1.- VISIÓN GENERAL
En primer lugar, podemos hacer una visión general del
desarrollo de los preadolescentes (12-15 años) y los adolescentes (16-17 años):
A los 12 años, el preadolescente es sociable,
deseando la independencia de la familia uniéndose a sus iguales.
A los 13, se produce una etapa de introversión,
autocrítica e idealismo. Es una etapa de inestabilidad emocional.
A los 14 años, se produce un proceso nuevamente
de extroversión y autoafirmación de la personalidad.
Los 15 años es una época delicada de
maduración, donde el preadolescente desea la independencia frente a la
familia o la escuela y es intransigente al control exterior. Es la etapa
más propensa de depresiones y problemas de conducta.
A los 16, se produce un equilibrio y
adaptación social. El adolescente se abre, se junta con el grupo y se
orienta hacia el trabajo, la pareja, y asuntos del futuro.
El desarrollo del adolescente se puede inscribir en
tres tipos: desarrollo social, desarrollo afectivo y desarrollo intelectual.
2.- EL DESARROLLO SOCIAL
De forma general, el preadolescente y adolescente da
una importancia superlativa al grupo. No puede vivir sin los otros, está
descubriendo a sus iguales. Sin embargo, al mismo tiempo, es un período
de soledad intensa ya que está a su vez descubriéndose a sí mismo.
Además, también desea participar en las emociones de
los demás, y se adscribe a las ideas del grupo (los preadolescentes
forman grupos donde son impersonales).
En la etapa de la adolescencia, las pandillas, grupos
cerrados de 4-5 alumnos se vuelven aún más reducidos para conformarse los
grupos de 3-4 amigos íntimos, donde se exige exclusividad. Estos amigos íntimos
tendrán una gran influencia en el desarrollo socioafectivo.
El grupo es esencial en los preadolescentes y
adolescentes ya que les confiere seguridad, valores y les ayuda a experimentar
la independencia.
2.1.- SOCIABILIDAD EN LA PREADOLESCENCIA
(12-15 años)
Las relaciones entre pares son
fundamentales. Los grupos son cerrados y selectivos y aceptan los
valores del grupo. Quieren alejare del mundo de los adultos (hogar y
escuela).
Necesitan sentirse aceptados para lograr
un autoconcepto positivo y mejorar sus habilidades sociales, lo cual les genera
bienestar psicológico.
En los grupos aparecen varias figuras.
Sin embargo, cabe mencionar, en concreto, la del impopular, que se
siente rechazado, y que intenta ser aceptado juntándose al grupo, imitando a
los demás y llamando la atención. El rechazo puede generar en el preadolescente
comportamientos agresivos y aislamiento. Por otro lado, el popular es
prosocial, empático y asertivo.
La pertenencia a los grupos, en la que
todos los miembros son semejantes entre sí (impersonales) es gratificante, Es una
etapa de rivalidad, debido a la necesidad de reafirmarse y la no
aceptación de la ruptura de esquemas. La diversión se produce junto con los demás.
Las pandillas son grupos de 4-5
personas muy cohesionados, pequeños, exclusivos, resistentes a la entrada de nuevos
miembros (nuevamente, no se quieren romper los esquemas del grupo, con unos
valores e ideas concretas). Está por encima de la familia, suelen ser personas
del mismo género y que suelen ser efímeros.
2.2.- SOCIABILIDAD EN LA ADOLESCENCIA
(16-17 años)
Los adolescentes tienen un deseo de
autoafirmarse y ser independientes mayor que los preadolescentes. Quieren
parecerse a los adultos, con lo que llevan a cabo conductas prohibidas
de las que presumen. La critica a la
familia es más consciente, quieren ser tratados como mayores, no como niños.
Rechazan las normas de la familia y se fijan mucho en las contradicciones de
los adultos.
La adolescencia es una etapa de difícil adaptación
social ya que se está repleta de inconformismo y variabilidad tanto del
entorno como interior. Es una etapa de emociones intensas. Se aíslan para
descubrirse a si mismos, pero necesitan expresar sus sentimientos a amigos
íntimos a los que se les exige exclusividad.
El grupo les ofrece seguridad,
aceptación, se sienten parte de algo, posibilidad de desarrollo de habilidades
sociales y un lugar donde canalizar sus emociones intensas.
La exclusividad de las amistades intimas
preocupa a los adultos, ya que se percibe como tóxica. Sin embargo, la
intervención de los adultos puede ser negativa.
