sé que lo que es lógico para unos puede no serlo para otros, y que cada persona puede ver las cosas de manera distinta). Pero estaríamos siendo muy liberales (en su connotación negativa) si defendemos que todas las visiones son igual de válidas y de lógicas (con unos pilares basados en principios básicos y HUMANOS). 

Sin embargo, aunque este pudiera ser un ejercicio realmente interesante e instructivo, requeriría de bastante tiempo. Por lo tanto, voy a optar por exponer cuales son las 12 funciones que el artículo 91 de la LOE (y también en la LOMCE) expone:

1. Programación y enseñanza de las áreas.

2. Evaluación del proceso de enseñanza y de aprendizaje. 

3. Tutoría, dirección, orientación y apoyo a los alumnos.

4. Orientación a nivel educativo, académico y profesional. 

5. Atención integral del alumnado.

6. Programación, organización y participación en actividades complementarias.

7. Contribución al clima de respeto y tolerancia. 

8. Informar a las familias sobre los procesos de enseñanza, educación y aprendizaje. 

9. Coordinación de las actividades docentes, de gestión y de dirección. 

10. Participación en la actividad general de centro.

11. Participación en planes de evaluación establecidos. 

12. Investigación, experimentación y mejora de la enseñanza. 

Además, también se ha incluido una decimotercera función: Los profesores realizarán estas funciones bajo el principio de colaboración y de trabajo en equipo. 

Se que como tarea de clase se me ha mandado comentar una de ellas en específico. Sin embargo (no se si es un defecto o no, pero estoy muy a gusto con ello) nunca me gustó ceñirme a cumplir a rajatabla aquello que se nos manda. Y menos en una asignatura tan abierta a expresar nuestros puntos de vista, a difundir, a divulgar nuestra visión de la enseñanza. No pretendo decir que no haya unas premisas inamovibles, universales. Lo que quiero expresar es que todo el mundo, desde nuestra experiencia, nuestro contexto, nuestras alegrías y nuestro sufrimiento, podemos aportar cosas muy interesantes, diferentes y complementarias. 

Por eso, procederé a comentar todos aquellos aspectos a los que considero puedo aportar ideas más interesantes. Con respecto a las funciones 1 y 2, poco que decir, es la noción que todo el mundo tiene de profesor. Nadie puede ser profesor si no enseña su área, si no las programa y no evalúa al menos a los alumnos. Sin embargo, si cabe resaltar el detalle de realizar no solo una evaluación de los conocimientos que los alumnos hayan adquirido, sino de como tú, como docente, eres capaz de transmitir esos conocimientos, qué estrategias usas, cómo están de motivados los estudiantes. 

Con respecto a la tutoría, dirección, orientación y apoyo a los alumnos, me parece una actividad realmente esencial. Un profesor, además de alguien que transmite conocimientos, debe ser tutor. Y eso implica una atención personalizada a cada estudiante, de saberles dirigir en sus inquietudes académicas y fuera de lo académico (no estoy diciendo que invadamos el espacio de la familia). Un alumno que se ve apoyado por su tutor probablemente tenga menos preocupaciones que le distraigan y, por lo tanto, aumentar su rendimiento académico.

La orientación educativa, académica y profesional es esencial. Los alumnos deben conocer cuáles son las posibilidades a las que acceder después de abandonar la ESO, Bachillerato, Formación Profesional, Educación Universitaria, etc. De este modo, y con más influencia en las etapas más tempranas, el futuro de muchos de nuestros estudiantes puede ser muy diferente. Un alumno mal informado puede no decidir estudiar cierta materia o no realizar ciertos estudios posteriores pensando que eso no le va a dar posibilidad de sustentarse en el futuro, o creyendo que no le va a servir para nada, o que las salidas posibles puedan no gustarle. De este modo, un estudiante bien orientado podrá tomar decisiones con más libertad. 