3.- EL DESARROLLO AFECTIVO
De forma general, adolescentes y preadolescentes
canalizan sus emociones con el grupo. Son narcisistas, analizan
su conducta, pero acusan a la familia de que se sienten solos. Desean amar y
ser amados, pero de forma egoísta. Los romances son efímeros. Para
confiar en sí mismos, requieren de un refuerzo por parte del grupo. En casa se
sienten inseguros, desprotegidos. No pueden canalizar sus emociones con la
familia, sino que lo hacen con sus iguales.
3.1.- AFECTIVIDAD EN LA PREADOLESCENCIA
(12-15 años)
La preadolescencia es una etapa de emociones
intensas, donde se producen arrebatos e impaciencia. La tensión nerviosa
aumenta, lo que provoca que se muerdan las uñas, se tiren del pelo, etc.
Los preadolescentes experimentan estados
emocionales (afectivos) extremos, pasando de un polo a otro con frecuencia (alegría/tristeza,
satisfacción/disgusto, etc). Esta variabilidad en sus estados afectivos
provoca que tengan una alta predisposición a la ansiedad intensa.
Tienen una alta autoconfianza en si
mismos, descubren sus valores, y se creen especiales, queriendo destacar
por encima de los demás. Intentan llamar la atención de los demás, son
destructivos en sus críticas, anteponen sus ideas y emociones a las de los
pares. Sin embargo, también experimentan sentimiento de inferioridad, ya
que perciben que no tienen un control absoluto de ellos mismos.
De este modo, tienen afán de
independencia, son rebeldes, quieren ser tratados como mayores, rechazan las
normas impuestas por los adultos y se alejan de la familia y, de forma semejante,
de los docentes.
3.2.- AFECTIVIDAD EN LA ADOLESCENCIA
(16-17 años)
La adolescencia es una etapa de autodescubrimiento.
Por eso, les gusta la soledad, y solo revelan sus secretos a quien ellos
quieren (amigos íntimos). Contrastan su autoimagen con los demás.
Los adolescentes son egotistas, engrandecen
su individualidad, y se oponen a todo lo que les haga perder su originalidad.
Llegan a considerarse superiores a los demás, deseando poder.
Además, los adolescentes son idealistas,
inconformistas, no se conforman con medias tintas. Sus deseos son de todo o
nada. Sus valores se personalizan inicialmente en sus familias, posteriormente
en ídolos y finalmente, con el desarrollo psicológico, abstraen esos valores
dejando de lado a los ídolos.
4.- EL DESARROLLO INTELECTUAL
De forma general, el desarrollo intelectual
implica el desarrollo de procesos mentales complejos, con formas de pensamiento
similares a las de los adultos, no sujetos a estímulos sensoriales. Desarrollan
el pensamiento abstracto.
4.1.- DESARROLLO INTELECTUAL EN LA PREADOLESCENCIA
(12-15 años)
Los preadolescentes van mejorando la
percepción visual y auditiva además de mejorar los procesos intelectuales
y desarrollar paulatinamente el pensamiento abstracto, menos ligado a
conceptos concretos. Es un pensamiento más lógico, que es capaz de ligar
conceptos. Por lo tanto, es organizado. En otras palabras, los preadolescentes
son capaces de desarrollar un aprendizaje más organizado, capaces de relacionar
conceptos. Además, su memoria también aumenta. Todo ello hace que su capacidad
resolutiva se incremente.
Los preadolescentes desarrollan el pensamiento
lógico-formal y la resolución de problemas, plantea hipótesis y las
comprueban sin necesidad de ensayar y equivocarse. Les basta la imaginación. Además,
son capaces de generalizar el conocimiento, lo que les permite resolver
problemas similares de un mismo contexto y de transferir el
conocimiento, lo que aumenta su capacidad resolutiva en problemas de contextos diferentes,
aunque con ciertas similitudes. Además, también son capaces de reflexionar sobre
su propio pensamiento, siendo autocríticos.
Se desarrolla el lenguaje verbal
debido a la aparición del pensamiento formal. Son capaces de usar conceptos
abstractos y realizar construcciones sintácticas más complejas.
4.2.- DESARROLLO INTELECTUAL EN LA ADOLESCENCIA
(16-17 años)
Se consolida el desarrollo y aumenta la
abstracción. Aumenta el
uso creciente de operaciones lógico-formales, siendo capaces de plantear
hipótesis. Son capaces de resolver problemas con múltiples causas.
Además, cabe resaltar el uso creciente
de la metacognición, es decir, cada vez toman más consciencia de como conocen
(metacognición, conocer el proceso de conocimiento, es decir, ser conscientes
de la forma en la que conocemos).