Con respecto a la atención integral del alumnado, sobra decir (o debería, aunque realmente hay que estar diciéndolo y recordándolo, por desgracia), que los alumnos deben ser todos tratados en igualdad, independientemente del contexto de cada uno, de sus realidades, de sus capacidades. La escuela no está diseñada para crear genios (aunque aún está el debate abierto), sino para que los estudiantes adquieran competencias básicas. No nos olvidemos de que muchas discapacidades no se pueden ver a simple vista, y no caigamos en términos médicos, patologizantes, discriminatorios, excluyentes, capacitistas. Mal profesor aquel que pretende explotar todo el potencial de algunos estudiantes, y que margina a otros. Mal profesor el que se basa en evaluar el proceso de aprendizaje tan solo en notas de exámenes, en aprobados o suspensos, en simples NÚMEROS. La educación es un derecho PARA TODOS, TODAS y TODES. Si, uso el neutro. Y también sé que la RAE no lo ha admitido. Pero, paradójicamente, aunque he empezado esta entrada con una definición del diccionario, poco me importa la excelentísima real academia cuando pisa realidades, aplasta, pasa por encima de identidades (pero este tema ya le hablaré en otra entrada). Eso es precisamente lo que NO podemos hacer como docentes. Conviene recordar que puede parecer más sencillo que los estudiantes se adapten a cada profesor, a cada forma de enseñar, ya que por clase hay un profesor (o dos a lo sumo) y mínimo no se... ¿diez estudiantes? (salvo clases particulares o de cursos más específicos). Sin embargo, conviene recordar que los protagonistas de la clase son realmente ellos, no nosotros. Por lo tanto, los profesores tendremos que adaptarnos a las capacidades de cada estudiante, y proveerles de una educación personalizada tanto en el aula como en posibles grupos de apoyo fuera. Creo esencial poner de relieve que muchos estudiantes pueden no tener ciertas capacidades por culpa de un sistema deficiente, porque necesiten aprender de una manera diferente y mejorada. Recordemos que la educación es un derecho fundamental para todos. 

La organización y participación en actividades complementarias es otro de los aspectos más olvidados por los profesores. Las excursiones son una forma muy didáctica de aprender cosas nuevas, de entrar en contacto con realidades y, además, muy eficiente. Sin embargo, muchos profesores, ante la responsabilidad que implica dirigir una excursión, y el lío organizativo, prefieren mirar para otro lado. 




El punto número siete lo dejo para el final, Quiero antes comentar la importancia de informar a las familias sobre la educación y el aprendizaje de sus hijos. La interacción padres-profesores (y por extensión familias-sistema educativo) es esencial, ya que parte del aprendizaje y de la educación se lleva a cabo en las casas. No solamente de los contenidos académicos, sino de valores humanos. Además, el seno familiar, junto con la forma de socialización de cada alumno puede ser uno de los factores clave en la aparición de conflictos, de dilemas que puedan bajar drásticamente la motivación, la ilusión, las ganas y el rendimiento académico. Es importante que las familias y los profesores estén en consonancia. De igual modo, los docentes deben estarlo unos con otros, siendo complementarios. No tiene sentido que los valores, la ilusión, la motivación que transmite un profesor sea arrebatada por la disonancia de otros docentes del centro. Ahí es donde toma relevancia la función decimotercera (o 12+1 para los supersticiosos). Además, muy relacionada está la participación en la actividad general del centro. 

Con respecto a la coordinación de las actividades docentes, de gestión y de dirección y a la participación en los planes de evaluación creo que poco hay que decir. 

La investigación, experimentación y mejora de la enseñanza es otro factor clave que ya se ha comentado anteriormente. El docente debe estar en constante revisión de sí mismo, de sus métodos educativos, autoevaluándose, y siendo formado de forma continua. Debe dejar los orgullos tóxicos a un lado, y ser exigente, aspirar a mejorar día a día y a saber adaptarse a cada circunstancia que pueda surgir. 

Para terminar, como había prometido anteriormente, quiero hablar sobre la función de contribución a un clima de respeto y tolerancia. Creo que este asunto es especialmente importante. Sin embargo, considero que la forma de sintetizar la idea con palabras como "tolerancia" no hace justicia a la bondad de la idea que quiere transmitirse. Tolerar es aceptar algo que no es concordante con tus ideas. Y no, no hay que educar solamente para eso. En muchos asuntos sociales el problema está en el fondo. Las ideas prejuiciosas inculcadas por las familias o la sociedad. No se debería aceptar que los niños (recordemos, nuestro futuro) crezcan con ideas discriminatorias. No se puede tolerar a las personas homosexuales, bisexuales, trans, etc., ya que eso implicaría que, aunque nos acepten, realmente las ideas de fondo de esos niños/preadolescentes/adolescentes NO SON SANAS. En su interior. a pesar de no exteriorizarlo (por una idea de respeto muy superficial), seguirían pensando que no somos personas igual de válidas. Del mismo modo, y esto parece más sencillo de entender, no se puede tolerar a las personas racializadas o a las mujeres, ya que significaría que, aunque no lo expreses, y des una imagen/apariencia de respeto, en el fondo no crees que sean iguales en derechos, en libertades.

Una vez realizada esta corrección (que, si bien puede ser debatida en términos, no debería serlo en los pilares que la sustentan), comentar que esta medida de contribución al respeto es esencial, EDUCAR EN LA DIVERSIDAD, dar a conocer. Los miedos surgen cuando no se conoce. Y por desgracia, muchos miedos desembocan en odio y violencia. Unos niños/adolescentes bien informados serán mucho menos propensos a repetir actitudes discriminatorias que sus predecesores, sin lugar a ninguna duda, han cometido con anterioridad. Por lo tanto, una vez establecidas estas funciones básicas para ser un buen profesor… ¿Creéis que es correcto hablar simplemente de profesor, o igual debería enmarcarse más en términos de educador? Por desgracia, para eso, aún nos faltaría (a los que aspiramos a ser profesores) mucha formación. 




jueves, 1 de octubre de 2020

Los objetivos en la educación de la UE y la realidad española


Los objetivos planteados por la Unión Europea en marzo de 2010 para la década 2010-2020 pretenden, por un lado, superar la crisis económica de muchos países y, además, mejorar el modelo de crecimiento, con ciertas carencias relevantes. 

La estrategia "Europa 2020" desea alcanzar un crecimiento inteligente a través del desarrollo de los conocimientos y la innovación, un crecimiento sostenible, lo que lleva implícito una mejor gestión de los recursos y, por último, un crecimiento integrador. Para que todo esto sea posible, se fijaron 5 objetivos que la UE debía alcanzar en el año 2020: que un 75% de la población entre 20 y 64 años se encontrase en situación de empleo, inversión en I+D, reducir la emisión de gases de efecto invernadero y aumentar la eficiencia energética, rebajar el número de personas en situaciones o en riesgo de pobreza y exclusión. Por último, también se desea reducir por debajo del 10% la tasa de abandono escolar y que al menos el 40% de personas entre los 30 y 40 años tenga estudios superiores completos.1

Con lo que respecta al ámbito de la educación, cabe resaltar que España se encuentra entre los últimos puestos de Europa. Entre el año 2000 y 2004 el porcentaje de alumnos que abandonan los Estudios Obligatorios ha aumentado, y se sitúa en la frívola cifra del 30%. Además, el número de jóvenes que terminan Estudios Secundarios no Obligatorios es mediocre: un 61%, 24 puntos por debajo de los objetivos de la UE. 

Es cierto que en España ha aumentado la cifra de titulados en el ámbito científico, pero esto no es consuelo a los resultados tan preocupantes en asuntos tan relevantes como la formación permanente, la mejora en comprensión lectora, el aumento de graduados en Educación Secundaria no Obligatoria y el abandono escolar temprano.

A pesar de que Europa se ha planteado dos objetivos más, veo relevante resaltar el ámbito educativo, ya que los objetivos están todos interrelacionados. Una mejora en el nivel educativo de nuestros jóvenes podría ser causante de un aumento en la tasa de empleo lo que, a toda vista, implicaría un nivel de pobreza y exclusión social más reducido. 

En el consejo de ministros español se plantean 12 objetivos con el fin de mejorar los resultados en nuestro país:

1. Aumento del éxito educativo entre los estudiantes. 

2. Mejoras en el proceso de evaluación, clave en la calidad de la educación. 

3. Educar de forma continua a lo largo de la vida, siendo más flexibles en el sistema educativo, permitiendo la reincorporación de personas que hayan salido de este ámbito. 

4. Crear incentivos en Formación Profesional.

5. Adaptación en las formas de enseñar a las nuevas tecnologías. Modernización de los métodos docentes. 

6. Fomentar el aprendizaje de idiomas. 

7. Lograr que la educación sea un bien de interés público y derecho de toda la sociedad.

8. Modernizar las universidades.

9. Mejorar el sistema de becas y ayudas al estudio.

10. Educación en valores.

11. Reconocimiento profesional y social de la actividad del docente. 

12. Educación inclusiva en la diversidad. 

Desde mi punto de vista, la realidad española en cuanto al éxito educativo está aún muy por debajo de lo deseable. Llama la atención que en torno al 30% de los alumnos han repetido curso al final de la etapa de ESO, cuando los informes PISA reflejan que el porcentaje de alumnos en esa etapa educativa que no tienen las competencias básicas es del 19%. Por lo tanto, hay más del 10% de alumnos que repiten curso pero que sí que tienen competencias básicas. Esto debería hacernos replantear si realmente educamos con el fin de que los estudiantes adquieran unas habilidades fundamentales, o si simplemente valoramos que sean muy eruditos, capaces de retener mucha información, pero no de saber aplicarla posteriormente. Por lo tanto, esto implica que debemos centrar nuestras fuerzas en cambiar todo aquello que no funciona en cuanto a los aspectos que se valoran y persiguen en la Educación Primaria y Secundaria Obligatoria. El profesor, probablemente, deba dejar de ser una figura tan centrada en transmitir los contenidos concretos, y convertirse más en un "coach", una especie de entrenador que motive y guíe a sus alumnos hacia las fuentes de conocimiento. 

En todo lo comentado anteriormente está implícita la presencia de un sistema de evaluación probablemente deficiente, y que incentiva a los alumnos e incluso a sus familias y algunos profesores a crear en los estudiantes la falsa idea de estudiar para aprobar, y no para aprender. En mi opinión, nuestra sociedad hace un uso excesivo de los exámenes como forma de evaluar. Probablemente, sea hora de innovar, ser originales, y buscar otras formas de evaluar que los alumnos han adquirido ciertas competencias. 

Resulta llamativo que, además, se valores tanto ciertas capacidades (lingüísticas, matemáticas), que son realmente básicas, pero que no se fomenten otras. Es más, ni siquiera se tengan en cuenta. Me estoy refiriendo a las artes, la creatividad. 

Por otro lado, creo que es realmente lamentable que se eduque en búsqueda de estudiantes válidos, pretendiendo por un lado crear "genios" y estudiantes altamente capacitados y, por otro, dando de lado a aquellos que no cumplen ciertos requisitos. Esto es horrible en cualquier etapa, pero llama aún más la atención que no son pocos los casos de estudiantes en etapas tempranas (finales de Primaria e inicios de ESO) que apenas tienen motivación, que se les deja de lado, y que incluso han tenido que escuchar alguna vez por parte de sus padres o profesores que no valen. Es hora de motivar, de no cortar las alas, de crear ilusiones. 

Por último, y no menos importante, quiero resaltar la poca educación en aspectos fuera de lo formalmente académico: deportes, actividades extraescolares, conocimientos y actividades más allá de los contenidos obligatorios, la educación en valores, etc. Apenas se tiene en cuenta la importancia que pueda tener para nuestros jóvenes la realización de deportes, excursiones, u otras actividades que les ilusionen. Siempre quedan en segundo plano, por detrás de la necesidad de aprobar exámenes y ser excelentes. No nos terminamos de dar cuenta de que ese tipo de actividades van a hacer que aprendan y además, que puedan estar más motivados en clase. Las excursiones son una forma magnífica de aprender, y probablemente más efectiva que muchas clases en el aula. Además, estamos hablando de que son también experiencias en la vida. Siempre nos olvidamos de eso. Hemos venido a este mundo a vivir, a disfrutar, a aprender disfrutando, a ilusionarnos, a tener curiosidad... y no a sufrir horas y horas de clases. 

La educación en valores brilla muchas veces por su ausencia. Es lamentable que apenas se hable de diversidad y discriminaciones. Sin embargo, este asunto que me parece fundamental, voy a dejarlo para una entrada posterior en este blog. 


1Objetivos educativos de la UE: los programas estaban adaptados para ellos, pero hubo deficiencias en la medición del rendimiento. Tribunal de cuentas europeo 12, rue Alcide De Gasperi, L-1615 Luxemburgo. Link: https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:52016SA0016&from=FR


martes, 29 de septiembre de 2020

Presentación



¡Hola!
Soy Sara, tengo 23 años, y actualmente me encuentro estudiando el Máster de Educación Secundaria en la UVa. Graduada en Química, y con Máster en Química Sintética e Industrial, ahora me abro camino hacia el que es mi verdadero sueño: dedicarme a la docencia.
Desde que era bien pequeña, siempre quise ser profesora. Soñaba con verme en una clase, con mis alumnos, y no solamente trasmitirles conocimientos, sino motivarles, conseguir crear ilusiones. Mi etapa académica ha venido muy marcada por aquellos profesores que lejos de explicar simplemente los contenidos eran capaces de motivar. Y además, siempre he admirado a todos aquellos maestros que se implican en que entiendas las cosas, pero también en que crezcas como personas. Por lo tanto, yo quiero ser una más. Aún hay muchas cosas que cambiar en el mundo. 
A día de hoy, parece mentira que haya tanto fracaso y abandono escolar. A menudo, se echa la culpa a las capacidades de los jóvenes. Sin embargo, desde mi punto de vista, muchos de los problemas radican en el método: no enseñar para ilusionar y para poderlo aplicar en el futuro. Nos hemos olvidado del saber por el saber, y también de la importancia que tiene en nuestro futuro adquirir ciertos conocimientos, buscando simplemente aprobados, saber hacer examenes. 
Por otro lado, en un mundo tan diverso, parece mentira la exclusión que hay aún en la sociedad por racismo, aporofobia, razones de género, homofobia, bifobia, transfobia, y demás rechazos y odios, entre ellos, hacia diferentes sexualidades. Este es un tema en el que a mi, personalmente, jamás se me ha educado. En la ESO apenas escuché hablar de racismo y machismo. Algo es algo, pero no es suficiente. 
Si tuviera que poner algún ejemplo, hablaría sin duda de la transfobia. Yo soy una persona trans, por lo que se lo que es vivir el rechazo hacia nuestra realidad de primera mano. Parece increible el desconocimiento que hay en este tema, y lo absolutamente aceptados que están los comportamientos transfobos y transexcluyentes. Entre ellos, cabe destacar la falsa idea de inslusividad que da el supuesto "lenguaje inclusivo" que puede dejar fuera a muchas personas de géneros fuera del binarismo. Sin embargo, este no es el único ejemplo. Hay infinidad de ellos, que no cabe explicar aquí. 
Las cifras de paro entre las mujeres trans son otro fiel reflejo de un problema social grave. Una sociedad que excluye a un grupo de personas basándose en meros prejuicios NO es una sociedad humana. 
Por lo tanto, entre todos los objetivos planteados anteriormente, la educación en valores humanos es uno de mis mayores sueños. 

¡OH, MI YO!

¡Oh, mi yo! ¡oh, vida! de sus preguntas que vuelven, del desfile interminable de los desleales, de las ciudades llenas de necios. De...